Capitulo XXXI: Es que sin ti me ahogo

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La casa sigue vacía desde hace tres días pues Ymir y Adrián se quedarán con Annie, no quiero que vean que estoy destrozada.
Quiero abrazarlos en cuatro días diciendo: papá y yo somos un matrimonio oficialmente...

Solo necesito saber si esa mujer con la que estuvo él tendrá la dicha de quedar embarazada y decir: Hey! El hijo es de Eren Jeager!... Solo espero que no.
Pero si fuese yo la que resultase embarazada... De quién sería entonces? Colt o Eren... Por qué me puse en esta posición? Qué razón hay para hacer algo así?
Él ya era mío... y todo se desplomó en dos semanas por culpa de qué? Inseguridades entre ambos? Quizá este "amor" no sea tan fuerte como para atravesar esas barreras...

El teléfono era más ruidoso que mis pulmones al tomar aire y quería arrojarlo por la ventana, meterme entre las sábanas y no abrir los ojos de nuevo... Pero ¡Oh Dios todo poderoso, creador de vida que gracias a tu "dicha" fui creada...! A la mierda con eso... Tome ese molesto aparato entre mis dedos dándome cuenta que el perpetrador de mi paz, era el causante de mi soledad, y no, no era Colt, era Eren...

–Mande.

–Annie me dijo que no te has molestado en ir a ver a tus hijos... Por... –no iba a escuchar nada de lo que me dijera si solo iba a quejarse de mis decisiones. Así que le colgué.

–No estoy para reproches "cielo"... –hice énfasis en la última palabra antes de quitarle la pila al teléfono y dejarlo en la mesita de noche.

Mire el reloj que yacía colgado encima de la puerta sin poner atención a la hora realmente, solo escuchaba el tic tac y mi respiración ir retrasada en comparación. Me tire de nuevo en la cama para mirar el techo sobreponerse encima de mi como si fuese inalcanzable. Estúpido techo! Qué crees que eres el fin?!...
Parezco idiota haciendole muevas al techo como si él tuviese la culpa de mis desgracias, es más ni siquiera es un él, sino un el... es una cosa y ya...

–Y Pum! Te volviste a quedar sola...

–Ya te habías ido maldita Bruja! –mire a la silueta que me acechaba parada al pie de la cama como si fuese dueña del mundo.

–Pero estoy aquí de nuevo... Y sabes por qué?

–No y no me interesa... –me volví para mirar el techo pero su negro rostro se puso frente a mi.– Quítate!

–Vas a dejar que te culpe de todo? –me di la vuelta sobre la cama para no verla de nuevo pero se poso ahí de nuevo.– Él también pecó! Y lo dejaras llevarse la victoria?

–Sí, lo merece y lo sabes. Él es especial y único, así que sí! Si esto arregla nuestra relación que se quede la gloria.

–¡Mikasa él te engaño! ¡Se acostó con otra mujer! Y dejarás que se vaya así sin más?!

–Que sí te dije! ¡¡¡Y YA DEJAME EN PAZ QUE NO VOY A MATAR A EREN!!! –avente una de las almohadas en dirección de aquella sombra pero desapareció de ahí.

–No le vas a reprochar?!

–¡¡¡NO!!! ¡Y basta de eso!...¡Eren merece lo mejor de todo el mundo!... y yo se lo daré porque lo amo, si no puedo dárselo teniéndolo conmigo lo dejaré ir, y aceptaré que rompí la taza de nuevo. Solo déjame en paz. –cerré los ojos esperando desacerme del ruido, pero sonó el teléfono de la casa.

Que horror! Seguro está vez si era Colt.

–Bueno... quien habla?

–Soy Frieda Reiss... quiero hablar con Eren. –me altere al escucharla, pero no dije nada que la asustará.

–Eh... sí, habla Mikasa... cualquier cosa que quieras decirle yo le diré que llamaste, él sabrá atenderte... –ni idea del porque, pero ella no me dejó terminar totalmente y colgó, como si tratase de huir.

Aunque seas un presoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora