CAPITULO 11.- tercer fragmento

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—¡Theo! —el pequeño Antoni corrió hacia su hermano mayor—¡volviste pronto!

Pepe y Flufly, sus perros fueron detrás de él.

Theo puso su maleta en el piso para poder recibir a su pequeño hermano.

—¿Cómo estas campeón? —su padrastro Victor se acerco a saludar, miro a su esposa, la cual bajaba del lado del piloto—¿todo bien amor?

—Si—Arlete fue al maletero para sacar algunas bolsas de compras—aproveche para ir al mercado de camino aquí.

—¿Por qué siempre estas abrigado en verano? —le pregunto el pequeño Antoni.

—porque su verano, es mi invierno—sonrió Theo—¿papa estas libre ahora?

—pensé que no querrías hablar ahora—Victor ayudo a su esposa a llevar algunas bolsas—porque no te instalas y después vas a mi oficina para charlar.

Theo asintió llevando su maleta y a su hermano como costal de papas.Seguido por sus perros que no paraban de intentar bajar al pequeño.

Cuando entro a su habitación sintió un nudo en la garganta, siempre le gustaba volver ahí. Aunque Víctor no era su padre biológico, siempre lo había tratado con mucho amor y cariño de un padre normal.

Siempre se sintió partido en dos. Por un lado, estaba el beta del príncipe, quien tiene dinero ilimitado y familiares fuera de común, con mansiones y palacios para vivir, con su novia semidemonio y una hermana ángel, con un padre hechicero y el otro el segundo hombre mas importante del mundo de los hombres lobos. Con un mejor amigo príncipe por el cual debe entrenar rigurosamente, para proteger su vida y estar a su servicio para siempre, un futuro demasiado grande y lleno de responsabilidades que superan la imaginación.

Por el otro lado estaba el Theo perteneciente a una manada de los lugares más rústicos y lleno de naturaleza, de Finlandia. Aunque su padre Victor era un alfa, sus tareas más difíciles era mantener a raya a algunos lobos forasteros y seres mágicos que quieran roban su ganado. Tenían una vida tranquila y hogareña, con un pequeño hermano de 10 años y dos perros. Con un amigo llamado Noel, que era el hijo del beta de su padre, con quien jugaba en el bosque desde que tenía memoria. Y su mayor responsabilidad era sacar a pasear a los perros.

Cuando cumplió 6 años y vino su papa Matt a llevárselo, estuvo demasiado confundido y al comienzo odio a su padre. Pero después se acostumbró a su doble vida. Lo difícil era hablar en el reino de su familia en Finlandia y viceversa. A Matt le afectaba mucho que le dijera papa a Victor y a su mama le afectaba que le dijera papa a Dylan.

Pero Theo amaba a sus cuatro padres, aunque sonara extraño. A veces quisiera que los cuatro se llevaran bien entre ellos.

—¿te vas a quedar aquí para siempre? —le pregunto Antoni saltando encima de su cama mientras él acomodaba su ropa en sus cajones.

—no lo sé—dijo sin sonar afectado—pero me quedare un buen tiempo.

—¡genial! —dejo de saltar y bajo de la cama—¡pasaremos más tiempo juntos!, ¿crees que te puedas quedar para mi cumpleaños?

—posiblemente. —le sonrió a su pequeño hermano.

Dejo a su hermano en la sala, prometiéndole que despues de hablar con su papa, iría a ver pelicular con él, toda la tarde.

Entro a la oficina y a la vez biblioteca que tenia en la casa y se sentó enfrente de su papa.

—¿Qué paso hijo?, ¿Por qué nos llamaron a última hora para decirnos que estabas viniendo para aquí? —Víctor suspiro— tu mama discutió a gritos con Matt una hora por teléfono, y no quiere decirme nada.

THE RETURN OF KINGDOM (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora