capítulo 27

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Harry Potter pertenece a JK Rowling.

Tenemos algunos personajes de libros, series de anime sobre magia, etc.

Capítulo 27.

Thomas y Alice, se acercaron sonrientes a su hermano mayor, el cual se encontraba en la biblioteca, realizando apuntes en unas hojas de pergamino; luego de que el primogénito de Lily, acabara su entrenamiento de Quidditch.

― "Harry, mañana es sábado, ¿vendrás con nosotros a Hogsmeade?" ―preguntó Alice entre susurros. Harry solo asintió, sin dejar en ningún momento de repasar, aquel libro que lo tenía tan absorto.

― "Vamos, Harry" ―susurró Thomas― "Iremos a Hogsmeade"

― "Corrección: Mañana, iremos" ―dijo Harry con una sonrisa burlona, mientras anotaba cosas de un cuaderno con apariencia de libro, pasaba algunas páginas, anotaba algo más, cerraba el libro y abría otro, comenzando a hojearlo― "Aún quedan algunas horas de estudio, hoy es viernes, un día laboral, común y corriente, así que relájate"―el pelinegro asintió, ante las palabras de su rubio hermano.

― "¿Qué estás leyendo?" ―preguntó Alice interesada, en el gran número de libros ante Harry, de los cuales este estaba anotando cosas.

― "Estoy recopilando información" ―contestó―"magia rúnica, lanzadora, estelar, medioambiental, antigua, blanca, simpática, negra, inclusive nigromancia" ―los hermanos se miraron, ahora sabían, gracias a sus propias encarnaciones espirituales, quienes había sido su hermano en otras vidas, vidas ya muy lejanas (al menos, en el caso de Zeref, quien habitó Lemuria, cuando esta se llamaba Earth-Land), Merlín era un poco más... reciente, pues el nombre antiguo de Inglaterra fue Camelot y Merlín Valentine, estaba en el siglo XV, pasándose de listo y entrando a Hogwarts, yendo a la casa de Slytherin.

Al salir, los hermanos Potter, vieron a Neville consolando a una Lavender, la cual no dejaba de chillar, en el hombro de Neville.

― ¿Qué ha pasado? ―preguntó Alice preocupada por su compañera.

―Mi.... mi conejo Binky, era una cría y... y... ¡un zorro lo ha cazado! ―chilló la chica ―Era... era lindo, pequeño, con pelaje gris.

― ¿Solo gris? ―preguntó Harry― ¿Crees poder describirlo?

―Solo... solo gris... ―dijo la castaña desconsolada.

― ¿Por qué la pregunta, Harry? ―preguntó Neville, el cual tenía su hombro húmedo, por las lágrimas, al parecer, infinitas de su compañera.

―Pequeño... gris... con largas orejas... muy juguetón... ―comenzó a pensar Harry, mientras juntaba sus manos, dejando solo un pequeño espacio, una luz rosa; todos miraron en su dirección y los ojos negros de Lavender se abrieron, incrédulos, ante lo que se formó entre las manos de Harry, todos se acercaron para ver mejor, tanto Gryffindor, como Ravenclaw ―"La Magia de Vida, fue considerada por la antigua Lemuria, como un Arte Negro..." ―susurró Harry sonriente, mientras las manos temblorosas e incrédulas de la rubia, se movían lentamente hacía el animal, el cual saltó a los brazos de la Gryffindor, la cual lo abrazó― "Porque el poder de otorgar vida, solo debería de ser de una divinidad, no debería estar literalmente, en manos de los hombres". ―Luego de cumplir, con tal de salir de esa situación, enseñó las runas que recorrían sus brazos, casi una semana entera, los alumnos hablaron, sobre la hazaña milagrosa de Harry y ya había varios, queriendo y planificando, tomar Runas el próximo año.

Llegó el día sábado y Hermione, arrastró a su pareja fuera de la cama, le obligó a bañarse y vestirse, para ir a Hogsmeade, varios les acompañaron, mientras que unos graciosos George, Fred Weasley, acompañados y alentados por Thomas Potter, más atrás iban Alice Potter, Neville Longbottom y Susan Bones, mirando esto con pena ajena, mientras que los Weasley y el Potter, decían: "¡Abran paso a Harry Potter Black, el mago que puede obrar milagros, aquel que ha domado a la vida y la muerte, el próximo gran hechicero de Inglaterra!", Hermione y Daphne, iban cada una, a un lado de Harry, mientras que eran ignorantes, de cómo Lavender Brown, planeaba pagarle a Harry, por lo que había hecho por ella, mientras que el gran grupo, entraba en el salón de té de Madame Pudipié.

