•Isla Esme•

3.6K 223 17
                                    

La noche nos alcanzo, y las bellas luces que Alice había colgado por todo el lugar, iluminaron de una forma preciosa la recepción. Todos los invitados bailaban en la pista, provocando que los vestidos y trajes formarán remolinos de colores.

Edward y yo nos encontrábamos charlando con Seth, Billy y Sue, quienes no dejaban de adular lo hermoso que estaba todo, y lo mucho que habían disfrutado de la ceremonia. Me incline hacia Billy, con el rostro comprimido en un gesto de pena, para así poder preguntarle.

―¿Jacob ha dado noticias?

El hombre me sonrió, con pena.

―Seguro te desea lo mejor.

No dije más nada, pues un nudo se formó en mi garganta, la situación seguía igual que siempre. Los tres se alejaron hacia la mesa de bebidas, luego de felicitarnos una vez más. Edward me condujo por el lugar para poder presentarme a sus primos de Alaska, quienes poseían una belleza propia de vampiros, aunque era capaz de decir, que igualaba o superaban a Rosalie (claro que jamás se lo haría saber a ella). Enseguida, una mujer de cabellera oscura y larga, junto a un hombre alto, se acercaron a saludarme, la vampiro me tomó del rostro y beso efusivamente mis dos mejillas. Mientras que el hombre, prefirió darme un abrazo.

―Vera, ellos son Carmen y Eleazar.

―Hola, Vera.

Sonreí a la pareja, para luego fijarme en las dos mujeres rubias junto a ellos.

―Ellas son nuestras primas, Tanya y Kate.

―He oído mucho de ti y tus dones ―hablo Kate, con una gran sonrisa.

―Bienvenida a la familia ―hablaron a la vez, Eleazar y Carmen.

―Gracias.

La vista de todos, se enfoco en la vampira detrás de nosotros, su rostro parecía consternado y sus ojos se encontraban perdidos en otro punto diferente al nuestro. Carmen enseguida la llamó.

―Ven Irnina, te presento a Vera.

Su vista se enfocó en nosotros, con paso lento se acerco y, al verme, me dirigió una mirada severa que logró hacerme sentir incómoda, pero traté de disimularlo.

―No quiero hacer esto ―le susurro a Carmen.

Kate no tardo en mirarla de mala forma y tensar la mandíbula.

―Lo prometiste.

Irina volvió a enfocar su vista en un punto diferente del lugar, seguí su mirada para así encontrarme con Seth y Billy.

―Invitaron a uno ―habló Irina, con la voz molesta.

Edward apretó su agarre en mi cintura, al percatarse cuan incómoda comenzaba a sentirme, percatandome que los demás comenzaban a sentirse igual.

―Irina, es nuestro amigo ―defendió Edward.

La mujer negó y su entrecejo se arrugó.

―Mataron a Laurent ―dijo, con la voz ahogada en pena.

Mi corazón se comprimio al comprender, que aquel vampiro de tez oscura, fue alguna vez su compañero. Contuve las ganas de tomar la mano de Irina, pues sabía que no me lo permitiría y solo generaría más discordia.

―Trato de matar a Vera.

Irina dio un paso hacia nosotros, molesta, y me dedico una mirada cargada de desprecio que me hizo temblar.

―De eso no me convences, quería ser como nosotros, vivir en paz con los humanos, y conmigo ―sus ojos me recorrieron de arriba a abajo―, pero tu ayudaste en su muerte.

Luz de Luna (Edward Cullen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora