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Estaban los dos sentados en el sofá, Argentina apoyando su cabeza en el hombro del canadiense, en estos momentos no tenía ganas de pensar en lo que había visto por su ventana, sólo quería algo de compañía

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Estaban los dos sentados en el sofá, Argentina apoyando su cabeza en el hombro del canadiense, en estos momentos no tenía ganas de pensar en lo que había visto por su ventana, sólo quería algo de compañía.

- Emmm, ¿Para qué viniste?- preguntó el de ojos marrones-

El norteamericano había salido de sus pensamientos e ignorando la pregunta anterior dijo

- ¿Quién hizo esto?-

Su mirada era sombría y sus palabras en castellano surgieron, aunque no con muy buena pronunciación,  fluidas.

Argentina se escondió más en el hombro ajeno soltando un par de lágrimas.

- F-fue México, no sé porque pija hizo ésto pero te juro que el es re buena onda- excusó el portador del sol a su mejor amigo-

- Alguien "buena onda" no haría ésto- 
Canadá le reclamó con palabras suaves y dulces rodeándolo con fuertes brazos y escondiendo la cabeza del Argentino en su pecho-

Se quedaron en silencio durante algunos minutos hasta que el oji-celeste se separó un poco logrando verle la cara a Argentina, labios hinchados junto a sus ojos irritados y rojos por llorar.

- Voulez-vous sortir manger? - le preguntó sonriéndole de tal manera que llegó a calmar el torbellino de sentimientos de Argentina-

- ¿Qué?- cuestionó al no descifrar las palabras canadienses-

Canadá río de forma melodiosa y dulce y le respondió

- dije, ¿Quieres salir a comer?, Todavía es temprano podemos ir algún lado-

El Argento se separó sorprendido por la propuesta, no podía olvidar los acontecimientos que vió con anterioridad pero tampoco quería juzgar a Canadá por eso.

- Emm- se dió un tiempo para pensar las palabras y luego de unos pocos minutos dijo- bueno dale, aguántame un cachito que me arreglo un poco nomás y vamos-

Al atinar para levantarse el bicolor norteamericano le sostuvo de la muñeca.

- Así estás perfecto-

Sonrió "inocentemente" y éso logró derretir un poco el corazón Argentino.
Esté le devolvió gustoso la sonrisa, se tomaron de las manos y con el cierre de la puerta marcando su salida, abandonaron la escena, juntos los dos.

Bajaron entre risas las escaleras y salieron del edificio yendo a la casa del canadiense cosa que confundió un poco la mente desordenada de Argentina.

- Espera, ¿para que vamos a tu casa?- preguntó deteniendo la caminata-

Canadá se dió vuelta y lo miró a los ojos

- Vamos por mi auto-

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El Argentino vió el auto de su acompañante y se quedó estupefacto.

-Jodeme que esté auto es un Ferrari-

Canadá le respondió como si se tratara de algo sumamente barato.

- Si, de hecho es un "Ferrari 365 P Berlinetta Tre Posti Speciale"-

Con la simpleza que logró decir esas palabras, porque ese Ferrari cuesta 23,5 millones de dólares, se dijo mentalmente.

"Cheto de mierda"

Perdón por darles un capítulo tan feo

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Perdón por darles un capítulo tan feo...

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