Capítulo LII

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Advertencia: Este capítulo contiene una escena lime, lemon, Hotcake, como sea. XD

Están advertidos.

Axila Lamida.

El atardecer había llegado a la isla, un pintoresco anaranjado/rosado adornaba el cielo, y el sol se alejaba en el horizonte, el mar, la brisa e incluso las aves y pequeños dragones volaban con tranquilidad a lo largo de todo el cielo. Desde un mirador, instalado en lo alto de un árbol, una pareja de vigilantes hacía su guardia sin perder ningún detalle de su alrededor, en especial de la isla vecina, donde con un catalejo podían divisar también a sus "tranquilos" enemigos. Sin embargo, también estaban atentos hacia la dirección donde el sol se ocultaba, expectantes porque sus amigos aparecieran.

—Ya se tardaron. —susurró Ruffnut bajando el catalejo.

—Lo sé, dijeron que sólo irían unas horas, ya han pasado dos días desde que Astrid se fue, tres desde que Hiccup lo hizo. —recordó Snotlout.

— ¿Crees que haya pasado algo?

—Nos lo hubieran hecho saber de inmediato.

—Tal vez sólo quieren estar solos. —opinó otra voz

Ambos guardias se giraron para ver al recién llegado, era Tuffnut bajando con Odalys del dragón taladraco.

—Porque esos dos no pueden estar ni un momento sin el uno y el otro. —continuó el gemelo dando su teoría, mientras abrazaba a su esposa por detrás y restregaba como un gatito su mejilla contra la de ella.

—Tuffnut aquí no. —le susurró la avergonzada chica.

—Sí, deja de hacerlo aquí...—regañó su hermana. — ¿y qué quisiste decir con lo otro? ¡Astrid y Hiccup tienen una hija!... con lo preocupones que son, no creo que hayan decidido darse unas vacaciones de ella y por supuesto de nuestros enemigos. —señaló la isla anexa a ellos.

—Retiro lo dicho, fue sólo una ocurrencia. —dijo Tuffnut con su característica tranquilidad.

— ¿Y a qué vienen? Si se puede saber... —preguntó Snotlout.

— ¿Qué más? A hacer la guardia. —respondió la Berserker.

—Ah es cierto y qué bueno porque ya tengo hambre.

—Tú siempre tienes hambre. —dijo Ruffnut con fastidio.

—Ya no seas gruñona, mejor vámonos ya.

La vikinga sólo siguió bufando con fastidio, pero acompañó a Snotlout de vuelta al refugio; mientras que los revelos de guardia se despidieron de ellos hasta que los vieron alejarse junto con sus dragones. Una vez solos, el gemelo aprovechó para abrazarse otra vez a su risueña mujer para colmarla de mimos y caricias.

—¡Tuff! Aquí no.

—Sólo un poco... ¿sí? Nadie se dará cuenta... será rapidito.

—Oh... yo no quiero "rapidito". —infló la mejillas la chica. —Además, alguien puede venir.

—Ah... sí ¿cómo quién? ¿Esos tipos de la isla de allá que no han venido en todos estos días?... ¿o ese terrible terror que se ve que dirige a nosotros? —señaló el gemelo al pequeño dragón que se apreciaba a lo lejos.

— ¿Qué dijiste? —susurró la sorprendida Odalys acercándose a la baranda para ver aquel que se acercaba

—Eh... ¿Qué dije? — repitió este para sí mismo, apenas dándose cuenta de su comentario.

LUZ DE LIBERTAD (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora