Capítulo XII

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—Con todo respeto "princesa", necesito hablar con ¡HICCUP, AHORA! —exigió Eero en un grito, dando un paso hacia adelante con la intención de entrar en la casa, aunque fuera pasando sobre la imprudente princesa.

— ¡Ya le dije que Hiccup está dormido! —Lo empujó Astrid tratando de no hablar tan fuerte.

— ¡PUES QUE DESPIERTE! Es el jefe de Berk y tiene que atender un asunto ¡AHORA!

— ¡Que no! Está cansado, ¿qué asunto quiere tratar con él que no puede esperar para mañana?

— ¡Ese no es asunto suyo, APARTESE!

—Unas casas se están incendiando. —Dijo Bork haciendo de réferi entre ambos. —Sólo queríamos avisarle, ya hay vikingos trabajando en eso.

Astrid comprendió la gravedad del asunto, fijo su vista en el cielo oscuro que a pesar de que lucía tranquilo empezaba a empañarse por el humo del fuego.

— ¿Y el sistema contra incendios? ¡Utilícenlo! Con eso podrán apagar el fuego más rápido.

—Como se ve que usted no sabe nada de nada, esa basura que construyó Hiccup no sirve. — bramó Eero empujándola para entrar a la casa, la golpearía si no fuera la esposa de su nieto y una importante princesa.

Astrid rápidamente fue detrás de él, lo tomó del brazo y con una fuerza sorprendente lo sacó. Bork estaba realmente sorprendido y muy dentro de él quería reírse.

— ¡Ya le dije que Hiccup está durmiendo!

— ¡No intervenga! —Gritó en su cara. —Mi nieto es el que necesita arreglar esto.

Astrid hizo una mueca de asco con el aliento del exjefe, aun así, no se retractó ni quitó de la puerta.

— ¡Yo iré, sé cómo funciona el sistema! Ya verá que realmente funciona.

— ¡He dicho que no se meta, que esa basura no sirve!

—Más vale que usted entienda, ¡no despertaré a Hiccup! Arreglaré yo el problema y si trata de entrar no dudaré de echarlo a patadas.

Bork soltó una risita nada disimulada ante el desconcierto de Eero, pues este no esperaba ser tratado así por la "dulce y tímida" princesa.

—Princesa... no me haga perder la paciencia...

—Y a mí no me haga perder el tiempo. —escupió Astrid caminando hacia el establo donde descasaba Toothless y Stormfly.

Eero la siguió con la intención de ponerla en su lugar, sin embargo, Astrid lo evadió sin detener su paso, una vez que entró, Toothless gruñó alterado, enfadado por haber sido despertado, al igual que Stormfly.

—Tranquilo Toothless. —Acarició Astrid. —Sigue durmiendo... Stormfly... ven chica, necesito tu ayuda.

La dragona entendió la petición de su amiga, se levantó, estiró perezosa y obedientemente se encaminó a la salida, otro acto que dejó asombrado a Bork, puesto que la princesa trataba con respeto y amabilidad a los dragones.

—Toothless duerme, pronto volveremos. —Pidió al somnoliento dragón que no hacía más que bostezar, este se dejó acariciar y debido a que no iba a ser requerido (como siempre) se recostó en la paja haciéndose un ovillo.

Astrid sonrió al ver que tanto Toothless y Hiccup dormían de la misma forma; dejándolo ya durmiendo, se dio media vuelta y su expresión cambió a una de fastidio al ver a Eero, sin darle importancia a sus rezongos, montó a Stormfly y juntas emprendieron el vuelo hacia donde estaba la columna de humo; dejando al exjefe ardiendo por la furia.

LUZ DE LIBERTAD (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora