•Presentación•

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Al detener mi pequeño Volkswagen Gol en el aparcamiento del Instituto, no pude evitar suspirar. Durante la noche casi no pude conciliar el sueño, pensando en los Cullen, en Edward, en las inmensas ganas de enfrentarlo y hacerle miles de preguntas.

Al bajar de mi vehículo, pasó junto a mi un Volvo platinado, quien sea el conductor, note que me observó, no le di importancia hasta que aparco y de su interior salió Edward con Alice y Jasper. Ninguno de los tres fueron discretos al mirarme, Alice nunca dejó de sonreírme, me sentía descortés si no hacía lo mismo, así que también le sonreí.

Me llené de valentía y de aire los pulmones para avanzar hacia delante y pasar por su lado. Cuando me estaba acercando a ellos, Alice se detuvo frente a mi con un pequeño salto, lo cual me sobresaltó y noté que hizo reír a Edward.

―¡Hola! ―sus ojos observaron mi atuendo y, por un momento, me sentí mal de vestir unos jeans, zapatillas y una simple blusa blanca―, soy Alice, el es Jasper y Edward.

Sonreí a los chicos pero no recibí nada de su parte, así que volví a mirar a Alice, quien rodó los ojos ante la actitud de ambos.

―¿Caminamos juntas?

Me petrifique, era obvio que quieren descubrir lo que oculto, se han dado cuenta de que tengo algo diferente en mi, quizás me arriesgaba al aceptar, pero era mi oportunidad para indagar en ellos. Así que sonreí y asentí con la cabeza.

―Si, seguro.

Alice se enganchó de mi brazo y comenzó a conducirme por el pasillo del Instituto, Edward venía junto a mi y Jasper junto a Alice. Era de esperarse que todos los alumnos me observaran sorprendidos y confusos, era la primera persona que lograba caminar por el Instituto con alguno de los Cullen.

―¿Siempre han vivido en Forks?

Nos detuvimos, en lo que parecía ser, el casillero de Alice y Jasper. La pequeña me observó y negó con la cabeza, tomó sus libros y continuamos con la marcha.

―No, hemos estado en muchos lugares, pero Forks se ha convertido en nuestro favorito ―Alice me observó y sonrió ampliamente―. Además, algo me dice que este pueblo nos tiene preparada una grata sorpresa.

Edward se aclaró la garganta a mi lado, lo que hizo que volteara a verlo. Sus ojos parecían comer a Alice con la mirada, como si lo que hubiera dicho estuviese mal, reacción que me alerto, ¿qué es lo que saben?, ¿qué va a pasar?

―Nosotros seguiremos camino, nos vemos luego Vera.

Jasper y ella se fueron tan deprisa que no me dio tiempo de protestar o incluso de devolver el saludo. Me giré hacia mí costado, Edward evitaba mi mirada concentrándose en el pasillo, reí entre dientes con desgano, era muy malo para disimular su molestia.

―Se nota que ninguno soporta la presencia del otro, así que te ahorraré el trabajo, nos vemos en clase de Biología.

Mi intención fue darme la vuelta y comenzar a alejarme, pero no pude hacerlo. Su mano sostuvo mi muñeca con firmeza, su tacto era extremadamente frío, demasiado para una persona normal. Cuando fije mi vista en su agarre enseguida me libero y se llevó ambas manos a los bolsillos de su chaqueta.

―Quisiera disculparme por mi actitud de ayer, no quise ser grosero.

―Pues lo fuiste ―tenso la mandíbula ante mi dureza―, pero estas perdonado.

Luz de Luna (Edward Cullen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora