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-¡HOY ES FERIADO!¡NO ROMPAN!-

El canadiense río un poco ante el comportamiento y las palabras dichas del argentino, que humores tenía a la mañana.

Solo había estado de paso para preguntarle cómo se encontraba en el día de hoy, pero ya los lectores han sido testigos de la "amable" reacción del Argentino.

Miro su reloj viendo que eran las 8:00 AM, el era de levantarse temprano aun sí su trabajo le consumiera las pocas energías conservadas en el día anterior.

Había salido de el departamento de Joseline , se dió el gusto de degustar un exquisito desayuno con ella y como el Argento vive en el mismo edificio pensó en visitarle, sin éxito aparente.

Al no contestar volvió al departamento de su "amiga" diciéndole que la esperaba en el trabajo el día de mañana.

Ella le sonrió y el se despidió con un casto beso en los labios de ella.

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Se despertó a las 3:30 pm, le dolía la cabeza de tanto dormir y su estómago rugía por la falta de comida.

Se levantó entre insultos, el Argentino tenía migraña y ésto no era fácil de llevar, le daba náuseas, mareos y se sentía una gran presión en su cabeza cuando la bajaba, hasta a veces pensaba que se iba a morir del dolor.

Tomó un "ibuprofeno 400", aunque bien sabía que la migraña no se calma con nada, pero no perdía nada con intentar calmar aquel tortuoso dolor.

Mientras se tomaba su característico mate dulce junto con dos medialunas vió el abrigo del canadiense colgado en el perchero de metal que estaba a su lado.

Soltó un "ugh" al sentir otra punzada en la cabeza y un leve mareo, tenía que devolverle el abrigo, pero no quería ir hasta allá por el motivo de que sentía demasiado dolor de cabeza.

Pensó en Joseline, siempre habla con Canadá, así que de seguro pueda ella devolverle el abrigo por él.

Se visto de manera sencilla, jeans desgastados color celeste y una remera mangas cortas con rayas amarillas y en los pies, zapatillas marca "converse".

Tocó la puerta de su vecina y le pidió por favor que le entregara el abrigo al canadiense en su lugar por ciertos motivos.

Ella acepto y le preguntó que si se encontraba bien, éste ni siquiera le contestó que se dirigió a su respectivo departamento mientras se sostenía la cabeza.

Joseline sabía que necesitaba ayuda y pensó en quién podría hacerle compañía al Argento.

Después de todo..... Ella sabía las intenciones que tenía Canadá con Argentina.