Capítulo 5 - Cuidado

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Sus dedos tamborilean en la puerta con fastidio, la pierna se le mueve descontrolada en un tic nervioso que hace años que tiene y un resoplido de desesperación se escapa de sus labios como resultado de la pesadez de llevar más de veinte minutos esperando a que su hermano se prepare para la dichosa fiesta. ¿En qué momento se ofreció a llevarle a casa de su amigo con el coche?

-¡Raoul, me cago en todo, o sales ya o me pongo otra vez el pijama y vas a casa de Ricky a pata! -grita Álvaro desde la puerta del piso

-¡Que ya voy, pesado! -se oye desde el fondo del pasillo

Siguiendo a sus palabras de cerca, Raoul aparece con su pelo perfectamente peinado, pero sin nada de gomina, pues ya le quedó claro hará un par de años que esa no era una buena opción cuando Roi le dijo textualmente "parece que una vaca te haya lamido el tupé". En cuanto a la ropa, aprovechando que a 30 de septiembre en plena Barcelona todavía hace bastante calor, no ha perdido la oportunidad de ponerse su camisa favorita de flamencos, algo hortera según Álvaro y pura fantasía en boca de Ricky; acompañándola con un simple vaquero negro roto que, después de varios años en su posesión, debe reconocer que se le ha quedado algo estrecho, pero bueno, le hace un culo de infarto. No hay mal que por bien no venga.

Los dos hermanos se dirigen al coche del mayor sin decir nada, no es hasta que el de ojos azules arranca el vehículo que se atreve a verbalizar lo que lleva rondando su mente desde que Raoul ha salido de su habitación.

-¿Vas a ir así al final? -pregunta Álvaro no muy convencido con la elección de su hermano

-Sí, ¿por? -frunce el ceño el rubio oliéndose por dónde van los tiros

-Porque más embutido no puedes ir, ¿no? -alza una ceja el mayor intentando bromear

-¿Y qué pasa con eso? Nunca te ha importado que me ponga lo que me da la gana -argumenta el rubio

-Tú solo... ten cuidado, ¿vale? -se limita a responder el de ojos claros

-No me lo creo, ¿es por Agoney? -se sorprende el menor

Álvaro no responde, pero la cara es el espejo del alma y Raoul lleva muchos años viviendo con él como para saber leerlo como un libro abierto.

-¡Es por Agoney! -ríe incrédulo el menor- ¿de verdad crees que es capaz de hacerme algo?

-Yo no he dicho eso, tete, pero ten cuidado porque creo que es de la clase de tíos que va a lo que va y no quiero que te haga daño -argumenta su hermano mayor

-Mira, Álvaro, ni yo tengo ningún interés en él ni él es tan primario como dices... -se enfurruña Raoul- además él lo dejó claro, solo quería conocernos mejor, no creo que tenga ninguna intención más allá que saber un poco más de cada uno de nosotros

-Si tú lo dices... -suelta escéptico el mayor

-Pues claro -asiente el rubio convenciéndose más a sí mismo que a su hermano- hablar y ya

***

Se lo va a tirar.

Hostia que si se lo va a tirar. No por nada se ha puesto los pantalones de cuero más ajustados que ha encontrado en su armario para acompañar a su camisa blanca, que deja muy poco a la imaginación, y su cazadora de cuero favorita. Tras revolverse los rizos de forma aleatoria hasta que caen en una buena posición, se hace una foto en el espejo del baño y se la manda a sus consejeros particulares.

Mimi🌙: WIIIIIIG

Al😽: maravilloso
Al😽: divino
Al😽: precioso
Al😽: pero
Al😽: dónde
Al😽: está
Al😽: el
Al😽: eyeliner
Al😽: ?!??!

TIEMPO MUERTO (Ragoney) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora