Otto

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A pesar de ser inglesa y haber pasado parte de su vida viviendo en Londres se había olvidado de donde estaban las cosas y como es que se manejaba en esa ciudad así que Tom y Samuel fueron sus principales fuentes de ayuda.

— Hola — dijo la chica con una sonrisa cuando Tom abrió la puerta — soy pésima y me odio por molestarte tanto pero ¿crees que podrías decirme cómo llegar al Hospital Saint Thomas?

— Hola, no te preocupes, ya te dije que para eso estoy — le guiño — ¿hospital? ¿Estás bien?

— si, si, solo que necesito un chequeo para la universidad

— ¡vaya! Eso es nuevo pero si, si quieres te llevo

Carey lo pensó unos segundos, si le decía que si sabría a que iba y aún no estaba lista para contarle toda la verdad.

— tengo que ver a Kam cerca de ahí — prosiguió

— bueno, está bien pero ¿podríamos ir en metro o algún transporte?— sonrió apenada — es que necesito saber llegar por mis propios medios y cómo entenderás yo no tengo auto

— vamos por donde tú quieras, solo déjame cambiarme los zapatos — abrió por completo la puerta — pasa

Cay no estaba segura de entrar pero lo sabía, Tom no permitiría que se quedara afuera, se adentro y encontró un apartamento sumamente ordenado, repisas enormes llenas de libros, un tanto minimalista para su punto de vista pero entendía porque no tenía un montón de cosas.

— ahora vuelvo — le dijo Tom adentrándose a lo que parecía su habitación

La chica asintió y se quedó pegada a la pared que hacía parte de su cocina, era un espacio abierto a excepción de dos puertas que se veían por un pasillo, supuso que si el piso estaba pensado como el suyo serían dos habitaciones, un gran sofá negro en forma de L debajo de una gran ventana decoraba la estancia de la sala.

Un cuadro en una de las paredes blancas llamó la atención de la chica, eran tres secciones que formaban un todo y un poco abstracto.

Tom salió y la observó detenidamente, parecía encantada por lo que estaba viendo, un cuadro que Benedict le había regalado en su cumpleaños, un artista nuevo que hizo una pequeña exposición pero por cuestiones de trabajo él no pudo asistir.

— ¿te gusta?

— es muy bueno, aunque la firma no logro reconocerla — dijo señalando la pequeña firma en la parte inferior izquierda

— es un artista nuevo, me lo regalo un buen amigo en mi cumpleaños

— ya veo, es interesante, aunque prefiero los que no son tan abstractos

— ¿pintas? — cuestionó Tom intrigado

— no, estudie Historia del arte, me especialice en iconografía clásica — le explico a Tom el cual abrió los ojos con sorpresa — no es que sea la mejor en esto pero bueno, me defiendo

— necesitaré más información al respecto

— cuando gustes — le guiño

Tom sonrió satisfecho, estaba entablando una conversación sin que la chica quisiera huir o corriera después de preguntarle cómo llegar a un sitio.








Como Cay quería aprender el camino y llegar ella sola el Metro o el bus eran su única opción, bajaron las escaleras hacia una de las estaciones, Tom insistió en pagar ambas entradas aunque ella ya tuviera su propia forma de pago.

El vago llegó justo cuando ellos llegaban al andén, subieron, tomaron asiento cerca de la puerta, la parada que necesitaban sólo estaba a 5 estaciones de allí.

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