4 -¿Tres por tres?-

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- ¡Oye! ¡Oye! ¿Que dijiste? - Jungkook se acercó furioso hacia el portero.

- Que si leíste la...

- ¡Ya te escuché! - Lo señaló directo en el rostro. - ¿Acaso tu escribiste ese papel?

- ¡¿Que?! - Dijo el portero aterrandose ante la actitud de "te romperé los dientes" del morocho. - ¡Claro que yo no escribí ese papel! - Exclamó frunciendo el ceño.

- ¡Si fuiste tu! - Dijo Jimin se acercandose a la situación y posicionándose detrás de Jungkook.

- ¿A si? ¿Y cómo estás tan seguro? - Respondió el portero. - ¡Quizás quiere inculparme porque fué él! - Miró a Jungkook insinuando que tenga cuidado con el rubio.

- ¡Estás diciendo incoherencias! ¡Si no fuiste tu, ¡¿Entonces cómo sabías sobre el papel?! - Gritó.

- ¡Okay! ¡Ahora los dos están dándome algo de miedo! - Jungkook se alejó de ambos y se acercó cada vez más a la puerta de su apartamento.

- ¡Se sobre ese papel porque soy el portero, y la gente deja cosas en el buzón de abajo! - Dijo intentando defenderse de la injusta acusación de Jimin. - Mi deber es tomar las cartas del buzón y entregarlas en el piso correspondiente. ¡Eso es todo cerebrito! - Dijo algo enfadado a Jimin.

- Pero... Entonces... Oh, ahora entiendo... - Contestó Jimin sintiéndose algo tonto al haberlo acusado sin más.

Jungkook observaba la estúpida pelea desde la puerta de su apartamento.

- Jimin lo siento, pero debes irte. - Dijo el morocho, serio y en un tono calmado.

Jungkook tragó saliva. Se sentía raro, y muy intranquilo por lo que estaba sucediendo. Supuso que lo mejor sería estar solo, antes que mal acompañado. Después de todo, ¿Que podía sucederle si se encerraba en su habitación? Nada. Estaba seguro de eso. Ese estúpido papel había sido broma de algún transeúnte niñito que justo pasaba por allí, solo eso.

Cerró la puerta, dejando a los dos afuera, y la trabó.

Bueno Kookie, esto fué solo una mala pesadilla, ahora despertarás en tu cama de nuevo y harás todo otra vez, solo que lo del papel nunca habrá pasado. - Pensó Jungkook para el mismo, tomando la cerveza que había dejado sobre la mesada de la cocina y bebiendola sin parar hasta terminarla. Caminó hacia su cama y sin quitarse siquiera una prenda de ropa, se recostó sobre ella, dispuesto a dormir y olvidar lo que había sucedido.

De repente, el silencio absoluto de su habitación desapareció siendo interrumpido por un par de zapatos que iban de aquí hacia allá.

- ¡Pero que mierda es eso! - Pensó sentándose sobre la cama a escuchar detenidamente. Giró su rostro hacia la puerta de entrada, y por debajo de ella, pudo ver una sombra que pasaba de aquí hacia allá. Se levantó rápidamente, caminó hacia la puerta, quitó la traba y la abrió rápidamente.

- ¿Que haces aquí? - Preguntó Jungkook rodando los ojos. - Jimin te pedí que te fueras.

- Lo sé, lo sé. Es que... perdí un aro por algún lado. - Continuaba caminando para todos lados, observando detenidamente el suelo.

- Okay, vete a casa, se está haciendo tarde. Te lo daré mañana si es que lo encuentro.

- Okay pero, ¿Dónde me encontrarás?

- Dame tu número de teléfono, te llamaré si lo encuentro. - Dijo entre cerrando los ojos, tenía mucho sueño y la cerveza estaba haciendo su efecto.

- Bien. - Dijo Jimin tomando un pedazo de papel y un bolígrafo que tenía en el bolsillo para escribir su número telefónico en él.

- ¿Enserio Jimin? ¿Tenías un papel y un bolígrafo en el bolsillo? - Lo miró extraño y frunció el ceño mientras se cruzaba de brazos.

- ¿Acaso estás... sospechando de mi? - Rió sarcástico.

- ¡Bueno dime tú que hacias con eso en el bolsillo! - E hizo énfasis en la palabra "eso". ¿Por qué alguien tendría eso en su bolsillo?

Jimin rodó los ojos y pensó por unos segundos mientras posaba sus manos en sus caderas y observaba el suelo.

- Escucha, éste bolígrafo es azul. El bolígrafo con el que el papel fué escrito era rojo, ¿Ves? - Le mostró su bolígrafo otra vez moviéndolo frente a su rostro.

Jungkook observó los ojos de Jimin, con sus ojos entre cerrados, como si estuviera escaneandolo y así pudiera saber si decía la verdad o no.

- Está bien. - Tomó el papel de Jimin y escribió su número telefónico en él. - Si encuentro tu aro, te llamaré mañana.

- Bien, gracias. - Dijo Jimin algo desganado.

- Adiós. - Dijo Jungkook cerrando la puerta.

No le gustaba tratar así a su nuevo "amigo", incluso aunque ni siquiera fuera realmente su amigo y lo hubiera conocido ayer. Pero no podía bajar la guardia. Aunque en ocaciones quisiera pensar que algun niñito estaba queriendo molestarlo, no podía descartar realmente a nadie...

THROUGH THE LOCK ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora