𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟓

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Elsa se veía feliz, demasiado feliz. Anna la hacía feliz y toda la escuela pareció notar el cambio de humor de Menzel, porque la chica sonreía y hablaba con cualquier estudiante, riendo con ellos y ayudándolos en algo. Elsa Menzel parecía haber tenido un excelente fin de semana porque no solo su humor era rumor sino la ropa que estaba usando: un jean gris desgastado, camiseta blanca con la frase "Do you like scary movies?" y parte de la máscara de ghostface, vans negras y aquellas sencillas gafas que jamás había vuelto a usar desde que cumplió dieciséis. Todos los estudiantes quedaron con la boca abierta por aquel inesperado cambio que tuvo la albina, pero no solo eso, también que no se despegara de Anna en todo el día.

Durante la clase de Weselton, las parejas seguían leyendo y realizando aquel largo trabajo, les quedaba una semana más para poder entregarlo. Ryder y Kristoff se encontraban en el último tramo, además de revisarlo de vez en cuando. Honeymaren y Rapunzel estaban igual o quizás más adelantadas, Mérida y Moana... estaban bien, iban a sobrevivir, eran soldados. La única pareja que se encontraba frente a Weselton con una sonrisa y un trabajo eran Menzel y Marsh. La pelirroja dejó caer la carpeta mientras la albina se cruzaba de brazos y veía la sorpresa en los ojos del anciano.

– Un trabajo con alrededor de 45 páginas, incluidos el indice, introducción y conclusión del tema – comenzó Elsa.

– Tiene gráficos, mapas de los lugares donde tienen una buena y mala economía, citas a autores que han hablado del tema y sus problemas. Links de vídeos donde se explica cómo se podría mejorar el sistema económico de algunos países, también incluimos referencias a varios libros y... ¿Qué más, linda? – preguntó Anna.

– También pusimos una lista de cómo estaban ubicados los países antes y ahora, donde se puede ver el descenso de algunos y el ascenso de otros. Damos ejemplos de economías increíblemente estables y también hablamos un poco, al inicio, de cómo surge la economía y cómo se logró expandir a todo el mundo – concluyó la albina sonriente.

Weselton no hizo más que asentir abriendo la carpeta y leyendo las primeras hojas, se notaba el esfuerzo de ambas y eso lo hizo darles un pase libre para que salieran de allí en lo que él se dignaba a corregir aquel trabajo, o comenzar a hacerlo. Elsa y Anna agradecieron al tomar el papel y salieron entre pequeñas risas.

– ¿Quieres ir a la cafetería? – preguntó Elsa – Puedo preguntarle a Olina si nos da algún pudín de chocolate o... ¿Qué?

– Tenía pensado otro lugar.

Anna cubrió sus ojos mientras la guiaba por los pasillos, sujetaba su cintura para evitar que cayera al suelo y sucediera algo. Elsa solo se rió mientras intentaba adivinar el lugar al que estaba siendo llevada.

– ¿Sabes? Mis padres quieren invitar a tus padres el viernes, quieren conocer a mi novia y quizás – Elsa se detuvo para alisar el hoodie de Anna –... puedas quedarte a dormir así al día siguiente viajamos temprano a la cabaña para, no lo sé, un poco de tiempo para nosotras, ¿qué dices?

– Me encantaría, si... Quizás podemos estrenar la cama de ahí, ¿no crees?

Los colores invadieron el rostro de Elsa apenas escuchó la propuesta de su novia, dejando caer sus brazos a los costados y mirando el suelo unos segundos, era una idea tan tentadora...

– Quizás... pueda decirle al resto que venga un poco más tarde – confesó Menzel.

— — — —

Anna siempre creyó que tener pareja implicaba más responsabilidades y cosas que ella jamás pensó poder llegar a cumplir, pero era fácil. Elsa Menzel cumplió su palabra de no apresurar nada de aquella relación, era inexperta como la albina, pero pidió ayuda a Kristoff, Ryder, Olaf e incluso Moana y Mérida. Todos parecían aceptar ayudarla, sobre todo Kristoff y Ryder que ya se encontraban armando toda la vida de ellas dos, sugirieron fechas y lugares donde Anna podría pedirle matrimonio a Elsa y donde podrían celebrar su boda, también que estaban dispuesto a ayudarlas en caso de tener hijos. Todo eso en menos de un día y Anna apenas llevaba un par de días siendo la novia de Elsa.

Tʀᴏᴘʜʏ Gɪʀʟ | ElsannaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora