•[ Una Apuesta Peligrosa ]• (BL)

Capítulo 22 - Uchihas en problemas (segunda parte)

-¿Maddy, me estás escuchando?-

Su rostro debió haber evidenciado algo de lo que estaba pensando. Porque el moreno dejó de lado la cinta métrica y se acercó al azabache. Madara, con el corazón latiendo desaforadamente, abrió su cuaderno de notas. 

-¿Estas bien? Espero que el idiota de mi hermano no te haya avergonzado.- 

-Oh, no. Estoy bien. - murmuró, desviando la mirada. -Lo que sucede es que tengo mucho trabajo que hacer y poco tiempo para llevarlo a cabo.- 

Hashirama le tomó del hombro con suavidad. 

-¿Estas seguro?-

Madara se obligó a sonreir. 

-Si, estoy seguro. ¿Puedo ver tus apuntes?- preguntó, cambiando de tema. 

El hokague se sentó frente a él y se quitó el enorme sombrero rojizo, dejándolo a un lado. Entrelazó sus dedos con los del azabache e insistió en verlo a los ojos. 

-Maddy... he estado esperando bastante para poder hablar contigo sobre algo importante.- 

El azabache retiró sus manos.

-No es el momento, realmente tengo que concentrarme en esto.-

-Sé que debe ser difícil para ti. Pero quiero que vengas a mi boda.- dijo el moreno, sacando un papel de su bolsillo y entregándoselo al Uchiha. 

-¿A...tu boda?- diantres, Madara se había olvidado por completo de esa situación. Y también de que Tobirama le había invitado. Bueno, considerando las circunstancias en las que le fue comunicado, no estaba seguro de si debería admitir o no que lo sabía. Decidió que no, mientras el moreno lo miraba con curiosidad. 

-Sabes que es una fachada, sabes que realmente quiero estar contigo. Y...no quiero casarme si no podré estarlo luego. Quisiera...que te presentaras... para confirmarme que realmente podremos estar juntos a pesar de este embrollo.- 

El azabache frunció el ceño. 

-No me presiones, Senju.- 

-Lo siento. No era mi intención.- se disculpó rápidamente el moreno. 

-¿Cuando será?- 

-Este fin de semana.- 

-¿E...en dos días? ¡Hashirama! ¡Debiste informarme antes de esto! Ni siquiera he comunicado al clan Uchiha que debemos asistir. -

-Ya lo saben, ayer por la noche envié las invitaciones. Sin embargo, quise venir personalmente a invitarte a ti y a tus alumnos. Quisiera que el resto de Konoha vea lo bien que has educado a esos chiquillos. Y lo bien que haría tener una academia en nuestra aldea bajo tu mando. Al menos piénsalo. ¿Si?- 

-¿P...por qué siempre soy el último en saber las cosas?- preguntó el azabache, afligido. 

Hashirama abrió levemente los ojos y lo tomó de ambas manos. 

-¡No lo tomes a mal, Maddy! Yo...no tengo mucho tiempo. Y quería decírtelo ahora que...-

-Ahora que no estoy llorando por tu culpa. ¿Cierto?-

El moreno guardó silencio. Desvió la mirada y luego de un momento de silencio, señaló el papel que le había entregado. 

-Es lo máximo que podía recordar sin tener los auténticos esbozos delante.-

Madara desdobló el papel, intentando concentrarse en leer y no en sentirse mal ante aquel alto moreno.

-Esto es magnífico.- dijo, luego de un momento y adoptando su usual tono de voz. Sin emociones y algo distante, como cualquier Uchiha. -Las dimensiones junto con el rendimiento productivo, e incluso has agregado el número de peones y sus estipendios. Gracias, Hashirama.-