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Undete en mí y déjame sentirte, en esta última noche.

Argentina le miró sonriendo al ver los ojos de sorpresa que cargaba el canadiense.

~Oh ma douce souffrance~

Canadá sacudió la cabeza, como queriendo de salir de su estado de shock y río al recordar la escena, quería impactar al argentino, pero esto termino siendo al revés.

Tomó su mano y su bolso negro y salió con el argentino del edificio, cruzando la cuadra, entrando hacia su casa.

Allí, no le importó tales trivialidades, posicionó a Argentina arriba de la mesa de la cocina, lo besó, y lo acarició, mientras que el mayor se dejaba llevar por las caricias necesitadas.

~Sans lui je suis un peu paro
Je déambule seule dans le métro~

Besándose, sintiendo las ropas molestas, sus cuerpos calientes, acariciando con sus labios sus cuellos y con sus manos sus cuerpos.

Respirando el mismo aire, haciendo minúsculas las palabras y dando paso a sus impulsos.

Ambos suspiraban ante su tacto, le restaban importancia a cualquier cosa que estuviese rodeandolos.

Argentina miró los celestinos ojos de Canadá con cariño, se vió reflejado, él, estaba allí, siendo acariciado y dejándose acariciar, ahí lo vió, tan patético y triste, buscando amor en sexo sin sentimientos.
Se vió a él, lo vió.

Tan solo, tan minúsculo a comparación con todo lo que le rodeaba, sus ojos amarronados se cristalizaron, mientras que su semblante cambiaba a uno lleno de tristeza.

El lo vió claramente, Canadá no le miraba como el lo miraba a él.

~Je remue le ciel le jour, la nuit
Je danse avec le vent la pluie~

Este mismo ni siquiera notó los ojos llorosos del argentino, porque no le importaba, no le interesaban las lágrimas que iban a bajar por los ojos argentinos, el sólo lo quería por su cuerpo, no por su alma y amor.

~Un peu d'amour un brin de miel
Et je danse, danse, danse, danse, danse,danse~

Se dejó llevar, por última vez, se dejó llevar, luego del encuentro sexual lo dejaría, juraba con todo el dolor que lo dejaría, apretaba los labios al sentir los besos recorrer su cuerpo, cerraba los ojos sintiendo fuertes punzadas en el pecho.

~Et dans le bruit, je cours et j'ai peur
Est ce mon tour?~

Tenía que dejarle, era ahora o nunca, le dejaría tomarle por última vez, se hastío de buscar amor en sexo simple, no quería éso, ya no lo quería.

~Vient la douleur...
Dans tout paris, je m’abandonne
Et je m'en vole, vole, vole, vole, vole.~

Veía por la ventana como comenzaba a llover y el apretaba la mesa con sus manos sintiéndose sucio más dejándose llevar, aguantaba las lágrimas, acallaba los gemidos, era simplemente sexo vacío, sin nada.

~ Que d’espérance.
Sur ce chemin en ton absence~

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Al otro día despertó en la cama del canadiense, sintiéndose más asqueroso que el día anterior, ¿Acaso nunca se sentiría bien con el mismo?

~J'ai beau trimer, sans toi ma vie n'est qu'un decore qui brille, vide de sens~

Sentándose en el borde de la cama ajena, lloró en silencio, se abrazo así mismo sintiéndose frio al tacto, viéndose a él mismo desnudo y lamentando el dejar que otros lo usen.

~ Je remue le ciel le jour, la nuit
Je danse avec le vent la pluie~

Se cambió entre lágrimas, mirando al canadiense descansar desnudo en la cama, miró el bolso que había a un lado de esta con repudio y salió de la habitación.

~Un peu d'amour un brin de miel
Et je danse, danse, danse, danse, danse,danse~

Todavía seguía lloviendo, y él, a mitad de la calle se quedó, estático, sintiendo la lluvia fundirse con el y sus lágrimas, mirando hacia el cielo, no le importaba si lo chocaba un auto, ya no le importaba, siempre fue un accesorio para los demás, algo que usar y tirar, algo insignificante, con la mente en blanco y con la expresión muerta entró en el edificio.

~Et dans le bruit, je cours et j'ai peur
Est ce mon tour?~

Al entrar vió como alguien salía.
Joseline lo miraba sonriendo, ella sabía cómo esto empezaría y como ésto terminaría, sonrió viendo la expresión muerta que llevaba el argentino.

~Vient la douleur...~

Lo vió entrar entre lágrimas imparables, quebrado y roto.
Entre un suspiro pesado comentó

-Une derniere danse-