₁₇

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-Ahora decime- empezó la conversación el oji-marrón- ¿Qué tenés con Joseline? -

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-Ahora decime- empezó la conversación el oji-marrón- ¿Qué tenés con Joseline? -

Canadá le miró con una sonrisa atrevida

-¿Quieres saber que tengo con ella?- hablo sobre los labios de Argentina-

Éste aún tentado por su curiosidad asintió mirando los labios ajenos.
Finalmente se unieron en un apasionado beso y cuando se separaron el canadiense quedó mirándole fijamente.

Tomó con sus manos la cintura ajena y lo levanto junto con el para luego dejarlo devuelta en la silla.
Fue quitando botón por botón su camisa del cuerpo Argentino hasta dejarlo solo en boxer.

Dándole la espalda caminó hacia el comedor mientras se ponía la camisa luego, se dió media vuelta y le dijo.

-Lo que tengo con ella es igual a lo que tengo contigo, con la diferencia de que ella es amiga-

Por último le sonrió y salió por la puerta del departamento, dejando al Argentino pensando.

-¿Amigos?-

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Tocaron la puerta del departamento de Joseline.

Está fue hacia la puerta media confundida, al abrir alguien la tomó por la cintura.

- Salut belle - le dijo en canadiense dándole un pequeño besos en los labios- prêt pour votre récompense? -

Joseline río entre los brazos de Canadá y dijo.

- Bien sûr-

Por el pasillo se podía divisar a los dos entrar al departamento entre besos.

-ohh Canadá...-

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Argentina terminó su desayuno con serenidad mientras pensaba, Canadá siempre obtenía todo lo que quería......
Tenía que cambiar eso.

Argentina, a pocos días de conocerlo ya sabía que andaba en cosas "raras", sabía con que intenciones el canadiense venía a buscarle, y las usaría en su contra.
Canadá jugaba con amor y pasión, ese siempre fue su lema.

No lo negaría, le encanta tener una relación de solo encuentros sexuales con él, pero necesitaba ver la cara de este mismo al no recibir la misma atención desesperante como recibía de los demás.
Tenía que ver en la cara del canadiense como se moría por un poco de atención suya, hacerle rogar como hizo rogar a otros.

El sería su perdición, esa que nunca tuvo, esa que no notará su presencia.
Dulce pero agria a la vez, veneno camuflado de besos y palabras suaves.

Limpiando un poco la casa y lavando los trastes sucios, salió del edificio para tener ir camino a el sex shop ,con los Argentinos no se juega.

Argentina iba a jugar con amor y pasión como el canadiense lo hacía.
Ahora.

-¿Canadá podrá con eso?-

-¿Canadá podrá con eso?-

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🄸🄽 🄵🅁🄾🄽🅃 🄾🄵 🄼🅈 🅆🄸🄽🄳🄾🅆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora