Quattro

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Nada más llegar a Verona, Carey se encerró en su casa, no contestó llamadas de nadie ni abrió la puerta para nada en toda una semana, necesitaba un poco de tiempo para analizar lo que estaba ocurriendo y como era que iba a volver a ver a Matt a la cara.

Matt bajó del avión y fue directo a la casa de Carey, no era una hora adecuada pero sabía que la chica tenía la manía de dejar la cortina un poco de lado cuando ella estaba en casa, ella estaba ahí, eso le tranquilizó un poco.

Luka tuvo que ser una especie de mediador entre la chica y el castaño.

— bueno pero si lo piensas solo fue una noche no es como que vaya a cambiar la situación — sintió la mirada amenazante de Cay — me refiero a que si hablan pueden llegar a algo bueno, se conocen suficiente y son un par de adultos

— bueno, huir de Londres dudo que haya sido muy maduro de mi parte

— estabas asustada, a todos nos da miedo algo y a ti te dio miedo saber que te habías acostado con tu mejor amigo pero bueno, ahora que ya paso más de una semana, pueden hablar mejor

— siento que la cara se me va a caer de la vergüenza o que voy a ponerme tan roja que mi cabeza explotará — se llevo las manos a la cara — ¿por qué justo ese día me tuve que poner tan borracha?

— se llama destino o simplemente necesitaban estar juntos — se acercó para acariciar su brazo — Cay necesitan hablar

— necesito una maquina del tiempo y regresar a ese día antes de beberme medio Londres

— pero eso es un poco más imposible

— ¡cállate!









Mientras Luka intentaba persuadir a Cay de hablar con Matt de lo sucedido, Dante intentaba que el castaño se olvidara un poco de lo qué pasó esa noche.

— ¿y si no me vuelve a hablar?

— tampoco es el fin del mundo Matt, está bien es nuestra amiga y las cosas quizás se salieron de control ese día pero encontrarás otra forma de divertirte — el pelinegro estaba un poco mareado con tanto rollo — Carey no es la única mujer en este mundo

— yo lo sé, pero a pesar de que la quiero de otra forma tampoco quiero que nuestra amistad termine

— cuando pasas esa línea ya no hay vuelta atrás, a menos que tú y ella lo hablaran previamente, pero no lo hicieron así que se jodio su amistad, su relación y la forma en la que se trataban — le dio dos palmadas en la espalda — te vas a tener que hacer a la idea Matthew

— ¿tú eres mi amigo verdad? — frunció el ceño

— si, por eso mismo te lo digo ... puedes encontrar a alguien más con quien estar, disfrutaste esa noche y ya está, déjalo ir

Dante comenzó a hablar de otras cosas, fútbol y lo que había hecho durante esas semanas, que básicamente era conquistar a todas las chicas que se le ponían el camino, por eso no le daba relevancia a lo que había pasado a su amigo.




Carey necesitaba hablar con Tom, se sentía en deuda con él y en realidad si lo estaba, aún no había podido regresarle el dinero del boleto y eso la ponía un poco incómoda, así que después de que Luka se fue intento marcar y esperar a tener suerte.

— Bueno ... — escuchó decir, era una voz masculina pero no la del inglés

— amm hola, ¿estoy marcando al número de Tom Hiddleston? — dijo nerviosa

—si, soy su asistente, Kam, Tom está ocupado con una cosa, ¿quien habla?

— soy Carey Davis, de hecho te debo un billete de avión — soltó una risita

— oh sí Carey, Hola oye ¿te podemos regresar en un momento la llamada? Estamos viendo algo de un guion, si no es molestia

— para nada, que tengan suerte

— gracias

Escucho el sonido que indicaba que habían colgado, le latía rápido el corazón, odiaba hablar con gente extraña por teléfono, odiaba hablar por teléfono, le gustaba más los mensajes, se notaba menos que se ponía nerviosa.

Se puso a hacer un montón de cosas que tenía que hacer hasta que escucho su tono de llamada, se paralizó un instante al leer el nombre, Matt ... dejo que sonara hasta que el chico desistiera, segundos después una llamada volvió a entrar, de nuevo el corazón le latió "Tom Hiddleston" decía en la pantalla, suspiro y tomó el móvil.

— ¿Hola? — dijo dubitativa, quizás sería Kam

— hola Cay — la voz de Tom sonó del otro lado del teléfono — ¿cómo estás?

— eee... bien ¿y tú? — aclaró su garganta

— bien, gracias y me alegro que estés bien — se escucho un "ehehe" — ¿todo bien? ¿Tu emergencia se solucionó?

— si, gracias ... todo bien, solo hablaba para pedirte el número de Kam para devolver el dinero

— así que ya lo conociste , mira no es necesario que devuelvas nada, yo le pague obviamente el billete y yo no voy a dejar que me pagues nada — otra de sus risas características — ¿como hacemos?

— Tom, yo quiero pagártelo, no te conozco casi y me salvaste la vida — se odio porque sabía que estaba exagerando — al menos la mitad o algo por favor

Escucho un suspiro de parte del inglés.

— bueno, se que no te voy a convencer, ¿tienes donde apuntar?

— si, claro

Tom le dictó su numero de cuenta para que pudiera depositar con la única condición que fuera solo la mitad, tampoco era tanto dinero como para devolverle todo.

— listo, ya lo tengo, gracias Tom

— bueno me hubiera gustado que no me regresaras nada pero al parecer no te iba a ganar

— eso es correcto, mi madre me decía que era muy terca ... como ella — rió — así que las de perder tenias

— eso veo, fue un gusto poder ayudarte, Matt no sabía muy bien que estaba pasando pero tampoco quise decir nada por si acaso

— si, ya hablamos — mentira — gracias también por eso, igual te dejo tendrás cosas que hacer, un saludo y también dale las gracias a Kam

— no tienes nada que agradecer, suerte y espero que algún día volvamos a vernos

— ojalá que si

Unas palabras más para después colgar, los hombros de la chica dejaron de tensarse, era raro hablar con un sujeto al cual apenas conocía como si fueran amigos de siempre.

Aunque la curiosidad le estaba matando, busco su nombre en Google, las notas sobre él y su trabajo eran impresionantes, todos alababan la manera en que el inglés podía persuadir a las personas y poner en alguno de los teatros más importantes obras desde escritores importantes hasta los novatos que estaban comenzando.

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