Odette aterrizó colocando a Gabriela en el suelo, vio el desastre que había enfrente de ellas, dos cuerpos que se golpeaban tan rápido que no se podían distinguir quien era quien.
—Ve con Liam—Gabriela empezó a estirarse—. Yo me encargo de estos imbéciles.
Odette asintió, y voló hacia la casa. Gabriela se acercó corriendo hacia ellos dos, esquivando los rayos y el fuego que invadía el lugar. Llegó en el momento exacto que los dos se abalanzaban el uno contra el otro, apareció en el medio sujetando el puño de Estefan y la pierna de Bael con sus manos y los empujo lejos uno del otro.
—¡¿Qué mierda les sucede?!
Noto que los dos se levantaban furiosos, tenían los ojos color rojo.
Estaba jodida.
Penso rápido, aun no podía dominar a su demonio por completo, ya que faltaba un año para transformarse, pero sabía que si se concentraba podía usar un poco de su poder al igual que su hermano, el problema era que no tenía idea de cuáles eran sus poderes y no sabia porque tenia miedo de usarlos. Le habían dicho que las únicas dos veces que habían usado un poco de estos, había temblando la tierra y no sabia como pero apareció mucha sangre.
Vio a su querido hermano acercándose por la izquierda y a su estimado primo acercándose por la derecha.
¡Al carajo!, pensó, ¡Que se jodan todos!
Empezó a concentrarse y sintió como un hormigueo en las manos, las observo y noto que estaban tornandose de color oscuro, también sintió como una corriente cálida recorría su cuerpo y la ira la empezaba a brotar de su pecho. Sin saber porque, alzo los brazos, como si su instinto le dijera cómo moverse, Bael y Estefan salieron volando sin haberlos tocado, cerró los puños y la tierra empezó a temblar. grietas se abrieron en el suelo. Gabriela noto que estaba flotando un poco, sintió que perdía sus fuerzas y cayó al suelo totalmente agotada. Pudo notar que alguien le sujetaba el pie, pensó que tal vez era su hermano, pero cuando vio quien le sujetaba gritó con todas sus fuerzas, pateando a la cosa esa.
Era una especie de muerto viviente, Gabriela miró a todos lados aterrada, de las grietas que había provocado, salían varios muertos vivientes.Estos se arrastraban hacia Bael y Estefan, que estaban inconscientes en el suelo.
Gritó con todas sus fuerzas cuando los muertos ya la tenían rodeada y no podía ver hacia ningún lado, cerró los ojos asustada esperando que la atacaran. Escucho su nombre, y sintió a alguien que la abrazaba por la espalda.
—¡Gabriela!—Jose la zarandeaba—¡Tienes que cerrar las grietas!
Gabriela abrió los ojos notó como los lobos de fuego de su padre atacaban a los muertos, que seguían saliendo de las grietas.
—No...no se como hacerlo—Gabriela negaba con la cabeza abrazándose de Jose—. No se como he hecho todo esto.
—Vamos Gabriela—Jose la sujeto del rostro—. Yo creo en ti, tienes el poder de detener esto, tu puedes hacerlo todo.
Gabriela volvió a concentrarse y aunque no sabía que estaba haciendo, concentró todos sus pensamientos en las grietas.
Escucho el grito de su padre, al menos le tranquilizaba que él estaba ahí, sintió como su energía era absorbida de golpe, ya no tenía fuerzas ni para mover sus piernas y brazos. Jose la cargo y sintió cómo se movían.
—Lo hiciste—escucho como susurro—. Duerme mi amor.