Mientras que el fin de semana pasaba en Hogsmeade, para gran parte del alumnado, una carta llegó al despacho de Dumbledore, en una lechuza anciana. El director agarró la nota, usó su vieja varita para revitalizar al ave, aun le dolía el haber perdido la legendaria Varita de Saúco, pero no tenía forma de saber dónde o quien podría tenerla.

17 de septiembre de 1993.

Querido Dumbledore.

Le tengo muy buenas noticias. He logrado hacer que Harry Potter tenga sueños de carácter erótico, conmigo.

Creo que podré invitar a James, Lily y a sus hijos, para la celebración del Yule.

Con algo de suerte, podré darle una poción de amor a Harry Potter, entraré en su habitación en la noche y lo haré preñarme, la magia de la familia Prewett, tendría que actuar entonces, permitiéndome tomar un 40% del dinero de los Potter.

ATTE.: Molly Weasley.

Albus se permitió sonreír feliz. Todo estaba yendo muy bien. Karkarov y Máxime, habían aceptado ir, además de que habían aprobado las tres pruebas: Huevos de Dragón (enfrentado a los alumnos a un Dragón), el rescatar algo o alguien del fondo del lago negro y, un laberinto. Se permitió sonreír: Pronto, muy pronto, en menos de un año y medio escolar, Voldemort volvería a la vida, una nueva guerra tendría lugar, y él volvería a ser importante, al ser una vez más, quien enfrentaría al Mago Tenebroso, más malvado de la actualidad (después de su amado Gellert, claro está).

Él volvería a ser importante, su voz volvería a tener la misma fuerza y poder de antaño.

Esa misma noche, por medio de un pergamino, en el cual Hermione anotó cientos de runas, Harry y ella, se enteraron del secreto del profesor Lupin y del porqué, la Casa de los Gritos, había vuelto a recibir su nombre: su maestro de DCAO, era un licántropo.

Recuerdo

Soy más antiguo que lo que puedas imaginarte, Harry ―le dijo Merlín un día a Harry, cuando estaban casualmente en Grecia, no recordaba si fue en Corinto, o en Argos ―Y vi como el primer licántropo, cobró vida. Fue un hechicero, el cual intentaba adquirir más poder, pero erró, en un supuesto método para ser más poderoso, se equivocó, en una palabra, o en una de aquellas runas de ese círculo rúnico suyo ―hizo un gemido de enfado y frunció el ceño ―Nadie podría ser tan idiota, como para intentar conjurar los poderes de un espíritu animal, invocar a un demonio lobo y generar un circulo de runas élficas y uno de runas griegas, sumando a un par de caracteres vascos. Harry... ―le miró fijamente ―Siempre, siempre, en toda situación: investiga y aprende a fondo, el lenguaje del hechizo o el origen de la poción. Las noches se volvieron el tormento de ese mago y yo, en un intento por auxiliarle, solo pude hacerlo cambiar en las noches de luna llena, él me juró que encontraría su forma de acabar con la maldición.

Y no lo logró ―dijo Harry ―Pues ellos, los licántropos, existen hasta nuestros días.

Fin del Recuerdo

Sacó un pergamino y escribió.

Querido Padre.

Como ya tienes en tu conocimiento, yo mismo recibí cientos, sino miles de estudios mágicos, de distintas culturas, gracias a mis maestros.

Creo que tengo la respuesta, para salvar al profesor Lupin, antes de que su tiempo humano se agote, antes de que acabe matando a alguien. Para esto, necesito que vayas a mi habitación y rebusques, por un libro mío, con el título de «Maldiciones Virus» y dos más: uno con caracteres dorados y de tapa roja y uno de caracteres plateados y de color azul, creo que podría saber cómo tratar la maldición (con magia rúnica), pero necesito de algo más poderoso, ya tengo los libros necesarios en la casa.

Gracias.

ATTE.: Harry Potter Black.

Los tres, habían escuchado sobre Sirius Black, Remus Lupin, Amelia Bones y Narcissa Black, los mejores amigos de sus padres.

―Por favor, Merlín, Zeref... no me quiero ver obligado a volver a Al-Kharj ―rogó estresado. Prefería embarazar a Daphne y ser perseguido por Julius Greengrass y por James, prefería renunciar a su magia y convertirse en un simple Squib Muggle, prefería fallecer...

Antes que volver a esa ciudad del demonio, a buscar la otra forma, de liberar a un licántropo de la maldición.

No le temía a la muerte, o al dolor, solo que...

No deseaba volver a pisar esa ciudad.

Harry Potter El Mago No-Muerto[Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora