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Juliana respiró profundo y cerró los ojos, apretó las sabanas de la camilla y pensó en su niña, en su risa y en los besitos que estaba empezando aprender a dar, eso la relajó un poco. Debía concentrarse en estar bien, sin importar el diagnóstico afuera la esperaban su hija, su abuela, sus amigos, y Val. Si bien tenían mucho que arreglar, no era el momento, tenía que pensar en estar bien, no podía dejarse derrumbar, una de sus virtudes siempre fue el entusiasmo, su vida había cambiado pero aferrarse al recuerdo de las risas de su hija le aliviaba el corazón.

Cuando hicieron todos los análisis correspondientes a Juliana, resultó tener una anemia producida por un problema de útero y ovarios, tenía la presencia de varios miomas que no permitían un buen comportamiento de su aparato reproductor, esto ocasionó la ausencia de regla y los cambios hormonales. El golpe en la cabeza solo fue una contusión, no había fractura ni hematoma en la región, a los días le retiraron los puntos de la frente.

Lupe supo el diagnostico de su nieta, se quedó más tranquila al saber que era algo tratable, al mes y después del primer tratamiento le prescribieron descanso y cambiar su ritmo de vida, recogieron sus cosas y se marcharon a Manzanillo, para pena de Gloria y del señor Montolla, que las añoraban todos los días, pero Val les había dispuesto un chofer que los trasladara cuando quisieran y así fueran a visitarlas.

Dos meses después, Juliana jugaba en la playa de Manzanillo con la pequeña Luna, que ya tenía casi nueve meses. Después del accidente, y sin decir lo que realmente le pasaba a sus compañeros, excepto a Márquez y a Mariana, pidió un permiso de un año y se trasladó a la costa a vivir, Val le visitaba una vez al mes, y hablaban a diario, llevaban la relación con calma, Valentina estaba satisfecha con el trato que habían hecho, Val se hacía cargo de todos los gastos médicos y no médicos a cambio de cero trabajo y distancia de por medio, de esta manera ambas podían pensar pero sobre todo Juliana iba a estar alejada de toda angustia e iba a recuperarse, aceptar que Val las mantuviera era demasiado pero no pudo oponerse.

En Manzanillo la vida era fácil y tranquila. Por la mañana Juliana paseaba con su abuela y la pequeña por la playa, y por la tarde, hasta que el sol se marchaba, bajaba ella sola a la playa o jugaba con Luna a hacer castillos en la arena. La niña en ese tiempo parecía haberse relajado. Desde que Juliana pasaba el día entero con ella, había normalizado hasta el sueño. Por las noches, le daba de cenar a las ocho y se dormía en su cuna. Después, Juliana se tiraba en el sillón a leer, a ver una película si Valentina se lo permitía, pues esa era la hora de la video llamada, la doctora postrecito llamaba dos veces al día, temprano en la mañana y al principio de la tarde pero en la noche se extendía y hablaban por video llamada así podía verla y cerciorarse que estaba bien, verificaba los medicamentos y su estado, eventualmente le pedía que se quitara la ropa para observarla y llevaban una libreta de anotaciones con todos los cambios buenos y malos que iba presentando, era un tratamiento hormonal fuerte y siempre debía estar monitoreada, mientras tanto Lupe aprovechaba y se marchaba con las amigas así dejaba a su nieta a solas con su doctora.

Pensaba mucho en Val. Le añoraba cada instante del día. Pero no habían vuelto a hablar de su relación, sin embargo Val le decía que la amaba las tres veces al día que llamaba, diario llegaba un mensajero en bicicleta con un ramo de florecillas y cada dos días llegaba un pastel. Hablaba con Mariana todos los días, pero trataba de no preguntar por Val y su amiga le respetaba con una mínima mención. El día en que Mariana le dijo que ella estaba embarazada, se alegró mucho por ellas. Y sonrió al pensar en sus niños Luna y ese nuevo bebé juntos. Sería maravilloso.

Pasado un tiempo, el tratamiento de Juliana iba viento en popa. Al principio pensó qué iba a tener problemas de fertilidad, pero luego todo fue mejorando y tras varios exámenes le confirmaban que su estado de salud era nuevamente sano. Val la mandaba a buscar cada vez que tenía revisión médica y aprovechaba para estar con ella sin presión.

Si yo no te tengo (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora