Máscaras emocionales [YunGi||MinYu]

15. LA MÁSCARA DE YUNHO...

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-¿Has despertado?

Mingi observa el rostro del chico del lindo cabello celeste a sólo unos centímetros del suyo, él sonríe de manera cálida mientras acaricia su cabello con sus dedos como si quisiera calmarlo, pero solo consigue ponerlo ansioso y por eso detiene los movimientos del más alto tomando su mano para alejarla rompiendo el contacto.

-¿Por qué estás actuando así?

No le gusta, Mingi realmente prefiere evitar los actos cariñosos dirigidos hacia a él, sólo hacen que reviva recuerdos que prefiere mantener en una caja dentro de él con llave.

-No entiendo, ¿a qué...?

-Actúas cómo si quisieras hacerme sentir bien por algo, solo no actúes así -Mingi se levanta, ahora se sienta y busca en su mochila hasta sacar su móvil para ver la hora-. Mierda, ¿por qué no me despertaste?

-No quise arruinar tu tiempo de descanso -Yunho toma asiento al igual que el castaño, la única diferencia es que él está sentando en la posición de indio e inquieto baja la mirada observando sus zapatos-. Realmente se nota que no duermes en casa.

-Acabas de perder clases por mí, Yunho -dice el castaño acercando su rostro al contrario, coloca una de sus manos al lado de su cuerpo y la otra toma su mentón para subir su mirada-. No debes ni tienes porque preocuparte por mí, no es necesario y hasta donde yo sé me encuentro bien.

«Tú mirada dice lo contrario»-Si, pero en real...

«Si se da cuenta que lo has visto llorar solo vas a lograr que te ignore durante una semana entera o mucho más»

-Solo ignora tu preocupación por mí.

Yunho asiente, no porque este de acuerdo o acepte lo que le pide, solo prefiere no responder a ese tipo de petición.

-¿Podemos ir a comer algo? -cuestiona con una leve sonrisa.

-Claro, solo voy aceptar porque te quedaste acompañándome -dice ahora acercándose hasta rozar sus labios con los del alto que siente su alma a punto de salir, en serio quiere terminar de acortar la distancia pero el castaño solo sonríe divertido notando lo mucho que desea un beso de él, pero sólo se aleja soltando también su quijada-. ¿Que deseas comer?

-Estoy seguro que en realidad también quieres comer conmigo -le sonríe acercándose para besar al castaño que sonríe cuando sus labios se juntan en un beso bastante corto comparado con los muchos que se han dado, pero aún así es algo satisfactorio-. ¿Estoy mintiendo?

-No, creo que alucinas en grande.

El peliceleste ríe por el comentario, claramente el presidente sabe como poner sus emociones de cabeza.