Dedicado a @Nahomi18gonun , espero que te guste el capítulo.
Besos.
***
—¡Qué bonito día! —dijo Jose riendo alegremente.
Caminaba por las calles contento de volver estar ahí, Jeremy lo miraba con cara escéptica, estaba bastante sorprendido de que Jose no había cambiado nada. Su comportamiento seguía siendo entusiasta y alegre como un niño, y empezó a recordar porque solía decir que Jose parecía un perro labrador.
A la vez estaba aterrado. Su amigo era cálido, noble, de buen corazón y su sobrina estaba igual de loca que su padre. Se lo iba a comer con todo y zapatos al pobre Jose.
—¿Sigue abierto aquel restaurante donde solíamos ir a tomar desayuno? —pregunto Jose.
—No lo sé, hace mucho tiempo que no voy—respondió Jeremy—la verdad, hace mucho que tampoco paseaba por la ciudad, solo la veo cuando paso con el auto para el trabajo.
—¿Vas en auto al trabajo?—Jose lo miro sorprendido—¿En el único lugar en el mundo donde puedes pasear donde quieras transformado en tu lobo?
—Ando muy ocupado para ir por ahí transformado y paseando—bufo Jeremy—entre el trabajo y el niño, casi no tengo tiempo para dormir.
—¿Bruno es tan pesado como tú?—se burló Jose.
Jeremy lo golpeó suavemente en el brazo.
—Me hace recordar a Rosali—sonrió Jeremy—llora por todo.
—Ayer me llamo Jaime—Jose cambio de tema—quiere que me mantenga escondido una semana, si sabe que salí contigo por la ciudad me mata.
—Yo tampoco debería estar aquí—habla Jeremy—pedí 10 días de descanso, pero Eva piensa que estoy en el trabajo.
Jose se sujetó de su brazo.
—¿Pediste descanso para estar conmigo?—Jose habló con voz de mujer—Me halagas...
—No me toques—Jeremy intento zafarse, pero Jose se aferró—me había olvidado de tus estupideces...
—¿Jeremy?
Los dos quedaron petrificados cuando escucharon la voz de Evangeline.
Jose empezo a temblar, podía olerla, ella estaba detrás de ellos.
—Amor...—Jeremy volteo enfrentando a su esposa.
—¿No estabas en el trabajo? —Evangeline cargaba al pequeño Bruno y estaba al lado de Gabriela.
Cuando Jeremy vio a su sobrina, maldijo por dentro.
—¿Cómo estás pequeña? —Jeremy no le había visto desde que ingresó a la sala de emergencia junto a su padre.
—Bien—Gabriela le sonrió—Mi tía me trajo en un día de chicas.
—Pero íbamos a ir a tu consultorio—Evangeline se veía un poco preocupada—Estábamos en el salón de belleza y Bruno empezó a llorar, le ha salido una especie de sarpullido.
Jeremy sujeto a su hijo inmediatamente revisándolo.
—Debe ser alérgico a algún químico que usan para el cabello o lo que sean que hagan ahí—dijo preocupado—vamos a mi consultorio, lo revisare mejor ahí.
