1 -Karma-

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Para los que no les gusta el Taekook, les gustaría leer ésta historia como no-fanfiction, osea con personajes originales, o simplemente quieren ayudarme, pueden leer esta historia en mi ÚNICA otra cuenta: SolS__. Allí la encontraran, además de adaptada con personajes originales, totalmente revisada y mejorada. ❤💋

¡Espero que disfruten de la lectura! ¡Y no olviden dejar sus comentarios y sus teorías! 🤡

-Sol. ☀️

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-Capítulo 1-

"Espero que esta sea la mejor decisión para mi..."

Jungkook suspiró frente a la puerta de su nuevo apartamento. Con su mano derecha, sostenía la última caja por acomodar, la cual contenía las cosas que él siempre guardaba en su mesa de noche.

Suspiró profundo unos segundos observando con detenimiento la chapa plateada con el número "3" pegada en su puerta de entrada.

Tomó el cerrojo con su mano izquierda e ingresó al apartamento, cerrando la puerta detrás de él.

Suspiró nuevamente.

El apartamento era espacioso y luminoso, pero en ese momento, era un completo desastre. Sus cosas se encontraban tiradas por el suelo, aún sin un lugar designado donde dejarlas, y le estresaba el hecho de que la noche estaba por caer y él debía acomodar ese desastre antes de que eso sucediera.

Comenzó a acomodar los muebles en su lugar y a poner todas sus cosas en él.

No estaba muy seguro de donde poner cada cosa, ya que esa era la primer vez que vivía solo y en sus anteriores mudanzas había sido siempre su madre quien se encargaba de hacerlo.

"Debí haber aceptado la ayuda de mamá..."

Pronunció en voz alta, sentado sobre una pequeña alfombra color café, y observando desde la puerta ventana del balcón cómo el sol se ponía detrás de unas pequeñas montañas.

"No, debo aprender a vivir solo, ahora soy un recien graduado en Economía y soy... grande." -Pensó frunciendo el ceño cuando escuchó a su estómago rugir. -"Espero que haya algún restaurante cerca de aquí, estoy hambriento."

Acomodó las últimas cajas y se dispuso a salír del apartamento. Bajó los tres pisos hacia la planta baja y saludó con una sonrisa y una reverencia al portero cuando cruzó la puerta.

"¡La gente es tan amable aquí!" -Sonrió mientras caminaba sin rumbo hasta encontrar algún restaurante abierto.

Para su suerte, no fué mucho lo que tuvo que buscar, ya que se chocó con el cartel de un restaurante de comida italiana a la vuelta de la esquina cuando caminaba despistado observando el cielo.

"¡Maldición!" -Se frotó la cabeza aún en el suelo.

"Deberías tener más cuidado" -Dijo alguien detrás suyo, e instantáneamente giró la cabeza para ver quién le hablaba, o peor aún, quién lo había visto chocar de esa manera con un cartel metálico colgante.

"¡Es que esta cosa está muy baja!" -Argumentó Jungkook intentando enfocar su mirada para ver quién le hablaba.

"No está tan baja, tu mirabas las nubes" -Rió. "Mi nombre es Jimin" -Estiró su mano para ayudarlo a levantarse del suelo.

"Soy Juangkook" -Tomó su mano y se levantó con una puntada en el lado derecho del cráneo. "Esa cosa si que es dura." -Señaló el cartel que se movía de un lado a otro por el golpe.

"¿Venías al restaurante?" -Preguntó Jimin sonriente.

Jungkook no podía creer como todos en ese lugar eran tan sonrientes y amables, era cosa de otro mundo.

"Emm, si. Acabo de mudarme y muero de hambre." -Observó hacia adentro del local para ver si había lugar, pero frunció el ceño confundido al ver que el lugar estaba completamente vacío.

Jungkook había decidido mudarse a la ciudad más pequeña y menos poblada que encontró en el mapa. También una que estuviera lo suficientemente lejos de donde solía vivir. Necesitaba alejarse de todos y de la locura que era Seoul, así que terminó en esa pequeña y remota ciudad rodeada de bosques. Era perfecta para él, aunque nunca imaginó llegar a un restaurante y que no hubiera absolutamente nadie dentro de él, pero podía acostumbrarse a la idea.

"¿Tu vives aquí?" -Preguntó Jungkook.

"Vivo en esta ciudad hace casi 5 años, podría enseñarte donde quedan las cosas si quieres" -Sonrió amable.

"C-claro... Ahora tu... ¿Quieres cenar conmigo? No conozco a nadie aquí asique..."

"Claro" -Respondió sonriente.

Las horas pasaron, y resultó ser que Jimin, ese chico rubio de sonrisa infinita, era justo la persona que Jungkook necesitaba en ese momento. Le habló de la ciudad y pasaron un buen rato. Era bueno conocer a alguien en caso de emergencia, o en caso de no tener con quién cenar. Además, Jimin parecía ser una buena persona...

THROUGH THE LOCK ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora