—¿Solo le rompió el fémur?
—¡Alan!
Nuestros padres gritaban histéricos dentro de la cocina, mi hermana dormía encima del mueble, normalmente cuando ella dejaba que su demonio la dominara, terminaba muy agotada, antes no solía creerle, pensaba que lo hacía para evitar que nuestros padres le gritaran inmediatamente después de su travesura, para cuando hablaran con ella, ya estarían calmados. Pero después de que fui poseído por primera vez, me doy cuenta que es demasiado peligroso.
¿Cómo ha podido mantenerlo a raya tanto tiempo?, ¿Cómo lo hace papá cuando su demonio es más poderoso?
Yo empezaba a asustarme, apenas faltan días para cumplir 17 y ya puedo sentir la manera como voy cambiando, a veces me dan ganas de huir a un lugar donde no pueda dañar a nadie.
Tampoco podía evitar pensar como Leia había calmado a mi demonio otra vez, su toque había hecho que mi furia desapareciera. Pero tengo que evitar acercarme demasiado a ella, no fue correcto besarla, yo amo a Bonnie y eso no cambiara, no quiero que se confunda.
Se supone que debo protegerla.
Eso me hace recordar que tengo que hablar con la cabeza hueca de Liam, sé que está interesado en Leia, lo conozco demasiado bien, se cómo acabará eso.
—¿Qué hizo ahora?
—Golpeó a un chico con un bate y casi mata a mi novia.
—¡Genial!
Angel se sentó a mi lado sonriéndome, me hace recordar a mi cuando era niño, claro que su aspecto era muy diferente al nuestro, Angel era la viva imagen de mi madre, cabello rubio ceniza, ojos verdes claros, piel de porcelana, además que era muy positivo y alegre. Mi tío Oliver siempre molestaba a mi papá diciéndole que definitivamente era un Moore, no tenía una pisca de los Hoffman y mi tía Evangeline siempre le sugirió a mi mamá que le pusiera a Ángel su apellido, porque no parecía ser hijo de mi padre.
Mi papá se enfurecía mucho con eso e intentaba que Angel fuera más como nosotros o como él, pero Angel le hacía honor a su nombre, era un niño muy dulce y tenía la bendición de no tener ningún tipo de poder o ente demoníaco adentro de él.
Será alguien normal.
—¿Qué le hizo tu novia la anoréxica?
Mi papá salió de la cocina seguido por mi mama.
—¿Por qué siempre tienes que excusarla? —mi mamá lo enfrentó—. ¿Por qué siempre tienes que respaldarla cuando se equivoca?, solo haces que ella piense que está bien.
—Tu no entiendes Lucy, su naturaleza demoniaca no sale por sí sola, el palo andante de la novia de Bael debió hacerle algo.
—Terminó conmigo.
—Oh cariño —mi madre se acercó a mi acariciándome el cabello—. ¿Te encuentras bien?
—Si mamá —le sonreí—. Solo es un malentendido, no estamos separados en realidad.
—Si quieres mi opinión, estás mejor sin esa tabla —gruño mi papá—. Entonces, Gabriela solo trataba de cuidarte.
—Eso no justifica que vaya queriendo matar a la gente porque si Alan, ¿Qué hubiera pasado si de verdad mata a alguien solo porque está enojada? ¿Quieres que tu hija sea una homicida?
—Algún día Lucy, tu hija crecerá junto a su hermano y tendrán que proteger a Liam y todo lo que él representa, lamentablemente tendrán que matar, así como yo mate en nombre de tu hermano y su corona —mi padre levantó a Gabriela aun inconsciente—. La llevaré a su habitación.
