Cinco hermosos pre-adolescentes de cabello oscuro esperaban en la entrada de la academia junto a Tobirama Senju. El profesor temporal, estaba sonriendo bastante divertido en tanto esperaba que Izuna Uchiha dejara de gritarle. Los niños parecían comprender la actitud de su Sensei, que no había dudado en recriminarle al albino que no podía llevarse a "sus" alumnos.
-¡Oh vamos! Deben viajar, conocer la aldea de la hoja. ¿Como van a ingresar en sociedad si no saben siquiera donde están parados?- dijo el albino, cruzándose de brazos.
Izuna estuvo a punto de golpearlo. Tal vez tuviera razón y también estaba de acuerdo en que dejar a los niños pasearse con el debido cuidado por la aldea, sería bueno para ellos.
Sin embargo, Tobirama no era profesor titular de esa clase. Esos eran alumnos de Madara. Y su hermano ahora parecía bastante ocupado al punto que ni siquiera respondió cuando el Uchiha menor golpeó la puerta de su despacho.-¡Deja de quejarte y si tan preocupado estás por la seguridad de los niños, acompáñanos!- rió el albino, provocándole un tik nervioso al menor.
-¡No pueden dejar la academia en ausencia de Madara! ¡Lo tuyo deberá esperar!-
-Lo que deberá esperar es el juego de nuestros hermanos mayores Izuna, quien sabe que demonios estarán haciendo. Pero si no se hacen cargo, no me haré responsable. Mi clase se dará afuera.-
-Senju Tobirama. Primero que no sabes siquiera si ellos están juntos ahora o no. Segundo, estos alumnos no irán a ninguna parte sin la compañía correspondiente de un Sensei que esté al nivel de Madara.-
El albino le dirigió una mirada desafiante.
-¿Y tú no estás al nivel de Madara?- preguntó.
El menor se ruborizó. Sabía que era igual o más dedicado que su hermano en cuanto al trabajo. Esos niños eran su vida. Pero desobedecer a Madara era peligroso. De enterarse que se habían escapado de la academia, el Líder del clan Uchiha podía quemarlo todo con tal de darle una lección.
Una vez Izuna había permitido que un niño del clan se fuera a su casa mas temprano. Madara no solo regañó violentamente a su hermano sino que lo dejó encerrado en el sótano de su casa y fue personalmente a la casa del chiquillo a buscarlo y llevarlo de regreso. Como castigo, el niño tuvo que escribir en una pizarra sobre la importancia de estudiar, unas cincuenta veces. Izuna poco más se lleva como "premio extra" una quemadura en el brazo por parte del fuego de su hermano mayor.
No, definitivamente no dejaría que eso sucediera de nuevo.
-¡Ahhh, vamos Izuna Sensei! Será interesante. Además, Tobirama-san está en lo cierto.- dijo Kagami, llamando la atención de los adultos.
-...Senju Tobirama. Si me causas problemas con esto serás tú quien responda ante mi hermano.-
El albino sonrió satisfecho.
-Estoy dispuesto a correr el riesgo.-
-Vale, dame un momento.- Izuna escribió algo en un papel y llamó a su cernícalo. El ave se posó en su brazo, Izuna le dio el papel y le habló. -Deja esto en el despacho de Madara.-
Una vez el ave voló, notó la mirada extrañada del albino.
-¿En serio así te comunicas con tu hermano?- preguntó el peliblanco.
-Cuando andamos cortos de tiempo si. Ahora, vámonos de una vez antes de que me arrepienta.-
El albino asintió satisfecho y en ese instante, un carruaje ingresó dentro de la academia.
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•[ Una Apuesta Peligrosa ]• (BL)
Fanfiction"Si bien la guerra terminó hace tiempo y poco a poco retorna la paz, que el clan Senju y el Uchiha tengan diferencias aún aliados es algo obvio. Madara Uchiha no solo es líder de su clan, sino que es director de una academia donde educa a los jóven...