『↺Capitulo 27』

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El agarre a su muslo fue fuerte pero por alguna jodida razón, elevaba el placer de Jin, quien con las manos en la orilla del mueble se aferraba a que no cayera sobre el mismo.

Su cadera dolía de estar en una sola posición debido al gran rato que llevaba siendo embestido, aunque gracias a que sus pezones eran apretados por los dedos de NamJoon, el cansancio jamás llegaba, y sinceramente, dudaba mucho que esto acabara.

─Mhm...─NamJoon se acercó a su cuello, aún moviendo sus caderas fuertemente, lamiendo en la zona y comenzar a gruñir, escuchándose los bellos gemidos que soltaba el chico bajo él ─. Eres exquisito.

─ Qué rico, Dios...─soltó Jin sin pensar, avergonzándose de todas las cosas que decía cada se que revolcaba con NamJoon. Perdía la razón y soltaba el placer que en su garganta se almacenaba.

Eran malditamente exquisitos todos los orgasmos que se daban con NamJoon, y no sabía si era porque el hombre tenía un gran pedazo de carne entre sus piernas, además de saberlo utilizar, o simplemente era la magia del recibir una polla.

Tras unos segundos más, la puerta fue tocada en tres golpecitos, seguido de escucharse una voz, ésta vez de Hoseok.

─ Mierda ─NamJoon gruñó, parando sus caderas para salir de Jin, quien se quejó bajito─. Súbete los pantalones, ve con él.

Su polla seguía dura, no era suficiente con las dos veces que se había corrido, sin embargo, NamJoon tenía razón, y agradecía que comprendiera la situación y le ayudara a mantener discreción. SeokJin no podría imaginar la cara de sus amigos si de algo se enterasen.

Rápidamente se acomodó el pelo, tratando de acomodar su hombría de modo que no se viese despierta, acto que imitó NamJoon, quien rápidamente limpió con unas toallitas el escritorio mientras SeokJin se acomodaba una vez más la ropa.

─ ¿No me veo mal? ─Jin preguntó apresurado, pasando una mano por su cabellera.

NamJoon sonrió tiernamente, sentándose en la silla de su escritorio.

─ Estás precioso. Ve.

Jin trago saliva duramente para después voltear los ojos y negar con la cabeza, dirigiéndose a la puerta, tomando la perilla y respirar hondo antes de abrir.
Hoseok le miró y sus ojos brillaban como si acabase de llorar. Inmediatamente Jin se asustó.

─ ¿Hobi?─ salió de la puerta, cerrándola tras de sí para tomar a su amigo de los hombros ─ ¿Ha pasado algo?

─ M-me...─trató de calmarse, respirando profundamente para después soltar ─: TaeHyung me habló... bueno...─ negó con la cabeza, corrigiendo ─
Marcó al número de mi padre. No sabía si contestar y prefiero que me digas tú... ¿qué hago?

─ Cielos...─Jin abrió de más los ojos, mirando a todos lados para después bufar molesto, lamiendo sus labios ─. Pienso que...─se encogió de hombros nervioso. Las ideas a sus cabeza no llegaban y era peor cuando aún se encontraba duro─. Hoseok, deberías hablar con él.

─ ¿Y si él tuvo algo que ver con la muerte de mi padre?─ cuestionó directo, dejando caer su frente al pecho de Jin ─. No me contendré.

─ Si quieres... yo hablo con él ─ Jin sugirió, acariciando el cabello del pelirrojo, quien levantó la mirada con el ceño fruncido ─. Verás, él seguramente se acuerda de mí. No creo que haya olvidado la persona a la que le robó el teléfono para localizar a JungKook.

EL SICARIO² •〖JIKOOK〗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora