Máscaras emocionales [YunGi||MinYu]

24. DESAHOGAR UN POCO DE DOLOR

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Realmente pensó que el vicepresidente no se iba a dignar a verlo a la cara después de lo que sucedió tres años atrás pero tal parece que no le importa, y bueno, no debería sorprenderle cuando Song Mingi es un chico que actúa según sus propias emociones y que este ahí debe ser por una necesidad emocional, probablemente algo referente al chico de cabello celeste.

Lo único extraño es que el heredero Song viste algo informal, no lleva el uniforme estudiantil ni un traje de esos caros que hasta donde sabe lo obligan a ponerse por lo que verlo con esa ropa es algo extraño, le hace recordar el pasado donde podían convivir sin ningún problema de por medio. Sin embargo, lo más extraño de su vestuario es que lleva gafas de sol y un cubrebocas, puede que sea casi una celebridad pero los Song no necesitan cubrir su rostro ni nada parecido a menos que no quieran ser vistos por alguien y eso, si Keonhee no está siendo paranoico, quizás el vicepresidente viene de algún lugar donde no deseaba ser visto por nadie o al contrario, no desea ser visto con él, tiene más lógica siendo que son enemigos.

Directo al grano, Keonhee se levanta de la banca donde se encontraba y avanza hacia el otro chico que sólo detiene su paso cuando lo ve acercarse, ambos bufan al verse, la presencia del contrario les provoca emociones desagradables pero aún así, el rubio decide empezar esa conversación que tarde o temprano debía dar inicio.

-¿Por qué haces esto?

-Keonhee...

-No, ¿sabes qué? No me importa, solo deja esta estupidez y lárgate -observa detenidamente alguna reacción pero debido a esos lentes al igual que esa mascarilla es incapaz de ver adecuadamente su rostro-. Lo único que vas a lograr es traer más desgracias, por eso fingiste tanto tiempo y ahora vienes fingiendo frente a Yunho que no lo odias, no te entiendo, realmente no puedo entender nada que provenga de ti.

-Puedo explicarte.

-No, no quiero explicaciones -alterado desarregla su cabello antes es de mirarlo lleno de ira-. Quiero que te alejes de él, ahora mismo.

Bien, Mingi estaba dispuesto a conversar con más tranquilidad pero sin duda no le agrada para nada lo que ahora está pidiendo, es inaceptable, es casi como una apuñalada en el corazón. Quita los lentes de sol al igual que el cubre bocas y da un paso al frente, conecta su mirada con la del chico contrario que también lo reta con ella, parecen dos perros rabiosos a punto de irse encima del otro si alguno no cede.

-¿Quién eres tú para obligarme? -cuestiona Mingi entre dientes.

-No sé te olvide que yo puedo decirle tu maldito secreto a todo mundo, ¿es lo que quieres, Song Mingi?