La adolescencia [Ducktales]

¡Chicos malos!

Narra Huey:

—Gracias de nuevo por aceptar venir con migo a la biblioteca de la ciudad...Aunque aún no entiendo el porque.— dudo un poco, distrayendome un poco del camino.

—No hay de que, además también pensábamos ir a la biblioteca a buscar libros que nos ayuden a...— Dewey es interrumpido por Webby, que le tapa el pico con sus manos.

—¡Para eso están los amigos!— ella sonríe de manera muy sospechosa.

—¿Qué traman ustedes dos ahora?— me detengo y los miro seriamente. Este par son un gran causante de problemas.

—¿Queeee? ¿Nosotros? Pfff. Deliras Huey.— sonríe.

—¿Qué acaso no podemos acompañarte a ti a la biblioteca, sin razón alguna?— ríe nerviosa.

—No saben mentir, ya hablen.— hay que ir al grano. Obviamente ya no tienen escapatoria de mi.

—Bieeen... planeamos hacer una aventura nosotros dos y necesitábamos más información de lugares para ir a explorar, por eso vinimos contigo a la biblioteca.— explica Webby.

—No queríamos decirle a nadie, por eso estábamos ocultado la investigación. Bueno, ahora que los sabes ¿No se lo dirás al tío Scrooge, verdad? —¿Habla enserio? Si ellos se meten en problema yo estaré involucrado, a menos que...

—No, no los acusare. —ambos sonríen felices. —pero tendrán que hacer algo a cambio. —sus sonrisas desaparecen.

—¿Qué es lo que quieres?— Webby se acerca a mi y me mira con los ojos entrecerrados. Ja, tu intimidamiento no sirve con migo Webbs.

—Quiero ir con ustedes a esa aventura.— dije con firmeza. Ambos se miraron por unos segundos.

—¿Eso sólo?— Webby me mira algo confundida.

—¡¿Qué?! ¡No! Esta será una aventura del dúo aventurero, no está incluido un nerd!— exclama Dewey.

—Bien...le diré al tío Scrooge.— alzo los hombros.

—¡No! Digo, obvio Huey, tu irás con nosotros, tu cerebro nos ayudará de algo.— ella empuja a Dewey y sonríe.

—Genial, ahora volva...— miro a mi alrededor. Creo que nos desviamos del camino. —¿Cómo llegamos aquí?—

Webby también da un reojo del lugar.

—Oh no...Chicos hay que salir de aquí ¡Ahora!— nos toma del brazo bruscamente para luego comenzar a correr.

—¿Por qué corremos? ¿Qué sucede we...

Los tres chocamos contra algo que se interpuso en el camino.

—Oh mira que tenemos aquí...los chicos McDuck, a mamá le agradara esto.— un espeluznante sujeto muy alto nos mira sonriendo, y dos hombros más salen detrás de él y comienza a reír.

¡Son los chicos malos!

🐣🐣

—Miren nada más que tenemos aquí, los sobrinos McDuck y la nieta de la ama de llaves, que grandes que están... esperen, aquí falta un chico amarillo o verde ¡¿Qué acaso escapo, idiotas?!— la mujer, o más conocida como mamá de los chicos malos, les exclama a sus hijos que nos tenían atados.

—No madre, sólo estaban estos tres en la calle...— responde apenado uno de los chicos malos.

—¡Oye! Ya sueltanos ¡No hemos hecho nada contra ustedes!— Dewey grita molesto.