•[ Una Apuesta Peligrosa ]• (BL)

Capitulo 19 - Invitación

-Si arrojas el anzuelo al agua de ese modo no vas a atrapar nada.- dijo Hashirama. 

Tobirama le ignoró, lanzando el sedal al aire y observando el chapoteo cuando el pesado extremo se hundió en el estanque. Realmente no sentía deseos de discutir con su hermano respecto a quien pescaba mejor. Estaba afligido. No lo demostraba claro, pero lo cierto es que le había preocupado la reacción de Madara. 

El azabache se habia ido llorando y había sido su culpa. Si tan solo hubiera sido mas delicado al hablar sobre el tema...

Claro que varios Uchiha habían llorado en su presencia con anterioridad, y simplemente le había irritado. Se les daba tan condenadamente bien parecer sensibles a veces y asi tratar de conseguir lo que desean. Como Naori. Sin embargo, las lágrimas de Madara le habían preocupado. Seguían culpándole a pesar de que su orgullo intentaba callar esa sensación.

Lo que le había dicho le había preocupado todavía mas. El Uchiha había estado con alguien de la alta sociedad y esa persona le había hecho daño. Quería saber quien era el infeliz. Y, al mismo tiempo, quería demostrarle al Uchiha que no todos los hombres eran como el maldito desgraciado que le había causado dolor. 

Tobirama alzó la vista cuando llegó el faetón en el que iba Mito Uzumaki junto a sus asistentes. Tomó aire pausadamente. Esto se estaba volviendo caótico.

-¡Hashi, amor! Asi que aquí estás ¿Están pescando? Quiero aprender.- vociferó la princesa, alzándose las faldas mientras cruzaba la hierba y se situaba a su lado. 

Antes de que el moreno dijera una sola palabra, Tobirama le entregó a la princesa la caña de pescar. 

-Toma. Pon el sedal en el agua hasta que algo tire de él.-

La mujer parecía consternada. 

 -¿Y luego que?-

-Y luego todos nos desmayaremos por la sorpresa.- criticó el moreno - No hay peces en este estanque.-

La joven pelirroja se sentó en una roca, acomodándose la falda nuevamente y mirando con una dulce sonrisa al moreno.

-Entonces, ¿Que hacen aquí parados? ¿Esperan a que aparezcan sirenas? ¿O tal vez Uchihas?-

Tobirama tuvo el deseo de abofetearla para hacerla callar, sin embargo no estaba de mucho humor para pelear. Y golpear a una princesa solo lo haría ver peor de lo que ya estaba. En vez de eso, se alejó de la mujer y se quedó junto a su hermano mayor. 

-¿Que tal fue la lección?- preguntó la joven princesa. Encontró en los dos hombres cierto desconcierto. Ambos desviaron la mirada y no produjeron palabra alguna. Por lo que, pensativa, decidió callar.

-¿Recuerdas que Madara Uchiha haya estado alguna vez emparejado con alguien de la alta sociedad?- preguntó el albino, llamando la atención de la joven.

-No, ¿Por qué?- preguntó ella, preocupada. 

-Dijo que lo había estado. A juzgar por su modo de expresarlo, me dio la impresión de que su experiencia no fue nada grata.- 

-¿Dijo cuando estuvo con esa persona?- insistió en saber la pelirroja. Algo no andaba bien. Y a juzgar por la expresión del moreno, se comenzaba a dar una idea de cual era el problema.

-No. No lo dijo. ¿Tú, Hashirama? ¿No sabes nada?-

-No sé, Tobirama. Madara no se movería precisamente en nuestro círculo. Si, tiene amigos y contactos de la alta sociedad pero por algo decidió ser director de un colegio.-