THROUGH THE LOCK ©

15 -Trampas y más trampas...-

- Ya callate y bésame. - Dijo Jungkook sediento de saborear los labios del mayor.

- Es que Jungkook... - Lo separó un poco de él. - ¡Estoy preocupado por tí! - Dijo serio.

- No te preocupes ahora... - Quiso besarlo, pero Taehyung lo impidió.

- Muéstrame el papel... - Dijo muy serio, al parecer le importaba mucho el bienestar del menor.

Jungkook rodó los ojos. No quería leer ese estúpido papel ahora, solo quería besar al mayor. Aún así, metió la mano en el bolsillo trasero de su pantalón y le entregó el papel al portero. - Leelo tú. - Dijo cubriendo sus oídos para no escuchar, le daba miedo lo que pudiera decir allí.

- Está bien... - Taehyung abrió el papel lentamente y lo leyó. Luego miró a Jungkook. - Mejor besemonos. - Lo atrajo hacia él, pero ahora fue Jungkook quién se resistió al beso.

- Dime que decía... - Se cruzó de brazos exigiendo saber.

Taehyung dejó el papel sobre su mano y suspiró, preparado para ver su reacción.

Jungkook abrió el papel y lo leyó.

"No creas que lo he olvidado."

Rompió el papel a la mitad, tirandolo al suelo para luego, aún sentado de piernas abiertas sobre el mayor, tomar su rostro y darle un beso en esos jugosos labios.

Taehyung lo tomó por la cintura y se levantó del pequeño sillón con el menor encima. Jungkook reía y pataleaba mientras el portero lo llevaba hacia su cama. "Con su permiso..." dijo Taehyung lanzandolo a la cama para luego quitarse su saco rápidamente y subirse sobre el menor.

- ¿Cómo llegamos a esto? - Dijo Jungkook con una risa juguetona y sus mejillas rojas.

- No lo sé. - Dejó un beso en los labios del menor. - No me culpes, tu me besaste primero, y ahora soy adicto a tus labios. - Mordió su propio labio observando los del menor con deseo.

- Ay Taehyung, no te hagas el poet-

El menor fué interrumpido por un beso apasionado del que era su portero y también su amante. Si es que se le podía llamar así.

La sesión de besos continuó sobre esa cama, eran dos completos extraños intentando conocerse a través de su saliva.

Horas después, los almohadones se hallaban tirados por el suelo, las mantas de la cama desparramadas por todos lados al igual que las prendas de ropa.
La cama hacía movimientos de adelante hacia atrás, rítmicamente, mientras que algunos sutiles quejidos eran tapados por el ruido que hacía la cama al chocar contra la pared.

- N-no te detengas... por favor... - Suplicaba Jungkook mientras veía al mayor encima suyo y sentía sus propias rodillas chocar contra su pecho.

Taehyung se movía rápidamente sobre el menor, mientras se observaban a los ojos. "¿Te gusta?" Pronunció Taehyung agitado, el sudor caía por su frente y morderse el labio inferior era la única forma que encontraba para no decir todas las obscenidades que estaba pensando.

Jungkook asentía lentamente mientras lo observaba. ¿Por qué el portero se veía tan hermoso desnudo y sudado sobre él?

Rodeó su cuello con sus manos para atraerlo hacia él, quería sentir su pecho rozar con el suyo. Taehyung se recostó sobre él sin dejar de moverse, entraba y salía de él, sin detenerse. Sus bocas se juntaron y comenzaron a besarse desesperadamente.

- Taehyung, me voy a venir. - Dijo muy agitado, deshaciendo el beso.

Taehyung sonrió de costado. "Adelante" dijo. Y unos segundos más tarde, sin dejar de penetrarlo, vió como el menor se venía sobre su propio pecho, junto con un largo y fuerte gemido.
Taehyung se excito aún más de lo que ya estaba al ver esa linda escena. Salió cuidadosamente del menor y se recostó sobre la cama. Jungkook, sin necesidad de decir una palabra, entendió lo que el mayor quería.
Gateó sobre la cama hacia el miembro de Taehyung, y lentamente lo metió en su boca, lo lamió de arriba a abajo, como si fuera uno de esos dulces que tanto les gustaban.
Vió al mayor arquear la espalda y gemir su nombre, unos segundos después, se vino en su boca.

Ambos chicos recuperaban su aliento sobre la cama, en silencio, tapados y abrazados el uno al otro, como si alguien quisiera separarlos.

- "¿Vamos por unos dulces?" - Sugirió el menor para cortar la rara tensión que había en el ambiente.

"Vamos..." - Contestó el portero con una sonrisa.