—Fue una noche —tomó aire y miró al abogado—, algunos meses atrás.
—Continúe...
—Ese día yo... me peleé con quienes pensaba que eran mis amigos.
La noche estaba helada ese día. Jungkook había discutido con sus amigos porque ellos querían trabajar para un dealer del barrio que les dejaría mucho dinero por vender drogas, pero Jungkook se negaba a toda costa. Porque, fumar alguna cosa ilegal y rayar algunas paredes estaba bien, pero, ¿distribuir y vender drogas? Si ellos querían hacerlo, bien, pero él no llegaría tan lejos. Además, su padre, el jefe de policía, lo mataría si se enterara de eso.
Llegó a su casa a las doce de la noche luego de tomar una cerveza solo. Estaba enojado con sus amigos por no poder hacerlos recapacitar.
La casa estaba oscura y silenciosa, y él se tiró sobre su cama a escuchar música con sus auriculares. Pero de repente, le dieron ganas de hacer lo que hacía de vez en cuando con sus amigos, o cuando quería pensar. Se levantó de su cama y entró sigilosamente a la habitación de su padre para tomar su manojo de llaves de la policía de la mesa de noche, y salió de su casa sin ser descubierto. Estaba acostumbrado a hacer eso, y siempre le salía bien. Excepto por ese día; el día en el que todo comenzó.
Caminó en la noche, por las calles solitarias, girando en su dedo indice las llaves que le había robado a su padre. Llegó a un edificio de un solo piso, algo antiguo, donde funcionaba la fiscalía de la ciudad. Miró hacia todos lados, y observó el interior a través de la ventana: se suponía que un guardia de seguridad debía estar allí vigilando toda la noche, y se suponía que él debía entrar sin que lo este note. Pero ese día no vió a nadie allí.
Entró por un pequeño portón que iba hacia el jardín trasero. Al fondo del jardin, y un poco escondida, había una pequeña oficina separada del edificio principal, y él sabía que esa oficina era donde los oficiales y la fiscalía almacenaban toda la evidencia e información importante de los casos. Y también sabía que su padre lo mataría si se enterara de que a veces robaba sus llaves para entrar allí. Pero Jungkook estaba acostumbrado a ir, ya que su padre lo llevaba cuando era pequeño, mientras revisaba los casos y demás. Y ahora, ese lugar era como su refugio secreto.
Tomó las llaves y en la oscuridad buscó la de la alarma, la desactivó y cuando escuchó el sonido esperó algunos segundos. Cuando vio que nada sucedió, con otra llave abrió lentamente la puerta.
El lugar estaba frío, y solo un pequeño rayo de luz que entraba de los faroles de afuera alumbraba el escritorio lleno de papeles y documentos. A veces urgaba entre los ficheros llenos y leía algunos casos, otros días solo iba a pensar o a estudiar. Pero ese día, estaba enojado, se sentía defraudado por sus amigos, sentía que estaba solo. Necesitaba pensar.
Se sentó en una de las sillas giratorias del escritorio y con un encendedor que tenia en el bolsillo alumbró a su alrededor; si encendía las luces podrían verlo, y si lo veían, su padre lo haría trizas.
Caminó con el encendedor prendido, mirando todo a su alrededor. De repente escuchó un ruido detrás suyo, volteó rápidamente y alumbró: una pequeña caja con guantes de látex había caído de un estante.
Tragó saliva aliviado de que solo fuera eso, pero cuando se dió vuelta, una llama de fuego ardía sobre los papeles del escritorio.
Su corazón comenzó a latir rápido. Desesperadamente se quitó la campera y golpeó con ella sobre las llamas, pero eso solo empeoró todo; ahora llegaban al techo y carbonizaban todo a su alrededor. Jungkook se desesperó y pensó en intentar frenarlo, pero la oficina se cubrió de humo y si no salía de allí en ese instante, terminaría igual que esos papeles.
Corrió hacia la puerta y salió. Las llaves hacían ruido en su bolsillo mientras corría a máxima velocidad hacia su casa. ¿Y ahora que haría? Planeó dejar las llaves donde las encontró e irse a dormír. Era lo único que podía hacer, estaba paralizado.
Entró a su casa intentando no hacer ruido y caminó rápidamente hacia la habitación de su padre. Apoyó las llaves en su mesa de luz y salió.
—Jungkook —escuchó a su padre gritar desde la habitación, y su voz le dió escalofrios.
Pasó preocupado sus dedos por su cabello y regresó lentamente a la habitación, asomandose por el umbral de la puerta.
—¿Que sucede? —su voz se cortó por los nervios. Se imaginaba el edificio ardiendo en llamas y se estaba sintiendo muy culpable por eso.
—¿Recién llegas?
—Si, yo estaba en... en... —sus palabras no salían de su boca, y dudaba si decirle o no a su padre lo que había hecho; sabía que lo mataría si le decia.
Por la radio de policia se escuchó un llamado urgente a todos los oficiales de guardia, por un incendio en la fiscalía. Su padre se sentó rápidamente en la cama y encendió la luz del velador. Miró a Jungkook allí parado en la puerta, vió su expresión de pánico y su pecho subir y bajar, y no necesito que le dijera nada. Conocía a su hijo. Enseguida supo que él tenía algo que ver con eso.
—¡Papá lo siento mucho! —largó Jungkook y comenzó a llorar y a pedir disculpas desesperadamente.
—¡¿Que hiciste?! —se levantó de la cama y a toda velocidad comenzó a ponerse su uniforme—. ¡Háblame hijo, maldición! —gritó enfurecido metiendo su arma en su cinturón. Lo miró preocupado mientras tomaba las últimas cosas para salír de la casa.
—Yo... tomé tus llaves y quise entrar a la oficina de la fiscalía y sin querer mi encendedor prendió unos pape-
—¡Cállate y quedate aquí! ¡No salgas! —ordenó.
Jungkook se quedó tieso, y asintió sintiendo pánico. Lo vió irse corriendo de la casa, subirse a la patrulla y salír a toda velocidad con la sirena y las luces encendidas.
Suspiró pesado y se sentó en el sofá, apoyando la cara sobre sus manos, totalmente aterrorizado por lo que había hecho.
Esperó alrededor de tres horas observando el techo mientras se recostaba en el sofá. Pensando en lo que había hecho sin querer, y en todos los problemas que probablemente eso le traería a su padre.
Escuchó un auto estacionar en la entrada de su casa y se levantó rápidamente. Esperó parado junto a la puerta, con el corazón en la boca. La verdad, si su padre quería darle una buena bofetada, estaba bien, se la merecía.
—Hola —dijo Jungkook en voz baja cuando lo vió entrar a la casa, y sintió un fuerte olor a humo en su ropa.
El papá solo se limitó a mirarlo hasta que cerró con llave y dejó su arma sobre la mesa, junto con su cinturón.
—No dirás nada de esto a nadie. Has de cuenta que nada sucedió —dijo en un tono severo, y caminó hacia la cocina para servirse un vaso de agua.
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THROUGH THE LOCK ©
Fanfiction¿Puedes resolver el misterio? Alguien aterroriza a Jungkook enviándole extrañas notas. ¿Quién podría querer molestarlo? •Estado: Completa. •Género: Thriller Psicológico, Misterio, Suspenso, Romance, Drama. •Contiene: Escenas +18. •Ship: Taekook...