1. Encuentro

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Mi nombre es Kara Danvers trabajo junto con mi hermana y jefa Alexandra Danvers en una agencia de alta categoría, llamado el Buró Federal de Investigaciones mejor conocida por sus abreviaturas como el FBI, tardé mucho en lograr acoplarme pero con la ayuda de mi hermana mayor y nuestros padres logré posicionarme en un puesto bastante bueno, para mi padre Jeremiah Danvers eso fue un gran logro, para mi madre Eliza Danvers un peligro inminente. Sin embargo ella entendió que no todo en la vida será de colores, algunos serán grises otros oscuros, entre otros.
Los Danvers me adoptaron al cumplir los quince años de edad debido a la sorpresiva muerte de mis verdaderos padres Alura y Zor-El, ellos murieron en un accidente automovilístico, algo que a pesar de los años sigue sin parecerme un accidente pues ambos eran bastante cuidadosos al momento de ir manejando, incluso checaban el motor del auto. Aquello fue tan inesperado que tardé en asimilar que ellos ya no estarían conmigo ayudándome como siempre solían hacerlo.
Pero gracias a la ayuda de la familia Danvers logré tantas cosas, una de ellas el saber que mis padres se encuentren en dónde estén nunca me dejaran sola, y mi familia adoptiva tampoco.

Con Alex al inicio fue muy duro pues ella solía ser hija única, pero al llegar a interrumpir su vida todo fue un gran cambio para ambas, a las dos nos costó trabajo compartir nuestras cosas al igual que el conocernos, con el tiempo logramos entablar una conversación sin peleas logrando así ser unas verdaderas hermanas, sin embargo hoy la conozco tanto que sé que no dejará de estar metida en un enorme caos de papeleo si no lo termina en un mismo día.

-Alex por favor vamos ya, también necesitas un respiro nada en la vida será proteger a una ciudad entera-. Le dije al verla por más de media hora en la mesa de mi apartamento revisando, leyendo y firmando alguna que otra hoja.

-Quedamos de salir hoy y en cambio trajiste a tus fieles compañeras, las hojas-. Golpee mis manos a los costados de mis muslos levantándome del sillón.

-Lo siento Kara, te juro que sólo estos papeles y después vamos-. Sin quitar la mirada de la hoja entre sus manos me dijo a lo que yo bufé recargando mi cuerpo en el respaldo del sillón.

Iba a insistir de nuevo cuando unos leves toques en la puerta me hicieron ir a abrir.

-¡Hola!-. La chica del otro lado de la puerta saludó emocionada no sin antes abrazarme.

-Hola. Pasa-. Dije después de sentir como se separaba de mí para comenzar a entrar.
Detuvo su caminar al ver a mi hermana en la mesa, frunció el ceño al mirarme.

-Dime que no lleva horas ahí metida-. Señaló en dirección a Alex a lo que yo solo me encogí de hombros.

-¡Por Dios!-. Dijo para después acercarse a ella.

-Hola para ti también Imra-. Contestó Alex dejando por fin el papeleo en la mesa en un orden perfecto. Se levantó de la silla y abrazó a Imra en modo de saludo.

Imra Ardeen es detective asociada en la agencia, hemos trabajado juntas en varias ocasiones llendo a hacernos buenas compañeras de trabajo y sobre todo tomando confianza siendo así una amistad fluida entre las tres.
Fuera de la agencia somos sólo tres personas normales, dentro, somos un gran equipo.

-¿Sabes? Deberías de dejar de lado eso y ya irnos porque así nunca saldremos a disfrutar la poca vida que nos puede quedar eh-. Sí, sin duda una gran amistad, tanto ella como yo nos preocupamos mucho por las personas a las quiénes amamos.

-Va, vámonos ya, he terminado-. Dijo tomando su chaqueta de cuero negra.

-Ya era hora mujer-. Dijo Imra abriendo la puerta para las dos siendo la última en salir y cerrar la puerta bajo llave.
Bajamos las escaleras a paso lento, al llegar al último escalón nos sorprendimos Alex y yo al ver la camioneta que Imra había comprado.

Eres mi esperanza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora