—Quien diría que estaríamos en la misma clase—dijo Jessy sonriendo ampliamente emocionada—. Y que tengamos la misma edad y que las dos seamos becadas .
Leia acomodaba sus cuadernos y libros en su casillero, estaba intentando prestarle atención a la chica nueva y en intentar no caerse por intentar alcanzar un libro que estaba en la parte superior de los casilleros. Una de las cosas que le habían sorprendido de la escuela, eran sus enormes y modernos casilleros.
—Yo también me alegro mucho—dijo Leia sinceramente.
—Estaba tan aterrada esta mañana cuando llegué a la isla—dijo Jessy acomodando sus lentes—. No tuve una buena experiencia en mi anterior escuela y me habían dicho que esta escuela era algo...
—¿Elitista?—Leia asintió—. A mi me habían dicho lo mismo, pero me equivoqué totalmente. Yo tampoco tuve una buena experiencia en mi anterior escuela ¿sabes? Yo no tenía amigos y sufrí de acoso escolar. Pero desde el primer día que llegué aquí, todos me trataron con mucho respeto y ahora tengo amigos a quienes aprecio mucho y aunque no lo creas tengo novio.
—Me alegro mucho por ti—Jessy pareció entristecerse un poco apoyándose en el casillero de a lado—. Espero poder tener la misma suerte que tú, tener una buena vida aquí y todo eso.
—Encontraste a tu primera amiga—Leia se señaló—. ¿Es una buena señal no?
Jessy asintió volviendo a sonreír.
—¿De verdad no quieres que te ayude con ese libro?—Leia se negó diciéndole que ella podía sola—. Oye, ¿Lo que me dijo el director es cierto?, ¿El príncipe heredero está en nuestra clase?
Leia se rindió y empezó a saltar para alcanzar el libro, pero una mano apareció por detrás de ella y sacó el libro con facilidad.
—Pareces un conejito saltarín—Liam le entregó el libro—. Un lindo conejito bebe.
—Yo podía sola—le dijo Leia haciendo puchero.
—Es mi deber como novio, alcanzar cosas de lugares de altos y abrir frascos—Liam le pasó el brazo por los hombros—. Déjame hacer mi trabajo mujer.
Le beso en la mejilla y Leia sonrió abrazándolo. Liam olía a jabón, su perfume que Leia le parecía delicioso y a su aroma habitual. Se acaba de bañar y parecía de un muy buen humor.
—¿Hola?—Liam noto a Jessy que los miraba.
—Ella es Jessy—Leia los presento—. Es nueva y va estar en la misma clase que nosotros. Él es Liam, también está en nuestra clase.
—¿No se te olvida algo?—Liam sonrió y miró a Jessy—. Soy su novio, el amor de su vida y no tan importante el príncipe heredero, el director tenía razón.
Jessy pareció ruborizarse de la vergüenza.
—Su Majestad...—Jessy intentó hacer una reverencia muy nerviosa.
—El término correcto para dirigirte a mi es su alteza real, pero puedes decirme solo alteza— Liam sonrió burlón—. Majestad es utilizado para mi padre.
—¡Liam!—Leia sonrió escandalizada—. Jessy no le hagas caso, solo está molestando.
—Llamarme Liam—dijo estirando el brazo para estrecharle la mano—. Aquí soy tu igual, un gusto en conocerte.
Jessy le estrechó la mano con nerviosismo mientras Leía seguía haciendo pucheros porque Liam quería espantar a su nueva amiga.
—¿Vamos a mi casa hoy?—Liam miró a Leia—. Mi mama quiere que te lleve a cenar pronto, además que ya no soporto a Gabriela y Jose.
