Pensé demasiado lo que iba a decir entonces, si algo podía perjudicarlo eran mis palabras, no tuve más opción.
Y aún así después de todo solo estaba en mi mente un día de esos dos meses antes de su ejecución.
(Cambio de narrador: omnisciente.)
Una casi helada noche de invierno a principios de año caía sobre la vivienda como lluvia de martirisantes estrellas, no se requería pedir ayuda en ese instante sino más bien una dulce compañía, aunque la tenía entonces, toda esa gente dentro de su casa quienes bebían alcohol como imbéciles no eran lo que ella quería.
—Fuera de mi casa. —la sentencia repentina de la azabache hizo que todos le mirarán asombrados sintiendo un miedo irracional.— Creo que no me han escuchado... FUERA-DE-MI-CASA! —aquel miedo de repente se transformó en pavor haciendo que cada uno de los presentes huyera del lugar.
—Lo necesitas. —la rubia le dió un pequeño golpe en la cabeza y tomo dirección en sus pasos hacia la escalera.— Me quedaré a cuidar de lo niños. Ve con él. El día de hoy lo necesitas más que nunca.— sin un aviso previo la más alta comenzó a llorar y salió corriendo de su residencia.
Él por su parte solo admiraba la noche pensando en nada, dejando que la fluidez gélida del aire acogedor acariciara su cara. Con el cabello atado y unas hojas llenas de escritos citando frases de algunas personas ajenas a su ser, observo la femenina figura que rápido se acercaba a el recinto. Miro el calendario de la cocina, era el cumpleaños de aquella mujer... "Veinte años ya..." Suspiro antes de abrir la puerta para recibirla, parecía agradecida de que aún estuviera. Lo abrazo sin dar un lugar a las dudas de su mente, ella solo quería sentir su calidez, quería solo acariciar esa cascada de chocolate.
—Feliz cumpleaños... —su tono amable la hizo derramar mares de lágrimas saladas que empapaban por completo sus mejillas.
—Te quiero mucho Eren... —apretó un poco más aquel abrazo, dándole un mínimo espacio al aire.— Te amo demasiado... Me haces falta, todos los días...
—Aun tras expresar tu rotundo odio hacia mi? Aún tras meterte en una paradoja de amor-odio en mi contra? —como el aire, las heladas palabras del castaño la hicieron erizarse y separarse rápido de él.
—No saldré de ella nunca... Cada una de las cosas que te dije han sido ciertas. No soy como tú, que me has mentido. "A qué he venido? Vine a discutir o abrazarme a su calidez?"
—Yo sí te amo, de la misma manera en que los angeles quieren al cielo, me gusta soñarte, y contarte que a pesar de todo te quiero, que me ahogo sin ti, hay días en que esto no lo entiendo, no entiendo este amor... Pero creo que esto es amor a nuestro, es nuestro mundo... Solos. —qué tan enardecidas debían estar sus palabras para hacerla llorar al grado de gritar inclusive?
La miro un instante con esas mismas ganas de llorar, para después verla dejarse caer al suelo de rodillas siguiendo el acto, la amaba y observar sus lágrimas desesperadas era horrible, pero...
—Mikasa... —sin dejar de lado sus lágrimas le miro titubeando.— Te quiero cuando ríes... Pero más cuando lloras. Con celos y manías, pero al menos es sincero...
Ella se levantó para ir hacia él de nuevo está vez para besarlo y no dejarlo ir hasta llegar al acto carnal.
(Cambio de narrador: equisciente)
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Aunque seas un preso
FanficNovela inspirada en la película ¡Milagros inesperados! personajes pertenecientes a Hajime Isayama. Corría por un bosque oscuro, solamente iluminado con la luz de la luciérnagas, en donde solo se escuchaban perros ladrando y el aullido de los lobos...