Quarantacinque

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La obra se estrenó unas semanas más tarde, un éxito total tanto con la gente local como con los invitados "especiales" que Kam había mencionado con anterioridad.

Claro que todas las mujeres importantes de su vida los habían acompañado al estreno y una vez más confirmaron que Pia quedaba encantada con el teatro, estaba por cumplir un año y ya era una niña bastante inteligente.

En cuanto a las cosas entre Matt y la cobriza iban bastante bien, recuperaron esa amistad que pensaban se había quedado en Verona, el estar en la misma universidad lo hacía más fácil, muchas veces se iban juntos, compartían las horas muertas y planeaban clases a la par para tener tiempo con Pia.

— ¿todo va bien? — cuestionó Matt cuando Cay se quedó viendo a la nada — ¿pasó algo con Tom?

— no, no, simplemente no dormí mucho ayer — mintió

— te he dicho que si quieres puedo quedarme con Pia el día que tú quieras, le gusta su habitación

— lo sé, es raro — se encogió de hombros — no me mal entiendas pero me gusta tenerla conmigo

— es normal, tú también podrías venir a quedarte a casa si lo prefieres

— no, no estoy tan loca como crees — negó con un lápiz que tenía en la mano — ni siquiera cuando Tom se vaya

Carey se quedó estática, abrió los ojos como platos, no quería que Matthew se enterará de los meses que estaría sola, al menos no por ahora, el castaño volteo a verla con el ceño fruncido, después hizo un gesto como para animarla a continuar con el relato.

— Tom se va unos meses a Nueva York— soltó por fin después de unos segundos de silencio — en junio me parece

— ¿te va a dejar sola? — cuestionó él sorprendido

— si, bueno no estaré sola pero los planes de la boda se atrasarán un poco — le restó importancia — nada que no se pueda arreglar

— eso es interesante — Matt volvió su mirada a su ordenador — me refiero a que pensaría que Tom querría casarse antes de irse

— se lo propuse, si quería no había problema pero creo que quiere que estemos un tiempo considerable  juntos, como familia

— tú y él ¿no? — sus manos se hicieron puños

— si, bueno con Pia, es parte de la familia que formaremos

Matthew se limitó a negar, ya había perdido a Carey por su culpa y claramente no iba a dejar que Pia también le fuera arrebatada de sus manos.

— Cay, sabes que lo que necesites mientras él esté lejos puedes contar conmigo — dijo después de un rato — no dudes en pedirme ayuda, soy tu amigo y sobre todo padre de Pia, estaré ahí siempre

— Matt, lo sé, en serio lo agradezco pero voy a estar bien, solo son unas pocas semanas — le guiño — claro que Pia va a seguir viéndote, todo con normalidad

El reloj marcaba ya la hora de regresar a clases, los dos se dirigieron a su aula correspondiente, aunque Matthew seguía con la idea en la cabeza de que ella por fin se quedaría sola y tendría que aprovechar todo el tiempo que le fuera posible.

Después de la universidad Carey necesitaba descansar, fue por su hija a casa de los Burt y se dirigió hasta su hogar, el vacío la invadió cuando no encontró a Tom allí, se dio una ducha rápida junto con Pia, se pusieron cómodas y una buena película de dibujitos las acompaño en la merienda.

— te voy a dar un pedacito de galleta pero no le digas a nadie ¿ok? — Carey cortó un pedazo pequeñito para Pia — ten, será nuestro secreto

— ñaña — balbuceó Pia

— ¿qué? — la cobriza abrió los ojos con sorpresa — ¿que dijiste amor?

— ma ba — le sonrió

— ¿mamá? ¿Eso es lo que quieres decir? — a Carey se le aceleró el corazón — ma-má ... di ma-má

Pia la observó unos momentos, Carey continuó diciendo la palabra con calma sin presionar a la pequeña, probablemente estaría diciendo otra cosa o simplemente eran balbuceos que no tenía nada que ver con lo que ella pensaba, hasta que su hija le extendió los brazos y dijo la palabra más esperada para ella "mamá" casi deletreando.

— ¡bebé! — la tomo en brazos — por favor, no se como una cosita pequeñita me puede hacer tan feliz

Ella solo sonreía para su mamá, no entendía que había hecho bien pero si veía sonreír a la cobriza ella también estaría contenta.

Lo dijo un par de veces más y ella no dudo en captarlo en un video, lo envío a Matthew, quería que viera las primeras palabras de Pia, las primeras palabras reales y no solo balbuceos o cosas que no tenían mucho sentido.

"¿Aún estás viva? Muero porque me diga papá, Ojalá haber estado ahí para escucharla, ¿que dijo Tom?"

Cay pensó un par de minutos la respuesta, Tom no estaba y se sentía un poco culpable por haber mandado el video a Matt y no a Tom, pero al final del día el padre de la pequeña era el castaño.

"Nada, no está, pero seguramente Pia no tarda en decirte papá, no comas ansias, si no se vuelve más tardado, mañana lo intentamos ¿si?"

"Vaya, me perdí las primeras palabras de mi hija por pensar que él estaría ya en tu apartamento, si, mañana lo intentamos. Las amo muchísimo"

Pia ya se encontraba entretenida con un bloque de madera y sin hacerle mucho caso a su mamá, la cual bufó al darse cuenta de cómo serían las cosas de ahora en adelante, tenía la esperanza de que Matthew llevara la situación mucho más tranquila y que Tom pudiera estar en momentos tan importantes como estos.

— ¡cariño! — escuchó desde la estancia — ¿donde están?

— la habitación — dijo sin tantas ganas

Escucho los pasos pesados de su pareja y segundos después lo divisó en el marco de la puerta, un ramo de girasoles en una de sus manos y un pequeño peluche en la otra.

— perdón, se me hizo muy tarde hoy, quería estar aquí para cuando regresaras pero toda la gente es tan dependiente — explicó rápido — estas son para la mamá más linda del mundo y este es para la bebé más bella del mundo

— ¡Hiddleston! No tenias que traer nada — le sonrió enternecida al ver a su pequeña tomar el conejito — aunque a ella no le molesta la verdad

— me siento mal cuando no puedo verte llegar, el trabajo a veces me absorbe un poco y se que las cosas materiales no lo solucionan pero son detalles que me gusta tener con ustedes — se sentó a su lado — las amo, muchísimo, no quiero que olvides eso

— nunca — lo beso — ¿que crees? Ya dice mamá

— ¿Qué? Ahora me siento peor — hizo un puchero — ¿lo dijo ahora?

— si, hace una hora más o menos, ¿quieres que lo intentemos de nuevo?

— si, quiero que me diga algo más que "ba ba"

Carey sonrió, intentaron un par de ocasiones hasta que Pia volvió a decir "mamá", Tom casi se muere de amor, eran cosas tan pequeñas que lo llenaban de alegría y aún no sabía explicar muy bien el porqué.

Salieron para que Cay pusiera sus flores en un jarrón, Tom llevo a Pia en sus brazos, jugaban con su conejito nuevo y el bloque que previamente había dejado atrás, los dos sonreían y se divertían, a la cobriza le devolvía esa tranquilidad que los mensajes de Matt le quitaron.

• Causa y Efecto • Donde viven las historias. Descúbrelo ahora