capítulo 29

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Harry Potter pertenece a JK Rowling.

Tenemos algunos personajes de libros, series de anime sobre magia, etc.

Capítulo 29: El que ríe al final.

El viaje hasta la Madriguera, fue para James y Lily, un mar de recuerdos. Y todos muy agradables. Era una casa, a las afueras de Ottery St. Catchpole en Devon, Inglaterra; la casa tenía varios pisos.

― ¡Muy vistosa! ―dijeron Thomas y Harry, sonrientes ante la forma de la casa Weasley.

― ¿Divertida, es una palabra aceptable en esta situación? ―preguntó una sonriente e ilusionada Alice.

La puerta principal se abrió y vieron salir a Arthur y Molly, James y Lily, se abrazaron a la pareja.

―Gracias por invitarnos, para las fiestas de Yule, Molly ―dijo Lily.

―Por nada, Lily ―dijo Molly sonriente, abrazando a la mujer.

― ¿Qué tal, ves las cosas, tras volver al país, James? ―preguntó Arthur.

― ¡Vamos Arthur, es diciembre, déjame disfrutar del Yule, sin tener que preocuparme por el trabajo! ―pidió James.

―Ya, perdón ―dijo.

―Y tú, jovencita: compórtate ―dijo Harry a Kira, la Augurey lanzó un chillido a modo de afirmación y se elevó en el aire.

―Pasen, niños ―invitó Molly.

―Gracias, señora Weasley ―dijeron los tres Potter, mientras entraban y Molly cerraba la puerta.

― ¡Hola, chicos! ―dijeron los gemelos Weasley, deshaciéndose en abrazos, para los tres hermanos, sin importarles que Harry fuera un Ravenclaw.

Al menos no es un Slytherin ―pensó Molly.

Comida, charlas, recuerdos de sus épocas doradas en Hogwarts y como obtuvieron sus puestos de trabajo.

Harry sonrió por dentro de sí. Se encontraba divertido, al ver el rostro de furia de Ronald y el rostro de angustia de Ginevra. Para él, no era una sorpresa lo que se vendría, sabía muy bien, que a lo largo de aquellas... semanas, que estarían en la Madriguera, Molly Weasley, en cualquier momento podría usar alguna poción para permitirle enamorarse de ella, obligarle a hacerle el amor, embarazarla y conseguir parte del oro de la casa Potter. Además: Dumbledore, podría estar planeando algo, ¿tomar sus conocimientos mágicos, de alguna forma?, ¿el oro de la casa Potter?, ¿separarlo de su familia?, ¿impedirle alcanzar más conocimiento, del que poseía actualmente?

Sin embargo, Molly no lo hizo inmediatamente. Y eso, solo fue peor para Harry: hizo que sus alarmas se pusieran al máximo y tuvo que ir tomando muchas duchas, para relajarse y se auxilió con la meditación.

Finalmente, la noche de Yule, cuando misteriosamente a todos les entró el sueño, Harry se vio extrañado, al tener que dormir con Ronald y Ginevra, Harry se quedó por un momento en el comedor, mientras que todos se iban, él suspiró y se fue a su cama ―Maldita desgraciada... maldito Dumbledore ―pensó, mientras entraba en su habitación, liberó un pulso de magia y un par de runas en sus brazos, reconociendo que ambos estaban muy profundamente dormidos.

Molly entró, minutos después, Harry sonrió, la luz de la luna iluminaba tanto, como si fuera de día, era una mujer delgada, de cabello crespo anaranjado, ojos negros, tez blanca...

La noche, les dio una diversión candente, una larga y pasional noche.

Los besos, las caricias, las palabras soeces que en esos momentos sonaban tan eróticas, la... experiencia de Zeref y Merlín, en las artes amatorias, no le permitían disfrutarlo, tanto como él lo deseaba, pero no tendría por qué disfrutarlo.

No con Molly Weasley.

Si Molly creía que tendría la situación controlada, pues estaba mal.

Si Dumbledore creía que él se iría como un idiota detrás del cuerpo de una MILF, estaba muy mal.

