🄸🄽 🄵🅁🄾🄽🅃 🄾🄵 🄼🅈 🅆🄸🄽🄳🄾🅆

₄₅

Caminaba alrededor de la cama con los brazos cruzados, viendo con desprecio al alemán tendido en una de las camas de una de las habitaciones de invitados.

Fumaba un cigarrillo tirando las cenizas al suelo y sin interesarle lo que humo podría provocar en el tudesco.

—–– ugh, ¿Cuando te vas a morir?

Tiró el cigarro por la ventana y se sentó al final de la cama mirandole denigrante.

—— Mirá, te escribí una carta

Saca un papel doblado y algo arrugado de su bolsillo, lo desdobla y comienza a leer para aquella persona inconsciente en la cama.

——Querido Alemania, ojalá te mueras lo más pronto posible

Dió una pequeña risa impostada.

—— ¿Te acordás los chocolates que me compraste?, Los tiré después.
Sos una cosa molesta en mi vida, nada interesante e de aclarar, y me importa un cuarto de pija que no despiertes nunca más, espero nunca te recuperes y no me arrepiento de haberte intentado matar, sos como la yerba mala, "yerba mala nunca muere", ¿Que pija puedo hacer yo?, ¿te tiro herbicida encima o que poronga?,¡ Tengo una idea!.... Después veo si te lo hago tragar.

Con sincero cariño, Argentina.

—— ya sé que es medía cortita, pero te prometo que está llena de sentimiento y-

Sintió como alguien le miraba, miró de soslayo y se encontró con la mucama parada tras la puerta entre abierta, había escuchado todo.

" La puta madre"

Bufó despeinando su flequillo, y vió como la mucama empezaba a correr, más que pánico le dió una gran pereza ir la a buscar.
Gritando el nombre de su novio lo arreglaría todo, y así lo hizo, minutos después vio pasar por en frente de la puerta a su querido canadiense arrastrando por los pies a la pobre mucama muerta, un hacha colgaba de su frente.

Argentina formuló un "gracias" y continúo "hablando" con el alemán.

—— ¿Que si hay más sirvientas?, No, solo la tarada esa se le viene por trabajar un día feriado, en fin.

Suspiró caminando hacia la puerta para cerrarla a sus espaldas.

——¡Cana!

Gritó al salir de la habitación, caminando por los pasillos y rozando con sus dedos el papel tapiz de la pared.

—— ¿Si?

Sonrió el contrario asomándose desde el sótano.

——¿Ya está muerta?

Recibió un asentimiento de cabeza y sonrió un poco disgustado, pensando en qué si hubiese durado un poco más hubiera podido hablar con la difunta señora de 50 años en su sótano, pero ese lastimosamente no era el caso.

Desde que había empezado este peculiar estilo de vida se divertía demasiado y odiaba cuando no llegaba a disfrutarlo.
Bufó y dándose medía vuelta comenzó a caminar hacia la cocina.

—— Que hambre que tengo...

Y pensó en variables comidas mientras que una mucama era mutilada en su sótano.