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₁₃

Joseline de inmediato entro en su departamento y tomo su celular, busco en su lista a Canadá como "honey" y le llamó.

- Yes sweetie? - contestó el canadiense del otro lado del teléfono con un apodo que el siempre le daba a ella-

- Chérie j'ai de bonnes nouvelles pour toi - le comentó sonriendo para sí misma-

- Dis moi , sweetie- le dijo riendo ansioso-

- L'Argentine se sent mal, je pense qu'elle a besoin de compagnie- soltó sonriendose mientras se mordía una uña-

- Vraiment?- le preguntó Canadá-

- Oui ,Oui- le respondió ella-

- Merci de m'avoir dit ,chérie. Je te récompenserai plus tard- dijo rápidamente colgando el movil-

- okey.....- dijo dejando el teléfono en su lugar y tirándose en el sillón-

Sabía muy bien que tipo de recompensa tendría.
Y le gustaba.
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- Maldita migraña de mierdaaaa- se quejó agarrándose la cabeza-

El Argentino estaba sentado en el comedor de su departamento, en su mesa de madera de roble oscuro, su móvil, intacto en está, empezó a sonar marcando una llamada entrante, Argentina miró la pantalla entre curioso y fastidiado.

"Mex bb"

- Andate a cagar forro- le dijo a su celular como que si México le escuchara no aceptando la llamada y tirando su móvil hacia el sofá para no tenerlo cerca.-

Otra llamada entrante se escuchaba por la habitación, el ruido de la música le retumbaba en la cabeza generándole aún más dolor, por lo que decidió ir a tomarse una baño dejando el móvil sonando solo en la habitación.

En la bañera, mientras que su dolor de cabeza disminuía, o eso pensaba el, jugaba con las pequeñas burbujas que generaba el jabón que le había hechado a la bañera y disfrutaba del fragante aroma de cítricos que sus velas aromáticas emanaban.

Cuando dejó de jugar con las dichosas burbujas, sumergió su cabeza dentro del agua amando la serenidad que está le provocaba, luego de que el aire le faltará en sus pulmones tuvo que salir de aquella experiencia tan reconfortante.

Posó sus brazos a los costados de la bañera y recostó su cabeza en esta misma cerrando sus ojos y recordando los tiempos pasados y a sus dos queridas niñas.

- ¿papá?- le llamó la pequeña-

-¿Si amor?- respondió el con dulzura viendo a una de sus hijas-

- ¿Y ése moretón?- preguntó señalando el morado que tenía en el brazo y que el argentino trataba de ocultar con una remera mangas largas que sin querer se subió-

El la miró, y recordó los ojitos brillantes de sus dos hijas al ver a su padre "Uk", no podía decirles.

Aún no.

- papá se golpeó con la punta de la mesa amor , pero vos tranquila que no me duele ¿si?-

-Si- respondió la menor con una grande sonrisa-

Los ojos del argentino se abrieron asustados cuando escucho, de repente, como alguien tocaba la puerta de su casa.

- Hello?, Argentina?-