capítulo 57

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Harry Potter pertenece a JK Rowling.

57: Calma Precedente.

Dumbledore y Snape, miraban desde el limbo, con forma de estación 9 ¾, como el mundo seguía girando sin ellos, cosa que fue un duro golpe para ambos.

Para Severus porque él fue parte de los Mortífagos por muchos años y ahora, de aquella gran organización creada por El Lord Oscuro, solo eran un puñado, encontrándose aliados con bestias como lo eran los Licántropos o los Gigantes. Se asqueaba al ver al Señor Tenebroso, yendo a arrastrarse con esas bestias asquerosas, de los Duendes e ir con el Rey, solo para ser asaltado por los Duendes, logrando escapar por muy poco.

Dumbledore, veía como esa falsa copia suya, creación de Harry Potter, tenía ideas mucho más suavizadas, sobre cómo guiar al Mundo Mágico y que obviamente no traicionaría a su maestro, lo veía deslizando ideas sobre la comprensión y el cariño, pero no sobre cómo guiar al mundo mágico. Él siempre creyó que los cambios debían de deslizarse lentamente, que no se debían de realizar cambios bruscos, para que la gente se pudiera acostumbrar a dichas ideas. Pero esta... esta... copia suya, había abandonado de buena gana sus puestos y colocado a McGonagall en el poder de directora, siendo este falso Albus, relegado a un simple maestro de Alquimia. Materia en la cual, su copia parecía ser un genio.

Los ojos de Albus se abrieron de asombro, al descubrir que los hermanos Potter-Evans, Granger, la esposa de Harry, la chica Bones y el chico Longbottom, sabían sobre lo que Harry iba a hacer, se enteró de que La Orden del Fénix fue convocada al colegio, para asesinar o arrestar a varios Licántropos y Mortífagos, mientras que él estaba desvaneciéndose ante el mocoso Nott, y Potter. Entonces, en ese momento, supo que todo lo ocurrido había sido su culpa: Si no hubiera convencido a Lily y James de dejarle llevarse a Harry, si no lo hubiese llevado con los Dursley, él jamás hubiera liberado esas magias, pero ya era tarde.

Ya no había nada que pudiera hacer.

Él había lanzado los dados, había apostado al rojo de Gryffindor, pero el numero ganador había sido un azul de Ravenclaw, cospiranoico. Un Ravenclaw el cual recibió demasiados conocimientos desde muy joven.

Ahora, existía una nueva frase acuñada a Acton: "El Conocimiento Corrompe".

De vuelta, en el mundo de los vivos, en Hogwarts. Se veía a Harry, sus hermanos, su esposa, su novia y a sus amigos, reunirse en la Cámara Secreta.

— ¿Qué vamos a estudiar hoy, Harry? —preguntó Susan.

—A ti —dijo la cuñada de Harry.

La pelirroja movió la cabeza y su rostro se volvió una mueca de extrañeza— ¿A mí?

—Sí, has estado actuando rara —dijo Neville, evitando sonar tan brusco como Astoria.

— ¿Puedes decirnos, de qué se trata? —pidió Hermione, con un tono más bajo y calmado, no cómo sus amigos. Susan se quedó en silencio, antes de botar todo el aire de sus pulmones y sacar su varita, un Accio ocurrió, una luz azul y, a sus manos llegó una nota.

Una nota hecha a recortes, al más puro estilo de esas películas de secuestros o con el estilo de Narcisa y las tías de Harry.

«Tenemos a tu tía, Susan, así que harás lo que nosotros digamos; los días 10 y 27 de septiembre, guiarás a varios de los nuestros, por el castillo»

— ¿Y porque hasta ahora, nos estás diciendo? —preguntó un Neville con el rostro contrariado, pensando desde ya, en llamar a su abuela.

—Es verdad, la mandaron desde el inicio del año, hace menos de una semana, ¿Qué ha pasado? —preguntó Hermione.

Harry Potter El Mago No-Muerto[Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora