Capitulo XIV: Flor de campo

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Las flores varían de tamaño y naturaleza, pero todas se marchita y eso es un común denominador en cualquier planta y/o. Ella no es diferente y su personalidad no dista demasiado del veneno de una víbora coralillo, más a su vez ella es bastante hermosa y amable; podría ser mejor si sus decisiones hubiesen sido otras. Y es aquí donde me pregunto, el destino de ambos cambiaría en otra historia? Papá viviría sin condena? Ella sería una mujer libre y amante incondicional de papá? Si ellos hubieran nacido en un mundo repleto de seres he devoran humanos, quién hubiera perdido la cabeza?
Lo único que deseo para ambos es que estén juntos.
Mamá, perdoname si hoy no consigo recordar del todo buenos momentos que pase contigo, pero en mi pecho se quedaron grabados aquellos momentos que amabas quisiéramos borrar.

Esto pasó unos meses antes de que papá volviera a este mundo. Es algo que inclusive ella quisiera olvidar. Y no es para menos, sus manos sobre mi hermano de aquella forma es terrible.

Aquella tarde cenamos a las 5:30 como ya era costumbre desde hace 6 años. Siempre tratábamos de huir apartir de las 6, pues ella se quedaba pérdida apenas daban las 6:15, y luego de quince minutos comenzaba a gritar y a golpear las cosas; lo hacia por frustración, por lo que le hizo a papá, aparentemente no aguanto el peso de la vida de papá.

-Ya váyanse, llevense el plato a su cuarto. -faltaban 20 minutos antes de que empezará su locura.

-Pero mamá...

-Fue una orden! LARGO! - mi hermano no quiso levantarse y se quedó en la mesa. Yo lo estire y casi arrastre pero simplemente no pude con él.- A...

-Mama? - la mire y tome su brazo pero me aventó a un mueble, me golpee la cabeza, para mi suerte tengo la resistencia de papá. Ella miro a mi hermano, y noté que ya no estaba en sus cabales. Su mirada mostraba lujuria, y la manera en que se acercaba a mi hermano me hizo levantarme rápido, aunque me mareé, casi no pude sostenerme y la vi acercarse a él con intenciones de besarlo, por lo que le lancé un vaso de vidrio a la cabeza (fue sólo un reflejo), ella me miro, expresando así que si me acercaba a él no dudaría en golpearme; más ignore su mirada y me puse en medio de ambos.- Mamá! Él no es a quien buscas!

- Lo único que tu quieres es apartarme de Eren!

- Él está muerto!

-BLASFEMIAS!

-Mama! Él es tu hijo! Es Adrián! -mamá me aventó y lo agarró de la cara y él sólo agachó la cabeza, tenía miedo de lo que ella pidiera hacerle creía que debía moverse y hacerle entender que él no era papá, pero se quedó parada sin poder cotradecirla. Ella entonces reaccionó un poco.

-LARGO! -solto a mi hermano y se fue a la sala de entrenamiento.

-Adrian! Vámonos!

Aunque seas un presoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora