Los meses transcurrieron con velocidad, pronto las cosas comenzaron a arreglarse, caer en su lugar. Jacob y Sam habían hecho las paces, ya no había discordia entre ellos gracias a que Annie era la impronta de Jake, los Vulturi habían aceptado mi nuevo estatus y demostraron su regocijo enviándome un hermoso collar como obsequio pero junto a este lo acompañaba una muy pequeña nota avisando que no esperaban por verme nuevamente.
Nuestro único enemigo parecía ser el tiempo, Annie crecía de una forma acelerada aparentando la edad de unos seis años cuando sólo tenía unos pocos meses. Edward y yo temíamos por el tiempo que nos quedaba con ella, Carlisle intentaba hacer lo posible por averiguar más sobre ella, pero los libros e internet no eran de ayuda cuando se trataba de una niña híbrida entre vampiro y humano. Pero a pesar de la inminente amenaza de perderla, hacíamos que cada momento con Annie fuese de lo más valioso.
―Mami ―enseguida gire mi cuerpo en dirección a mi hija, quien jugaba con Edward y Rosalie en el patio bajo un bello cielo nocturno despejado―, ¿puedes volver a hacer ese brillo en tus dedos?, por favor.
Desde que Annie había desarrollado su sentido de la orientación y había comprendido qué eramos cada uno de nosotros y lo que podíamos hacer es que pedía por mi energía. Lo que sucedía es que desde su nacimiento había desarrollado aún más mi poder, ahora era capaz de darle órdenes y moldear aquel brillo azul de energía con la forma que se me plazca, desde una muy pequeña hormiga hasta un gigante oso, e incluso recrear un bello cielo nocturno sobre nuestras cabezas en cualquier parte. No sabía cómo era que lo lograba, ni siquiera el conocimiento de Carlisle era tan abundante o extenso, por lo que nos conformabamos con el hecho de que solo podía hacerlo y que no suponía ningún riesgo para mi.
Sonreí de lado ante la mirada suplicante y expectante de mi hija, el resto del clan no tardo en reunirse en el gran patio para poder presenciar el espectáculo que llevaría acabo pues no importaba la cantidad de veces que lo hiciese, seguía siendo hipnotizante la forma en que mi energía tomaba diferentes formas y se movían alrededor de nosotros como si formaran parte del ambiente. Me senté al inicio de las escaleras fuera de la casa y pronto también lo hizo junto a mi Carlisle, quien me sonrió de lado.
Eleve una de mis manos y sin mucho esfuerzo comencé a conjurar mi energía, esta se esparció primero por entre mis dedos para luego alargarse hacia delante iluminando levemente mi rostro y el de Carlisle. Annie chillo de emoción en cuanto mi energía logró alcanzarla, danzando a su alrededor mientras seguía esparciendose por el lugar rodeandonos a todos. Pronto había recreado varios animales que se movieron entre ella y numerables bolas de energía que flotaron por todas partes, Annie reía a carcajadas limpias mientras intentaba seguirle el paso a un pequeño gato azul deleitando nuestros oídos, como si su voz fuese una armoniosa melodía tocada en algún piano.
La mano de Carlisle se reposo en mi hombro, desvíe mi mirada de Annie hacia él descubriendo que me sonreía ampliamente y con un brillo particular en sus ojos, imite su acción para luego volver a enfocar mi vista al frente pues debía procurar que la energía no dañará a nadie, aunque estaría mintiendo si decía que no me tomo por sorpresa lo que Carlisle me dijo en voz baja.
―Estoy orgulloso de como has avanzado tu sola con tus dones Vera.
Ya no era capaz de generar lágrimas, pero estaba segura que hubiese derramado unas cuantas y mi corazón se habría acelerado de forma abrupta. Un desconocido cosquilleo creció en mi pecho a un ritmo galopante que luego se extendió por todo mi cuerpo y hasta casi podía jurar que toda mi piel de granito estaba hormigueando. Sin deshacer mi energia repose mi cabeza en el hombro de Carlisle y pronto su brazo rodeo mi cuerpo, un vago recuerdo de esta misma situación pero situada muchos años atrás y en lugar de ser Carlisle quien me abrazaba fuera mi padre biológico, se iluminó en mi mente y el cosquilleo que se había producido en mi pecho se mezcló con la sensación amarga de la nostalgia. Lamentaba haber perdido a mi padre, pero estaba feliz y agradecida de tener a Carlisle en mi vida y llenar ese hueco que había en mi pecho y en mi, ahora muerto, corazón.
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Luz de Luna (Edward Cullen)
FanficLa historia de cómo Edward Cullen logra encontrar a su compañera, pero está no es Bella Swan. Vera Smith ha vivido siempre en el pequeño y frío pueblo de Forks. A pesar de sus peculiares poderes, su vida nunca tuvo grandes problemas, pero su más gra...