Alan entra al despacho resoplando y ve a Dylan, Rosali y Lucy acomodando el lugar que casi nunca usa porque prefiere usar el despacho de Oliver para molestarlo.
—Siéntate rectamente y lee el papel—Dylan alzo una ceja—. ¿Si sabes leer cierto?
—¿Quieres morir?—le replico Alan.
—Por favor compórtate—Lucy le acomodo el cabello y le beso la frente—. Esto es por los lectoras...
—Bien—Alan respiro resignado—empecemos:
Esta parte esta dedicada a @isbeli16 , una lectora que siempre comenta nuestra estúpida historia, que ya no es nuestra historia, porque ahora es la mediocre historia de los estúpidos pubertos de...
—¡Alan!—grita Lucy—¡Eso no dice el papel!
***
¡Hola alfakinas!, se que se supone que publique mañana, pero voy a estar ocupado, por eso lo publico hoy.Si hay errores perdonen, no he revisado casi nada el cap, lo arreglare para la próxima.
Como supieron por Alan, esto esta dedicado a @isbeli16, espero te guste el cap ;)
***
—¿Entonces la besaste?
Jose enterró su cara en la almohada de Leia, ella se preguntaba porque todas las personas que la visitaban, usaban su departamento como si fuera suyo.
—Después me aterre y actúe como si no hubiera sucedido—le explico Jose—. Ella estaba toda hermosa, reflejada por los colores del atardecer, reluciendo como los últimos rayos del sol y meneando sus hermosos cabellos como si fuera parte del aire...
Leia empezaba a cuestionarse si Jose hablaba de la misma Gabriela, que atacaba a sus compañeros de clases con bate de béisbol con cara de loca.
—Entonces se acercó a besarme mientras escuchábamos el sonido de las olas romper contra la arena, todo era muy perfecto—Jose siguió explicando—. Pero recordé que aún es menor de edad. Puede que sea mi mate, y aunque ya tengo pelotas de color negro por esperar todo este tiempo, no pienso tocarle ni un cabello hasta que sea mayor de edad.
—No entiendo qué tiene de malo, ella casi es mayor y estaba totalmente dispuesta—Leia le dio una taza de té para que se tranquilizara—. ¡Además es tu mate!, no creo que tenga algo de malo.
—Soy 18 años mayor que ella—Jose agradeció la taza con un gesto y se la quedó viendo triste—. Soy un adulto, no puedo dejarme llevar por impulsos, además quiero que ella me bese porque me quiere, no por un deseo efímero e irresponsable.
—Eres su mate—volvió a repetir—. Aunque ella no lo sepa, su transformación está cercana, debe estar confundida porque estoy segura que debes atraerle mucho.
—Estaba notablemente coqueteandome, como lo haría una chica de su edad, a unos días de haber terminado con su novio por él que casi se mata—Jose la miró con amargura—. Creeme, se que ella solo estaba jugando y yo un hombre de casi 40 años casi caigo en su juego, me siento un estúpido.