Capítulo 2 - Equipo

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Raoul odia las matemáticas, nunca las ha acabado de entender y por ello son sin duda la asignatura de sus peores pesadillas. Lo que le faltaba ya es que encima se la pusieran a última hora... Por ello, mientras espera a que la sirena lo libre de semejante tortura, se dedica a dibujar garabatos en su cuaderno mientras Ivan, el profe, explica la lección.

Nada más sonar el timbre que indica el final de las clases, sale a toda velocidad hacia la taquilla que ahora comparte con Roi, pues la suya sigue sin poder cerrarse. Aunque poco le importa, algo así no va a hacerle entristecer, y es que lleva todo el día emocionado desde que Tony, el entrenador, les comunicó que finalmente tenían escolta.

-Qué asco das, tío -sentencia Roi guardando varios libros en la repisa de arriba, pues han asignado que esa es la suya y la de abajo la del catalán- no atiendes una mierda en mates y luego sacarás la mejor nota de la clase

-Ventajas de tener a Álvaro en casa -sentencia risueño el rubio cerrando su mochila- las mates se le dan de lujo

-Qué suerte, cabrón -Roi coge su equipación de la taquilla y la cierra antes de empezar a andar hacia el gimnasio

-Sí... -pone media sonrisa el rubio antes de imitar a su amigo y seguirle

Roi y Raoul siguen hablando de temas banales hasta que se encuentran en la puerta principal del centro a Ricky y Luis esperándolos ya uniformados. Los chicos explican que el profesor que tenían a última hora no ha podido ir y, aprovechando que finalmente sí que hay equipo, han optado por cambiarse ya y hacer un uno contra uno para calentar en las canchas del patio.

-¿Cómo será el nuevo? -pregunta Raoul emocionado

-Yo solo pido que esté bueno -suelta de repente el mallorquín

-Ricky, por favor, que venimos a jugar no a ligar -le riñe el rubio

-Se puede jugar de muchas formas, Raoulito -Ricky alza las cejas de forma sugerente sonrojando a Raoul en el proceso

-A BALONCESTO, RICKY, JUGAR A BALONCESTO -se corrige el catalán haciendo que el resto del equipo estalle entre carcajadas

-Además, ¿tú no tenías fichado a uno de otro equipo la temporada pasada? -pregunta Luis haciendo memoria

-Ya, si es súper crush, pero lo veo dos veces al año y si conseguimos pasar de ronda... -se justifica el mayor- es más como un amor platónico

-Amor... tú no te enamoras, Ricky, tu vas a lo que vas -interviene Raoul aún sonrojado de la vergüenza

-Pues anda que tú, que te enamoras a los dos segundos de conocer a alguien -se la devuelve el de ojos azules entre risas

-¡Cállate, no es verdad! -se defiende el catalán poniendo una voz extremadamente aguda

-A ver, en cuanto alguien que te atraiga lo más mínimo te hace un poquito de caso ya estás colgadisimo -razona Roi- eso es innegable

-Mentira -hace un puchero el menor

-Te pillaste de mí en primero por indicarte donde estaba el gimnasio -ríe Ricky

-Y de mí en segundo por prestarte un boli -añade el de ojos verdes llorando de la risa

-¿Me lo vais a recordar toda la vida? -pregunta más rojo que nunca el catalán

-Oye, ¿soy el único del que no se ha pillado? -inquiere indignado Luis

Raoul, Ricky y Roi empiezan a reírse por el tono de falso enfado usado por el gallego. Y es que lo avergonzarán todo el tiempo y se reirán de él mínimo una vez al día, pero Raoul quiere con locura a esos tres imbéciles.

TIEMPO MUERTO (Ragoney) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora