Capítulo V

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Tirada en la arena de una solitaria playa reposaba el cuerpo de una joven y a unos metros de ella la de un dragón plateado. Heather con debilidad levantó la cabeza tratando de distinguir el lugar, su rostro estaba cubierto de la pegajosa arena, tenía la piel pálida casi al borde de un tono blanco, así como grietas en los labios y alrededor de la boca por la falta de agua de días atrás.

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Había perdido la noción del tiempo, nadie la había ido a buscar, ni a ella ni a Dagur; en su imaginación le gustaba pensar que Hiccup la vendría a rescatar, inclusive los amigos Berserkers que tenía en Berk, pero no, nadie había ido por ella. Aquello sólo aumentó su odio hacia aquel que le había hecho eso. Eero, ese hombre malvado, lo haría pagar de una forma u otra, después también iría por Hiccup, lo empezó a odiar por incrédulo e ingenuo y por ser familiar de su mayor enemigo. Aunque estos últimos pensamientos siempre venían con un arrepentimiento; Heather se lamentaba no poder odiarlo, sabía que no había sido culpa de Hiccup, pero el pensar así de él le era fácil para que su mente maquilara la manera más horrible y dolora para acabar con su abuelo paterno.

¡Heather, no te duermas! —Gritó Dagur.

La mencionaba gruñó fastidiada, compartir la celda con su hermano tampoco ayudaba, pues este cada día perdía más la cordura. Habían sido castigados por mal comportamiento y los habían atado brazos arriba, llevaban días así que el dolor inicial terminó siendo parte de su ser.

¡No lo hago, cierra la maldita boca!

Si no duermes más vale que pienses en una manera de salir de aquí.

La chica volvió a girar sus ojos con fastidio, pensando que de poder tener a su dragona con ella podrían escapar sin la menor dificultad, sin embargo, Windshear estaba encerrada en una de las jaulas para dragones en la parte inferior del barco.

Ya pensaré en algo, sólo cierra la boca. —Pidió con impaciencia.

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Pasaron más días, a ambos les habían levantado el castigo y los dejaron descansar sus tensos músculos; sin embargo, la hábil vikinga estaba en todo, estudiando los movimientos de sus captores tanto al desencadenarlos como al momento que lo hacían otra vez. Estudiar aquellos movimientos le costó castigo por castigo y como no se lo comunicaba a Dagur, este salió siempre golpeado por atrabancado y por actuar sin pensar; pero ella ya estaba lista para actuar con inteligencia antes de que la poca fuerza que le quedaba se le agotara por la falta de alimento.

Creo un alboroto para llamar la atención del guardia en turno, al que calificó como el más débil de todos. El guardia como siempre para acallarla procedió a castigarla, encadenando inicialmente uno de sus brazos fue en ese momento que Heather aprovechó para practicarle una llave con sus piernas al cuello, empezando a sofocarlo.

¡Bien hecho, hermanita! —Vitoreó Dagur ruidosamente, este seguía encadenado debido a anterior castigo.

¡Cállate! ¿Quieres que nos descubras? —Preguntó furiosa mientras trataba apretar más las piernas contra el guardia que la golpeaba como podía para zafarse de ella, hasta que se puso de un color morado y terminó inconsciente.

Heather se estiró cuanto pudo para alcanzar la llave que colgaba del cuello del hombre, una vez hecha de esta se desató el brazo que tenía prisionero para después proceder a salvar a su hermano.

¡Ahora a darle su merecido a todos estos! —Dagur chocó sus puños, ansioso de una dulce venganza.

No Dagur, por favor, hay que buscar a Windshear y huir de aquí.

LUZ DE LIBERTAD (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora