—Yo...—escucho por un momento la respiración entrecortada de Theo—. Yo solo me siento tan perdido y solo sabia que quería hablar contigo.
—¿Entonces solo me buscas para consuelo?
—¡No!—Theo gruño frustrado—. Te extraño Gabriela, por la diosa luna Gabriela, te juro que a veces no puedo ni respirar de lo mucho que te extraño.
Gabriela intentaba controlar sus emociones, que amenazaban con explotar pronto.
—Yo no te he extrañado—mintió intentando herirlo—. Yo te olvide tan rápido como te fuiste.
—Lo dices como si yo hubiera querido irme...
Gabriela bufo.
—No parecía que pusieras tanta resistencia—Gabriela suspiró—. Escuche como mi papa discutía con los tuyos, como ellos le decían que tú habías decidido irte para alejarte de mí, ¡porque yo era muy peligrosa para ti!, ¡porque al no ser mi mate no tenias nada que hacer conmigo!
—Gabriela...
—¡Eres un cobarde!—Gabriela seguía internándose en el bosque gritando furiosa—. ¡Siempre lo fuiste!, yo estaba dispuesta a todo por ti, ¡me arrodille ante mi padre por ti!, ¡Implorando que me deje estar contigo!, ¿Qué hiciste tú?, ¡Nada!, escondiendo detrás de tus padres como siempre.
—Cálmate por favor, Yo intente...
—¡Una mierda que me calmo!—Gabriela paro de caminar—. Ahora me doy cuenta que yo hacía todo por la relación, yo te busque, yo me declaré, ¡yo hacía y deshacía!, y tu... tu solo me contempladas hacerlo, es...como simplemente tú aceptabas todo... porque no tenías alternativa...
—¡Yo te amaba!—se sorprendió, Theo jamás le había gritado de ese modo—. Aun lo hago... yo aceptaba todo porque quería verte feliz, todas tus alegrías, toda tu mierda y que eres consciente que era mucha, lo acepte todo porque te amaba y quería ser tu pilar, quería ser tu sostén, alguien que tu sabias que podrías apoyarte—Theo solo una pequeña risa de dolor—. Quien diría que llegaría el día que tu me reclamarías por todo eso.
—¿Debería estar agradecida?—Gabriela bufo—. Pues, ¡Gracias por hacer que te amara tanto, al punto que te volviste todo para mi!, ¡Y también te agradezco por tirarme a la basura después de eso!
—¡Yo no tuve opción!—gritó Theo furioso—. ¡Yo quería todo lo que habíamos soñado!, ¡Yo quería casarme contigo!, ¡Quería viajar contigo por el mundo!, ¡Quería tener hijos contigo!—Theo rompió a llorar—. Yo... cuando me di cuenta que no eras mi mate, se me rompió el corazón, no pude soportarlo, quería morir.
—Yo casi morí por ti Theo—Gabriela también lloraba de frustración—. Me corte las malditas muñecas, casi me muero por que no soportaba un mundo donde no podíamos estar juntos.
Theo sintió como su alma salía de su cuerpo al escuchar eso. No sabía qué decirle.
—Yo se que no es tu culpa que no fuéramos mates—hablo Gabriela después de un silencio desgarrador—. Pero la forma en la que termino, la forma como te fuiste como un maldito cobarde, alejándote de la loca de tu ex..., si tan solo me lo hubieras dicho, si tan solo te hubieras despedido, ¿Qué te costaba mirarme a los ojos y decirme la verdad?
—Pensé...
—Te odio—Gabriela tragó saliva—. Te odio tanto, quisiera volver en el tiempo y detenerme a mí misma, evitar que yo me confesara ante ti, quisiera que nunca hubiéramos sido novios, quisiera borrar cada beso, cada caricia, ahora recordarlo solo me produce asco y repulsión, ¡Deseo con todo mi alma nunca haberme entregado a ti!