Capítulo XVI

744 56 11
                                    




Hiccup, Bork y Toothless esperaban en el exterior de la casa Haddock; el anciano se había enterado, al igual que muchos, de la convalecencia de la supuesta princesa y fue de inmediato a socorrer tanto a su nieto como a su nieta.

—Pero ¡¿qué pasó exactamente?!

—No lo sé. —respondió Hiccup preocupado. —Sólo leyó una carta o más bien un mensaje de su tío y se empezó a sentir mal, dijo que le dolía la cabeza, cuando llegamos a la casa se empezó a quejar que tenía un dolor en el estómago y vomitó.

— ¿No será que...

—¡Está embarazada!
Hiccup y Bork se asustaron pues la gruesa y extraña voz de Eero interrumpió repentinamente su conversación.

— ¡Felicidades muchacho! Ya me enteré, los pueblerinos me lo dijeron ¿cuándo tenían pensado decirme?

— ¿Decirte qué? —dijo Hiccup abochornado. —Ella no...—trataba de negar aquella imposible realidad.

— ¿Por qué no? Están casados y de seguro hay mucha actividad entre ustedes...
—dijo picaronamente.

Hiccup seguía negando con la cabeza, la única vez que había estado con su esposa había sido la noche de bodas y aunque la hizo suya ni siquiera había terminado, tan pronto la hizo su mujer había salido de ella.

— ¡Oh, sí!, claro Hiccup. — Bork le dio un codazo para que le siguiera la corriente al exjefe, pues era capaz de fastidiarlo si se enteraba que su nieto tenía nula actividad sexual con su mujer.

Pero Hiccup seguía ensimismado, no tenía planes para un hijo aun y menos con lo confundido que estaba con respecto a sus sentimientos.

— ¡Qué alegría, el futuro heredero de Berk! —Festejó Eero ruidosamente, y era extraño para los presentes verlo tan feliz, una faceta que no veían desde hace mucho tiempo.

Mientras tanto Hiccup seguía sin palabras, pensando una y otra vez en la pequeña posibilidad que, en aquella noche, hubiera dejado preñada a su esposa.

En ese momento, la puerta de la casa Haddock se abrió revelando a Gothi y a Ruffnut que habían ido a asistirla.

— ¿Y....? —preguntó Eero ansioso.

—Tuvo... una hemorragia... ahí...—Explicó la sirvienta con timidez, señalando con sus ojos hacia cierta parte de su cuerpo.

— ¿Abortó? —Se adelantó Eero con tristeza en su rostro.

Aquello alteró a Hiccup, la idea de perder a un hijo suyo le dolió en el pecho.

— ¿Aborto? —dijo Ruffnut confundida.

En ese momento Gothi empezó a rayar con su bastón en el suelo, Bork, que era el único capaz de entender sus escritos, tradujo por ellos.

—"Lady Camicazi, no estaba embarazada".

Hiccup suspiró con alivio, sin embargo, aquella sensación de perder algo que era parte de él se quedó en su corazón.

— ¡¿Entonces qué fue?!—Preguntó Eero con exigencia. — ¿Por qué la hemorragia?

— ¿Pues por qué va a ser? —dijo Ruffnut como si fuera obvio, tomando de tonto al exjefe. —Eso es mensual.

Y tal como la voz de la sirvienta lo había plasmado, Eero quedó como un tonto frente a todos.

—Pero... ¿tan grave se puso? —Preguntó ahora Hiccup.

Ruffnut guardó silencio y mejor dejó a la viejita explicar lo que sólo las mujeres podían entender.

LUZ DE LIBERTAD (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora