Capítulo 8 - Siete

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Ivan lleva más de diez minutos de retraso y sigue sin aparecer por clase. Alfred y Agoney no tienen ningún tipo de inconveniente con que lo haga, así que despreocupados se limitan a liarse un par de cigarros durante la espera. Por ello, cuando el profesor de matemáticas aparece por la puerta de forma repentina, los dos chicos se ven obligados a recogerlo todo a una velocidad de vértigo, haciendo reír así a gran parte de los presentes, profesor incluido.

-Vosotros dos ¿ya la estáis liando? -pregunta entre risas Ivan

-No, solo estábamos haciendo tiempo entre que tú venías -responde con desparpajo el canario permitiendo relajarse en esa clase, pues el de mates parece ser el único profesor que no juzga a la ligera al repetidor tonto

-¿Y por qué no hacéis tiempo estudiando, por ejemplo? Traigo los exámenes corregidos y muchos lo necesitáis... -el profesor se acerca a la mesa de los dos chicos morenos y les tiende a cada uno su examen para después susurrar- no os queráis acomodar en el rol de los pobres alumnos repetidores, porque los tres sabemos que podéis hacer más, ¿vale?

Tras un "vale" en estéreo por parte de los dos amigos, Ivan deja los exámenes sobre sus mesas y sigue paseando por la clase para repartir los del resto.

-Joder, un 1'6 -pone una mueca de disgusto Alfred

-¡Toma, te gano, 1'45! -afirma orgulloso el canario

-Pero eso es más bajo

-Claro, por eso te gano, soy más garrulo -razona Agoney- Al, tío, que he cateado mates pero hasta ahí llego

-Tranqui que a juzgar por esto -señala su examen con la cabeza- yo también podría estar equivocado

Ambos comparten una sonora carcajada que llega hasta un par de filas más adelante, donde la situación no tiene nada que ver con la anterior.

-Muy bien, Raoul -le felicita el profesor dándole el folio

El rubio observa el examen con detenimiento, contando todos los puntos, viendo en qué ha fallado y dándole una vuelta tras otra para comprobar todos los resultados.

-Pero esto no puede ser...

-No, está bien -asiente Ivan- tienes un 7'25, bien hecho, seguro que apretando un poquito más llegamos al 8 al final del curso

¿Al ocho? ¿Cómo que al ocho? Algo tiene que estar mal.

-No, esto no está bien -sentencia Raoul alejando el examen de su cuerpo como si quemase- tiene que haber algún error, yo no puedo sacar un siete

Raoul empieza a notar como le falta el aire debido a lo rápido que quiere cogerlo, lo que no sabe es que cuanto más aire quiere coger, menos puede. El profesor y gran parte de sus compañeros lo miran extrañados. Muchos otros por encima del hombro tratándole como un chulo que se cree más listo que el profesor. Agoney, que realmente sabe lo que ocurre, no puede evitar respirar hondo, como si el aire que está cogiendo pudiera transmitirselo al rubio, quien no ha dejado de hiperventilar en todo este tiempo. Además, las miradas de toda la clase puestas en su cogote no ayudan nada.

-Raoul, tranquilo, un siete es una nota muy buena -intenta calmarlo el profesor

-¡Listillo!

-Será exagerado

-Te lo cambio por mi 5'10

Las risas inundan la clase quitándole espacio al aire que tanto necesita el catalán y que parece no llegar nunca. Es cuando empieza a marearse que Ivan decide actuar.

-¿Quieres salir fuera a coger aire?

Raoul se limita a asentir antes de salir del aula. Una vez fuera, las carcajadas de sus compañeros vuelven a llenar la clase aunque a Agoney no le hace ni puta gracia. Sin vacilar y sin dar ninguna explicación, se levanta de su sitio y sale de la sala en busca de Raoul. Lo encuentra a un par de pasillos de distancia, acurrucado en el suelo casi hecho una bolita y sin respirar adecuadamente.

TIEMPO MUERTO (Ragoney) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora