Ventotto

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Matt sabía que Cay no quería hacer todo un show de esto pero no podía quedarse callado ante tal noticia, le habían dicho que era padre y no iba a ocultárselo a sus padres.

— ¡Mamá! ¡papá! — entró gritando el joven — necesitó contarles algo

— en la cocina hijo — grito la madre

El joven se adentró con una sonrisa enorme en su rostro.

— ¡vaya! Donde quiera que hayas estado te dejo de buen humor — el padre antes de tomar de su taza de té

— tengo noticias que darles — garantizo — pero necesito que ambos estén sentados

Los padres se dieron una mirada, no entendían que estaba pasando, la mujer dejó todo lo que estaba haciendo y tomó asiento junto a su marido.

— dinos — prosiguió esta misma

— bueno primero que nada deben saber que entre Carey y yo no todo ha sido miel sobre hojuelas, desde la ultima vez que estuvimos juntos las cosas no fueron como antes — recordó Matt — pero sin duda esto me deja sin palabras y Dios, estoy tan feliz ... Cay y yo tuvimos una hija

Soltó sin más, los padres del joven fruncieron el ceño como señal de sorpresa, su hijo les acababa de decir que eran abuelos de la forma más rara que alguien pudiera haber planeado.

— ¿que? — dijo su padre por fin

— se que suena muy loco pero ... Carey y yo estuvimos juntos, no de tener una relación seria, una noche — se ruborizó al instante — pero creo que ninguno de los dos sabía ni tenía previsto que esto pasara pero pasó y ahora Pia es nuestra hija

— Pia ...

— mamá se que es muy extraño pero quería que lo supieran antes de tráelas y que las conozcan — aclaro su garganta — quiero que sea lo antes posible

— vale, me parece bien hijo — su padre le sonrío — solo deja que asimilémoos bien la noticia que aún estamos un poco en shock

— entiendo, también me quede así cuando me dijo frente a ella

Los padres de Matt siguieron conversando, querían saber aún más de la chica y entender en qué situación rara se había metido su hijo.





Dos días después Matthew había organizado un almuerzo familiar, así todos tendrían la posibilidad de conocerse entre sí.

La puerta se escuchó, el castaño estaba tan ansioso que literalmente corrió hacia la puerta encontrándose con dos de las mujeres más importantes.

— Hola — sonrió — pasa pasa ... ¿Tom?

— Hola Matt — le dio dos besos — decidimos que no era lo mejor que tus padres me conocieran de esa forma, digo, tenemos una hija y yo salgo con tu mejor amigo

— no creo que a ellos les importe eso — aclaró su garganta— pero pasa ... están en la estancia

Señaló el lugar, Pia se encontraba dormida en su portabebés, el cual Matthew quito de las manos de la cobriza en seguida, no se había dado cuenta cuanto le alegraba ser padre hasta que el corazón se le derritió al ver la pequeña carita de su hija plácidamente dormida.

Entraron a la estancia, el trío fue recibido por un par de sonrisas provenientes de los padres del castaño.

— Mamá, Papá... ella es Carey, Cay ellos son mis padres, Celia y Aaron

— es un placer — dijo la cobriza sonriendo apenada

— el placer es nuestro querida — la madre de Matthew sonrió y estiró su mano hacia ella — Matt no para de hablar de ti

— ¡Mamá! — susurró este

— espero que cosas buenas — se sonrojó mientras estrechaba la mano del padre

Se aseguraron de asentir antes de querer curiosear a la bebé, Matthew le dio la vuelta al portabebé dejando a la vista a Pia.

— pero si es preciosa — dijo Celia — es idéntica a ti

— ¿verdad? — Matt le sonrió a Carey — es igual de hermosa que su mamá

La cobriza se sintió un poco incómoda, sabía que sus padres estaban enterados de lo que le sucedía a su hijo con ella y no poder corresponderle como quisiera le estaba afectando un poco.

— hija, ¿quieres algo de tomar? — Aaron la saco del transe

— si, agua por favor

El señor Burt salió directo a la cocina mientras los demás tomaban asiento en la estancia, Celia se moría de ganas por que le contaran como había sido toda la experiencia de Cay durante aquel embarazo.

A mitad de la charla decidieron que era buen momento para comenzar la comida, disfrutaban de las anécdotas que tenían ambos chicos de las experiencias en Verona, como se conocieron, las aventuras que tenían en vacaciones junto con sus otros dos amigos y diversas cosas que entretenían a los padres de Matt.

— ¡oh! Mira quien despertó — dijo Matthew viendo el portabebé — eres la bebé más bonita del mundo

— Matt por favor déjame cargar a mi nieta — Celia abrió los brazos — ¿puedo? — cuestionó a Carey

— ¡claro! Bien lo dijo, es su nieta

Matthew saco a la pequeña quien aún estaba medio adormilada, los brazos de su padre la acunaron y ella se sintió tan cómoda que quiso volver a dormirse, pero fue depositada en los de Celia.

— no puedo creer que tengas una pequeñita — le dijo a su hijo

— ¿se imaginaban tener una hija juntos? — Aaron también estaba embobado viendo a Pia — porque fue increíble

— no, realmente no esperaba tener un hijo tan pronto... aún no estaba preparada para ser mamá

— quizás hablo cegado por el amor — Matt le sonrió — pero sin duda es lo mejor que me pasó en la vida y eso que me acabo de enterar

La cobriza le sonrió, de nuevo estaba incómoda por aquellos comentarios que soltaba, pronto la pequeña Pia se incomodó en los brazos de su abuela.

— creo que necesitamos pasar más tiempo juntas — Celia comenzó a mecerla entre sus brazos

— creo que tiene hambre, comió hace ya bastante tiempo — sonrió Carey — ¿crees que pueda ...?

— si, claro, vamos a mi habitación

Matthew ayudo a llevar a las dos hacia la parte de arriba, Carey se adentro a su habitación con la mirada curiosa, pocas veces había estado en la habitación de su amigo.

— ¿necesitas algo? — cuestionó el castaño — ¿puedo hacer algo más por ustedes?

— no, gracias por prestarnos tu habitación — le guiño — gracias en general

— si no he hecho casi nada

— no me juzgas y eso es importante para mi

— Cay... sabes lo que significas para mi y ahora esa pequeñita que está desesperada por comer es lo más valioso que tengo en la vida — su mirada se cristalizó por unos segundos — siempre estaré para ustedes sea en la forma que tú quieras que esté

— gracias

Matthew volvió a su lado para dejarle un beso en la cabeza a Cay, salió de la habitación para brindarle un poco más de privacidad a la joven madre.

La tarde cayó, los padres del castaño estaban fascinados con la pequeña y con Carey, entendieron tan fácil porque su hijo estaba enamorado de la cobriza, estás dos tuvieron que marcharse, Pia estaba bastante cansada y querían que descansara en su propia cama.

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