Él se divertía. Ellos creerían que tendrían algún tipo de control sobre él. Él ganaría, al final. Se divertiría con ella, no solo esa noche, sino otras, siempre y cuando ella le apeteciera seguir las ordenes de Dumbledore.

Él reiría, al final.

Le daba igual, si ella quedaba embarazada, seguramente era lo que ellos deseaban. Bien podría tener a su hijo, no le importaba.

Jamás la amaría y, además, las posibilidades de que el niño, tuviera la maldición...

La verdad fuera dicha: no le importaba en lo más mínimo la humanidad, él solo deseaba vivir en paz y en calma, junto a Hermione y Daphne, de ser posible junto a su padre, su tía Lily y sus hermanos.

Bien podía el planeta entero extinguirse.

Él no lucharía por la humanidad.

Ni contra los Mortífagos, ni junto a La Orden.

Solo viviría su vida.

Valle de Godric; Casa Dumbledore.

En horas de la madrugada, Albus recibió una carta corta, que iba a su punto: «Lo hice con Harry, no creo que una sola vez sea suficiente para preñarme, así que lo visitaré nuevamente mañana y pasado mañana, esperemos que, con eso, sea suficiente»; en esos momentos, luego de haber pagado ciertos dineros, a ciertas personas y conseguir más información sobre la Magia Negra de Ankhseram, sobre la Magia que robaba vida, luego de verla por sí mismo, aunque fuera, de forma onírica...

¿Viviría alguien aun en ese hogar, o solo reinaría la muerte?

La Magia Negra de Ankhseram, era una magia emocional, una la cual nunca antes Dumbledore había visto, solo tenía documentos que hablaban sobre ella. Esa magia, solo podía ser controlada, cuando el usuario olvidaba el sentido de la vida, cuando se lo otorgaba, la magia entraba en vigor, asesinado a todos a su alrededor. ―Asesinando a todos, a su alrededor ―pensó preocupado, no pudo evitar imaginarse un centenar de personas, entre Magos de Luz y Mortífagos, todos en el suelo y a Harry Potter, en lo más alto y sobreviviendo― ¿Podría con eso, acabar para siempre, con Voldemort?, ¿será esta la magia desconocida para él, y aquella que le daría el triunfo?, ¿así verá su final Voldemort?

Recuerdo

(...) ―Un poder que el Señor Tenebroso no conoce...

Fin del Recuerdo

A la mañana siguiente, cuando Albus bajó a desayunar, se encontró con Horance Slughorn. ― ¡Hora Horance!, es una sorpresa el tenerte en mi casa, ¿en qué puedo ayudarte?

―Toma asiento, Albus ―pidió el ex - profesor de Pociones y Defensa Contra las Artes Oscuras ―Debo contarte algo ―Albus así lo hizo ―Esta Tom Ryddle, en su... sexto año, cuando una noche, me hizo una pregunta sobre un objeto de magia oscura, llamado Horrocrux. Le expliqué como dividir su alma y como confinarla en un objeto, para así ser inmortal... ―Albus lo escuchó y también, supo sobre algunos de los objetos, que Horance creía que podrían ser Horrocruxes de Voldemort.

―El año pasado, es decir: en 1992, una alumna de primer año, en ese entonces: Ginevra Weasley, fue controlada por un diario de Tom. Sí, creo que eso pudo haber sido un Horrocrux y te prometo, que buscaré los que acabas de nombrar.

―Usa el hechizo Anima Revelio ―aconsejó Horance, Albus asintió y, cuando lo vio Desaparecer, se mordió el labio. No tenía idea, de qué, ni del cómo, planeara hacerlo Harry, si es que, de casualidad, supiera sobre estos objetos, así que se decidió a buscarlos él mismo y teniendo la ayuda de su hermano y de unos pocos.

Harry Potter era El-Niño-Que-Vivió. Pero ignoraba muchos de sus métodos, ignoraba como pensaba, o si al menos, tendría algún amor por la humanidad.

Tendría que hacerlo él mismo.

Harry Potter El Mago No-Muerto[Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora