Capítulo 8 ✅

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Eran las 5 de la mañana, me encontraba preparando el desayuno de Joshua, hoy tenía examen en la universidad y toda la noche se la pasó estudiando, eso dice...

Siendo clara, Joshua y estudio en una sola frase suena a broma de mal gusto, algo imposible, no obstante, este examen es muy importante así que le daré un voto de confianza, el desayuno va incluido.

Hoy iniciaría la lista, estuve parte de la noche pensando y tal vez tiene razón Mario, no debo escuchar a la demás gente y debo (morir) sólo enfocarme en mi (luchar) y terminar esta lista con satisfacción (renacer) y ser una nueva Gemma fuerte y mejorada.

Joshua y yo terminamos de desayunar ambos limpiamos la mesa y luego me dirijo a mi recámara a arreglarme para la salida, escojo unas converse negras, un pantalón pitillo negro rasgado, una blusa azul zafiro (mis 2 colores favoritos negro y azul zafiro) y mi cabello recogido en una cola de caballo con una grencha, vestimenta muy sencilla pero cómoda.

Estaba a punto de salir de casa, cuando veo en mi celular una llamada entrante, era mi padre, antes de contestar veo por el rabillo del ojo, como Jos me abandona y se va, ¿Qué? Le hago el desayuno y me paga abandonandome, será mal educado, al instante Mario llega se baja de su auto y entra a la casa, para ser exactos a la cocina, no tarda ni 2 minutos cuando sale con un pan con mermelada en la boca, ¡Claro! era de suponer que asaltaría mi cocina.

Término la llamada y Mario se pone a mi lado, giro sobre mis talones sin comentarle nada y voy gradas arriba, para ser más específica a la recámara de mi padre, por salir temprano de la casa se le olvidaron unos exámenes que tiene que entregar hoy. Los busco en su mesa de noche y no están, observo toda la recámara y ¡bingo! doy con ellos, se encuentran sobre su cama aun echa un desastre, el suele ser muy ordenado y limpio, que me parece raro que hoy haya dejado su cama en ese estado, en realidad sí que tenía mucha prisa.

Me encontraba recogiendo los exámenes cuando siento que alguien entra a la recamara volteo y observo que es Mario quien esta recargado sobre el marco de la puerta observándome y comiendo a su vez.

—¿Nos vamos? —pregunta con calma.

—Primero, ¿Qué haces aquí tan temprano? Segundo, ¿Dónde fue Jos? Mas bien, ¿Por qué me abandono? Y tercero, ¿A dónde se supone que iremos según tú? —todo esto era tan sospechoso.

—Jos me marco al galicinio, mencionó que no iba a poder llevarte al centro comercial, así que me pidió que viniera por ti, mirame aqui, ahora, ¿nos vamos? —el tono de sus últimas palabras no me gusto ni tantito.

Le había contado a Jos sobre la lista de deseos, también le comente que hoy la comenzaría así que le pedí que me llevara donde el centro comercial.

—Idiota, ni siquiera me avisó, que no iba a poder. —estaba enfadada.

—Podemos aprovechar, te invito a desayunar y luego para tu primer deseo encontré el lugar perfecto, puedo llevarte pequeña, para eso estoy aquí, aprovéchame —y como siempre sacandome una sonrisa, aunque lo ultimo me sonó pervertido.

—Perdón, suena bien pero mi padre me acaba de marcar, se le olvidaron unos exámenes y necesita que se los lleve lo más pronto posible —trate de poner mi mejor cara, aunque dijo que me aprovechara de él, debería hacer caso.

—Entonces te llevó, vamos. —me ayudo a acomodar los papeles mientras yo acomodaba la cama de papá, al terminar salimos justos a donde se encontraba su auto y comenzamos el recorrido.

Durante el trayecto nadie dijo nada, él puso música y yo solo me dedique a cerrar los ojos, por ratos los abría y observaba el paisaje.

Cuando llegamos baje del auto y estaba por dirigirme hacia la entrada de la escuela, cuando él me detuvo.

—Té esperare aquí para cuando salgas, de aquí nos vamos a desayunar como prometí —se recargo sobre su auto, imitando una pose sexy.

—No es necesario, puedo coger algo en la cafetería, además ya que estoy aquí mi padre no me dejara ir tan fácil, me pedirá que le ayude en cualquier cosa que se le ocurra así que también es seguro que regrese junto con él, gracias Mario dejémoslo para después.

—Entonces quedara para otro día, nos vemos Gem —se acercó a mi.

—Antes que te vallas, quería pedirte perdón por como te trate el otro día en el desayunó, fui grosera y despistada, lo lamento y también infinitas gracias por escucharme, tus consejos y por traerme ahora, cuando salgamos a comer yo invito.

—No tienes que hacerlo, fui yo quien te invito a comer, además es un placer ayudarte, cuidate y nos vemos. —tomo mi rostro y beso mi frente, esa acción me descolocó.

Observé como entro a su auto y se alejó, la pregunta es. ¿Qué le sucede?, ¿Invitarme a desayunar?, ¿Beso en la frente? no puedo creer que sea el mismo Mario de siempre, porque nunca es cariñoso ni atento, Mmm, apuesto que está en sus días, sí, eso debe de ser.

Entré al colegio mientras observaba todo a mi alrededor, me encantaba este colegio era grande y tenía mucha naturaleza, ¡Ahh! también una gran biblioteca digna de admirar, estaba tan pérdida observando todo cuando siento una mano posarse sobre mi hombro.

—Hola preciosa, te estoy gritando y tú en tu mundo, sin prestar atención.

—Perdón padre, es que me encanta esta escuela y me encontraba admirándola —él bien lo sabía, pero nunca está de más recordárselo.

—Bien, ¿Has traído los exámenes?

—Sí, aquí están —los extraigo de mi bolso y se los entrego.

—Gracias preciosa, por cierto ¿Quién te ha traído? Llegaste rápido —tan curioso como siempre.

—Mario me ha traído, Jos le marco para que pasara a la casa, me invito a desayunar y estábamos de salida cuando usted me marco.

—¡Ahh! Y, ¿Ya desayunaste? —papá me tenía prohibido salir de casa sin desayunar, para él era muy importante, tanto que cuando se enteraba que no comía ni un bocado se enojaba, me echaba la bronca y todo un sermón de horas.

—Amm si —no sabía que contestar había desayunado junto con Jos, sin embargo, se me está dando una segunda oportunidad de comer otra vez y sobre todo gratis, no podía negarme, no obstante, también no quería comer sola porque tal vez él ya lo hizo.

—¿Enserio?, Yo de echo iba a comer algo, pensé que ya que viniste hasta aquí podíamos comer juntos.

—Ja. ja. ja ¡Ash!, De pronto, ¿Qué dice? Como va a creer que ya desayuné si vine tan rápido en cuanto usted colgó, vamos a desayunar antes que me desmaye de sed. —tome su brazo y juntos fuimos a la cafetería.

—Princesa, hambre y sed no tienen nada que ver juntos.

—Lo se, padre, es que el hambre ya me esta afectando el cerebro, vallamos a comer rápido si no me pondré mas tonta y en un futuro nadie quedra casarse conmigo.

Mi padre sonrió mientras negaba con la cabeza.

Desayunamos mientras él me contaba anécdotas que había pasado en el colegio, cuando terminamos él fue a dar su clase, yo lo esperaba en el auto mientras leía un fanfic de mi amore Gian en Wattpad, cuando termino regresamos juntos a casa.

Y fue así como la lista de deseos se atrasó, pero mañana la pondría en marcha si o si, ¡De veras!.

Yo, Mi salvación  (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora