La piel es de quien la eriza

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*Habla Lori

Los días pasaron rápido, Ken me llevó cada día a rehabilitación y a ver a Marco que no tardó mucho en estar de vuelta en casa, la tarde que volvió yo había dedicado todo mi día a limpiar y preparar el cuarto y hacer una maravillosa cena.

*Ken: Juegas sucio y lo sabes.
*Lori: ¿Que? ¿Por qué?
*Ken: A un Ilsø se le conquista con comida y bebida, siempre.
*Lori: Pues espero que me funcione y me lo recompense.

Ken perdió todo el color en su cara, no podía creerse lo que acababa de decirle, yo tampoco podía creer lo que había dicho.

*Lori: Lo siento Ken- me apresuré a decir-
*Ken: Si si, bueno voy a hacer la maleta que me voy mañana.
*Lori: ¿Quieres que te ayude?
*Ken: No es necesario.

Después de cenar, (nos dejaron a los dos solos) subimos a la habitación.

*Lori: tenía tantas ganas de volver a estar juntos.

Me agarró de la cintura pegándome a él y se agachó un poco para besarme, yo me puse de puntillas facilitándoselo y me perdí en su boca mientras enredaba mis manos en su pelo.

*Marco: Yo tengo tantas ganas de ti.

Me fue empujando hasta llegar a la cama donde me dio un pequeño empujón de los hombros para tumbarme, yo grité un poco porque aún tenía bastante dolor.

*Marco: Lo siento- Dijo mientras se colocaba sobre mí y me besaba sin darme tiempo a decir nada más.

Me fue quitando la ropa mientras decía...

*Marco: He tenido mucho tiempo para pensar en todo lo que podía hacerte, bueno más bien pensé en lo que no me gustaría que Ken estuviera haciendo.
*Lori: ¿QUE????
*Marco: NO-DI-GAS-NA- DA

Dijo entre beso y beso.

*Marco: Y ahora, quiero castigarte por torturar mi mente.
*Lori: Si yo no he hecho nada.
*Marco: En mi cabeza si.

Se deshizo de mi sujetador y me agarró ambas manos sobre mi cabeza inmovilizándome mientras con su boca succionaba mis pezones y tiraba de ellos con los labios.
Yo no pude evitar gemir.

*Marco: Nos van a oír, yo no tengo problema, pero solo te aviso.

Me quitó las braguitas y ató mis muñecas con ellas, puso la almohada encima a modo de barrera imaginaria.

*Marco: No puedo atarte a la cama pero no quiero que te muevas.

Asentí con la cabeza, flexiono mis piernas y las abrió dejándome totalmente expuesta a él, se puso de pie delante mía, y las cerré instintivamente.

*Marco: No no, no te muevas.

Empezó a quitarse la ropa frente a mi, estaba más delgado pero aún así era un hombre tan grande, cuando se deshizo de su ropa interior liberando su gran erección miré hacia otro lado sonriendo.

*Marco: Nena, mírame, no me vengas ahora con timidez, ya no me engañas- dijo riendo-

Se agarró el pene con la mano y subió a la cama mientras se masturbaba, yo le miraba a él para evitar ver lo que hacía y él negó con la cabeza en señal de desaprobación, bajé la mirada, y joder la piel se me erizó al momento, es enorme, más de lo que recordaba, y él movía su piel arriba y abajo, era tan erotico.

Se echó sobre mí apoyado en un brazo mientras con la otra manos frotaba con la punta de su polla en mi entre pierna, justo donde acaban todas las terminaciones nerviosas de mi pequeño cuerpo.
Me besaba con avidez casi sin dejarme respirar mientras yo intentaba jadear con su lengua dentro de mi boca, cuando mi cuerpo empezó a tensarse paró de repente.

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