Quaranta

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Carey estaba terminando de poner aun más linda a Pia, llevaba un pequeño vestido color vino con un pequeño reno estampado, unas medias blancas, zapatitos dorados y un moño a juego.

— ¿están listas preciosas? — entró Tom a su habitación

— si, mira que linda es — cargo a Pia para que la observara — le quedó increíble este vestido

— ella es una bebé hermosa, creo que le pusieras lo que le pusieras se vería realmente linda

— ¿aún siendo una bolsa de patatas? — Carey alzó una ceja

— aún siendo solo eso, está muñequita es la más bella

— ¡te amamos!

Las dos se acercaron para poder abrazarlo, Pia le gustaba ser parte de aquel "sándwich de amor" solía sonreír cada que su madre y Tom se abrazaban y si ella estaba involucrada le parecía aún más lindo.

Sarah y Emma también estaba invitadas a la velada, ellas pasarían por Diana, llegarían haya así que no habría problema con ellas, si bien había la cobriza había estado realmente tranquila días anteriores ahora parecía que la idea de estar todos juntos le aterraba más de lo que quería aceptar.

— ¿estás bien? — cuestionó Tom en un semáforo rojo — te ves como extraña

— ¿puedo arrepentirme de esto? ¿Aún estoy a tiempo?

— ¡Cay! — la miro expectante— ¿lo estás diciendo en serio?

— no, me refiero a que si pudiera retroceder, me encantaría decir que esto es mala idea — bufo — Tom, prométeme que pase lo que pase no vas a sucumbir ante las provocaciones de Matthew

— amor, no voy a hacer nada que te afecte a ti o a la pequeña, es su primera navidad — acaricio su mejilla antes de avanzar — tranquila

No tardaron mucho en llegar a la casa de los Burt, la puerta estaba decorada con una corona y luces al rededor, bajaron todo lo que llevaban para la cena y los regalos, la pequeña estaba cubierta de pies a cabeza con más de dos cobijas, tocaron a la puerta deseando que el aire frío de Londres dejara de golpearlos de lleno.

— ¡Bienvenidos! — dijo una alegre Celia cuando la puerta se abrió — pasen por favor

Al entrar notaron que la familia Hiddleston restante ya se encontraba en el lugar, después de una ronda de saludos y halagos para la más pequeña del lugar decidieron que era buen momento para comenzar la cena.

— todo está delicioso — Diana fue quien rompió el silencio — Celia tienes que darme la receta de esta pasta

— cuando tú quieras Diana, podemos intercambiar secretos — todos rieron

— Pia parece ser la que más disfruta de esa ensalada de manzana — aseguró Aaron viendo a su nieta

El glamour de la pequeña Burt había sido intercambiado por un gran babero del estampado navideño, gracias a que ya tenía más edad podían sentarla junto a ellos y disfrutar de cómo su cara se llenaba de crema mientras ella intentaba meter aquellos cuadros de fruta a la boca.

La noche estaba transcurriendo tranquila, Matt siempre intentaba acercarse a Cay con el pretexto de Pia, todos excepto el rubio le creían, no que fuera mal padre o que fuera mala persona, lo conocía bastante bien desde hace años pero precisamente era por eso que conocía sus tácticas de conquista, lo había visto interactuar con otras mujeres y claramente le interesaba Carey.

— es hora del pastel — anuncio Celia — la especialidad de Diana

— recuerdo bien cuando íbamos a su casa y nos regalaba una rebanada de ese delicioso pastel — Matt le sonrió con amabilidad a la mujer— eran buenos tiempos

— cuando quieran ir a la casa, están totalmente invitados — Diana termino con aquella conversación

Sarah y Emma se encargaron de la pequeña para que Cay pudiera comer bien el postre, estaban decididas a ser las mejores tías y se morían con cada gesto de la pequeña.

Más tarde ya todos estaban en la estancia conversando de otras anécdotas, cosas que hacían de niños para navidad, como se organizaban para esperar a Santa, los regalos que siempre quisieron y que nunca tuvieron, todo referente a las fechas.

— ¡llegó la hora de los regalos! — anunció Emma — primero necesitamos que Pia nos haga el honor en abrir todoos esos regalos

— son unos abuelos muy consentidores— Cay se avergonzó— pero muchas gracias por todo

— Carey, es nuestra nieta y es su primera navidad, no íbamos a dejar pasar la ocasión — Aaron le sonrió

— ¡muchas gracias! En verdad

Carey tomo asiento junto a su hija en el suelo, Emma era quien le pasaba aquellas cajas llenas de cosas exclusivamente para la pequeña Pia, tenían que ayudarle para rasgar la primera parte pero después ella sacaba una buena parte del papel de regalo.

Ropa, ropa por montones y de diferentes tallas, "así puede usarla por mucho tiempo" dijo Celia, juguetes de peluche, accesorios, algunos adornos para su habitación, cobijas y un montón de cosas más que literal Tom y la cobriza no sabían cómo harían para llevarlas a su apartamento.

— no tendré que comprar absolutamente nada hasta que Pia cumpla 6 — Cay se levantó con cuidado — insisto, muchas gracias

— lo que sea para mi princesa — Matthew tomo en brazos a su hija — ahora vamos por el regalo de mami ¿si?

Los mayores tuvieron oportunidad de desenvolver algunos paquetes, Diana había comprado unas cosas para la familia Burt al igual que Tom con Carey, que fue recíproco, los padres de Matthew tenían algunos obsequios para toda la familia Hiddleston.

— yo vi un trajecito de Pia igual a este sweater— Sarah se emocionó — podemos ser gemelas

— no vas a ser gemela de Pia — Emma la aventó con su brazo — yo si, mira es igualito al rosa de allá

— Niñas, ambas pueden vestirse en conjunto con la bebé — regaño Diana

Tom veía todo en silencio, parecía que si hablaba echaría a perder absolutamente todo y no quería que eso sucediera pero el momento había llegado y no quería esperar ni un segundo más, estaba decidido y si bien no era el lugar más romántico del mundo ni mucho menos el más adecuado quería entregarle a Carey el regalo que con tanto esmero había elegido para ella.

— Cay, falta mi regalo — Tom hizo que todos voltearan expectantes — espero que sea algo de tu agrado

Cay sonrió con ternura al ver la cajita que tenía entre sus manos, seguro que sería algún dije con el nombre de su hija o algo parecido.

— se que no es la mejor forma de hacerlo, te mereces todo, ¿por qué no lo planeo de otra manera? No sabría decírtelo pero quiero ser firme en mis decisiones — se levantó y ayudó a que Carey hiciera lo mismo — esto significa mucho más de lo que crees

Tom se arrodillo, levantó la tapa de la cajita y el anillo se dejó ver, era muy delicado, dorado y con un solo diamante en la parte central, la cobriza abrió los ojos llenos de sorpresa, no tardó mucho en acumularse de lágrimas.

— Cay ¿te quieres casar conmigo?

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